Video a su respectivo autor.
Samuel
¿Y ahora qué se supone que haga? Había aceptado.
— No...está mal-salí de su cama apresurado y algo agitado. El corazón me estaba por explotar.
— Bueno-dijo de lo más tranquilo, dándose vuelta.
Le mire, su respiración era normal y su espalda estaba relajada. No se lo movía un pelo de nervio.
Le estaba pidiendo que me tocara, ¿y acepto tendiendo pareja? Dios mio perdonalo de su falta, o mejor dicho, perdóname por mi perversidad.
Llevaba tiempo manoseando mi cuerpo a solas, introduciendo cosas en esa zona un tanto prohibida y quedándome con ganas.
— Tocame-solté, decidido.
El silencio abrumador me erizo la piel, ¿se había quedado dormido?
— Joder niño, si o no. Estás más bipolar que el clima -se dio la vuelta, mirándome con una cara de "estás más loco que una cabra".
— Bueno...¿vas a tocarme?-pregunté, comenzando a jugar con mis manos, como si fuera lo más divertido del mundo.
— No- negó, con un tono de voz ruda y decidida. Le miré asustado.
— Pero...- empecé a ponerme nervioso.— Tu aceptaste...
—¿De verdad quieres que lo haga?-habló con un tono serio, restregándose el pelo.
Se sentó en la cama, colocando sus manos en sus rodillas. Estaba entre que abría y cerraba los ojos, por el sueño.
Su rostro seguía siendo lindo a pesar de estar adormecido y con todo el cabello revuelto.
— Sí- no me iba a retractar.— No...¿sabes que? Olvidalo.-me retracte.
— Estás chiflado.
—Lo sé-reí bajito.
Me acerque hasta quedar frente suyo, estaba sacando el valor desde lo más profundo de mis entrañas. Aunque solía ser bastante extrovertido con todos, con él es la excepción, saca mi lado más introvertido.
Jaewon me miró confuso. Tome sus manos y las coloque al lado de la cama, fuera de sus piernas.
—¿Qué haces loquito?- Ya no estaba enojado, ahora parecía más alegre. Incluso sonreía.
Con toda mi dignidad por el suelo, me senté a horcajadas. Samuel, no te pienses arrepentir.
— Ya en serio, se que no quieres. Ve a dormir niño -me intento bajar, pero me negué.
Tome su mano y la coloque en mi mejilla. Esta era extremadamente grande.
— No me retractare, por favor. Se que es difícil, pero quiero experimentar, ¿me ayudas?-le pregunté mirándole. Él me miraba fijamente, sin perderse ningún movimiento.
—¿Vas a cambiar de opiñon por octava vez?-negué con mi cabeza.-Bien.
Me bajo con cuidado de sus piernas, para volver a tomar la misma posición de antes. Me quedé algo confundido, ¿íbamos a dormir y nada más?
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Mi Niño Prohibido |1Punch
FanficMe sentía sucio, impuro. Un niño al cual ni el mismo Dios le permitiría ir al cielo, sino que lo enviaría al mismísimo infierno a pagar todos aquellos actos y pensamientos impuros que había cometido por el siemple hecho de enamorarme de quien no deb...