Me sentía sucio, impuro. Un niño al cual ni el mismo Dios le permitiría ir al cielo, sino que lo enviaría al mismísimo infierno a pagar todos aquellos actos y pensamientos impuros que había cometido por el siemple hecho de enamorarme de quien no deb...
Mi respiración se volvía cada vez más intensa y pensada. El aire cada vez era más denso.
A mi alrededor las personas corrían de un lado a otro comprobando si todo estaba en su lugar.
Era raro, me sentía como si fuera invisible. Como si viera la vida pasar por mis ojos. Escucho sonidos a lo lejo, pero aun así hay mucho silencio.
Mis hombros caen con brusquedad. Y mi mirada busca con desesperación a esa persona.
A mi lado se encontraba Jaewon, que no para de caminar de un lado a otro, sacudiendo sus manos, como si eso le ayudará a disminuir sus nervios. Suspirando con dureza, mientras se habla a sí mismo en un tono que solo él podía entender.
Habíamos probado el escenario varias veces pero aun así, se sentía completamente diferente. Estaba rodeado de luces de colores brillantes, y las personas no dejaban de gritar.
La musica comenzo a sonar. Cerré mis ojos por un instante.
"Tranquilo Samuel, no tengas miedo" me dije, cogiendo una gran bocanada de aire. Mi cuerpo respondió comenzando a moverse.
Mi voz parecía no querer salir. Como si un nudo me atrapase. Tenía miedo de equivocarme.
Salir a cada escenario me daba miedo pero a la vez felicidad. No lograba acostumbrarme a ver a gente pidiéndome fotos, gritando mi nombre, emocionandose por el siemple hecho de verme.
Ya habían pasado varios meses desde nuestro debut.
Jaewon se mostraba ante las cámaras algo cohibido, no hacía mucho comentarios y le daba miedo hablar. Pero cada vez se iba acostumbrando más, abriéndose un poco más, dejando a un lado por momento su timidez.
Y yo, simplemente no podía evitar abrazarlo a cada rato. Me sentía cada vez más vulnerable, como si necesitara de cariño y de afecto. Creía que me había vuelto independiente, pero no, cada vez necesitaba más de él.
Y me odiaba.
En realidad odiaba los sentimientos que me tenían loco. Odiaba los cambios de ánimos repentinos, estar feliz unas horas y a los minutos encontrarme en el baño llorando.
Y si, cualquier persona que me mirara diría: vamos solo tienes 13 años no sabes que es el amor.
Lo se, se que no tengo ni la minima idea de lo que es en realidad el amor. Pero lo que si se es que me duele mucho mi pecho cuando lo veo con ella, me duele ver cómo la mira, como le sonríe. Y me hago preguntas estúpidas, como ¿que tiene ella de bueno? por puros celos.
Odio ser tan ingenuo. Pero ¿Mis sentimientos son reales o solo es un juego de niño?
Quisiera preguntarle a alguien que es esto en mi estomago. Porque no entiendo nada. No se si es amor o no. Pero no tengo a nadie.
Soy codicioso, si. Mucho. Quiero que su sonrisa me pertenezca solo a mi. Pero ¿qué puedo exigir?
Soy un tonto al esconderme cada noche, mientras duerme a coger tu mano, mientras ella duerme a tu lado.
Soy un tonto al no poder apartar la mirada de tu rostro, de tus expresiones, en la forma que aprietas y mueves tus manos cuando estas nerviosos.
Soy un tonto al buscarte con desesperación. Pero mi piel desea tocarte. Mi cuerpo necesita sentir el suyo.
Pero se que solo pueden verme como un hermano pequeñito. Aunque me duela que otra persona lo toque, supongo...que está bien.
Pero al final de todo soy solo un niño.
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Creo que es algo que voy a volver a resaltar xD
Siento mucho si tienen algunos errores el capítulo y los demás también. Pero el fic sigue en proceso de corrección.
Si me alcanza el tiempo publicó todos los capitulos hoy para dar fin a la historia.
