Dándome cuenta de mis sentimientos.

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NARRA LILITH.

Pasaron varias semanas, y al parecer a la humana le iba bastante bien en Hexside. De alguna manera logró convencer al director Bump para permitirle estudiar todas las asignaturas. Envié gente a espiarlas a ella y a mi hermana, y todas decían que la humana había logrado progresar mucho y que era demasiado poderosa para ser tan joven, que tal vez hasta había alcanzado el nivel de nuestros mejores reclutas, incluso de Amity. Realmente me intrigaba esa humana, ¿cómo alguien que se suponía que no podía aprender magia era capaz de lograr tales prodigios? 

Para tratar de conseguir todavía más información, platicaba con Amity todas las tardes luego de entrenar. Ella nunca sospechó, nunca cuestionó porqué le hacía tantas preguntas sobre su nueva amiga humana, lo cual era mejor para mis planes.

-Y luego tuvimos que luchar contra la consciencia de Willow para que nos dejara reparar todos los recuerdos donde yo aparecía-me platicó un día mientras descansábamos luego de entrenar-. Fue ahí cuando finalmente tuve el valor de decirle a Willow lo que en realidad pasó y que fueron mis padres los que me obligaron a terminar nuestra amistad.

-Apuesto a que te sientes mejor ahora que lo hiciste.

-Sí... bueno, no lo sé.

-¿Pasa algo malo?

-Willow me perdonó, o bueno, eso creo-dijo con tristeza-. Pero a pesar de que hice lo correcto y me ofrecí para volver a ser su amiga, me siento mal por haber tardado tanto en hacerlo. Y... y ni siquiera sé si realmente lo hice de corazón.

-¿De qué hablas?

-¿Y si sólo lo hice para impresionar a Luz, para que quedar bien con ella, y no por reparar mi amistad con Willow? ¿Cómo sé que las cosas buenas que he empezado a hacer no son sólo para poder quedar bien con Luz porque me cae bien? 

-¿Qué te hace creer eso?

-Todo lo que he hecho últimamente, o al menos casi todo, ha sido por Luz, para que ella piense bien de mí, porque me intriga tanto esa chica que quiero ser su amiga, estar cerca de ella, que piense lo mejor de mí, pero no sé si realmente hice todo eso porque quería y debía hacerlo por los demás o sólo lo hice porque quería estar con Luz.

Sonreí al escuchar su inseguridad.

-Tonterías-ella me miró sosrprendida-. Amity, no te estás dando el crédito que mereces por todo lo que has hecho. Piénsalo, pudiste simplemente ir por ayuda para tus hermanos esa noche en la Biblioteca y luego irte. Pero en vez de eso, te quedaste y luchamos todos juntos para arreglar el desastre. Pudiste simplemente haberte disculpado con Willow y dejarlo así. Pero en vez de eso, te ofreciste a ser tu amiga y reparar el daño y el dolor que le causaste. Y sí, en parte tienes razón, todo esto lo has hecho desde que Luz llegó. Pero no porque quieras impresionarla y quedar bien con ella, sino porque quieres que ella conozca la mejor versión de ti, esa que siempre quiso salir pero que le faltaba un motivo. ¿Me equivoco?

-Creo... creo que no.

-¿Lo ves? Siempre has querido cambiar, sólo te faltaba una razón para hacerlo. Pero no lo estás haciendo por Luz, lo estás haciendo motivada por Luz, que es muy distinto. Porque todo lo que me has platicado, no lo hizo Luz, lo hiciste tú. Aunque otros te lo pidieran o no, fuiste tú la que terminó por tomar esas decisiones. Tú, Amity, no has cambiado en nada, sólo dejaste ver tu otra cara, tu mejor cara diría yo.

Amity sonrió al escuchar eso.

-Gracias. Bueno, tengo que irme, mis padres me esperan.

Mientras se iba, dejó caer algo de su bolsillo.

-¡Amity, olvidas tu...! ¿Qué es esto?

Era una hoja de papel color rosa. Al leer lo que tenía, me quedé muy sorprendida.

-Luz, ¿te gustaría ir al Grom conmigo?

El Grom era un evento escolar muy importante donde un estudiante tenía que luchar contra una criatura, precisamente llamada Grom, la cual todos los años intentaba escapar para aterrorizar al reino, transformándose en las peores pesadillas de quien lo viera a los ojos. Ser rey o reina del Grom era tanto un honor como un riesgo muy grande, había personas que al no ser capaces de enfrentar sus peores miedos, eran consumidas por el Grom hasta que no quedaba nada de ellas. 

Sin embargo, también era divertido para los que no tenían que pelear contra la bestia. Era un baile escolar, después de todo. Afortunados los que asistan al magnoevento, sobre todo en compañía de alguien más con quien podrían bailar toda la noche. Lo que me sorprendía en este caso, era la persona a la que mi alumna quería invitar.

-¿La humana? ¿A mi estudiante... le gusta la chica humana?

NARRA AMITY.

Mientras caminaba hacia la mansión, pensaba una y otra vez en si debería o no pedirle a Luz que fuera al Grom conmigo. No tenía idea de lo que me esperaba. ¿Y si me decía que no? No lo soportaría.

Estaba tan concentrada pensando en eso que no escuché cuando Odalia me dijo algo hasta que gritó.

-¡Amity!

-¿Eh, perdón, qué? Estaba distraída.

-Eso ya lo noté-dijo Odalia molesta-. Te estaba preguntando como te fue en tu última cita con el Guardia Dorado.

Demonios. Otra vez con ese asunto. Odiaba que Odalia quisiera controlar mi vida al punto de ofrecerme en matrimonio a un chico presumido que apenas y conocía. Además de que no le encontraba ningún atractivo. Ni a él... ni a nigún otro chico en realidad. ¿Eso es raro?

-Pues bien-dije para que no me fastidiara más-. Es agradable y todo eso.

-Me alegro que se estén conociendo mejor. Porque dentro de un mes, anunciaremos su compromiso.

No pude evitar escupir la bebida.

-¡¿Que van a qué?!

-Lo que oíste. Dentro de un mes anunciaremos su compromiso y al siguiente contraerán matrimonio.

-¡¿Matrimonio?!-dije incrédula-¡¿Pe-pe-pero no es muy pronto para eso?!

-Tu padre y yo nos casamos a esa edad, aunque no lo creas.

Volteé a ver a mi padre, quien simplemente asintió con la cabeza.

-Y claro, no tienes algún problema con eso, ¿verdad querida?

La mirada fulminante de Odalia me hizo encogerme del miedo.

-Ninguna, madre.

-Excelente-dijo Odalia-. Y ahora, ve a dormir que mañana tienes escuela. Espero que tus calificaciones sean mejores que la última vez.

-Sí, madre.

Subí la escalera con los ánimos por el suelo. Con tan solo catorce años, mis padres pretendían casarme. Y con alguien que no amaba. ¿Cómo era eso posible? ¿Sería una tradición en la familia Blight? Porque definitivamente es la peor tradición familiar de todas. Una cosa ás que agregar a la lista de cosas que odiaba de ser parte de la familia Blight.

Me acosté en la cama, confundida y perdida. Me iban a casar con el Guardia Dorado, no tenía el valor de enfrentar a mis padres al respecto, y lo peor de todo, tampoco tenía el valor de decirle a Luz nada de esto. Si antes no me sentía capaz de decirle a Luz que fuera conmigo al Grom, ahora menos. ¿Qué le iba a decir?

-Hola, Luz. ¿Cómo estás? ¿Quieres ir al Grom conmigo? Ah, por cierto, ¿ya te conté que me voy a casar dentro de dos meses y por lo tanto es probable que nunca volvamos a vernos? 

Incluso en mi mente, sonaba terrible. No quería darle falsas esperanzas a Luz. Realmente me gustaba ser su amiga, y me daba cuenta día con día de lo increíble que era, su talento, incluso su belleza...

¡Su belleza! ¿Qué diablos, Amity? ¿Acaso te... te gusta la humana? ¿Es eso posible? Nunca había pensado que ese tipo de pensamientos pasarían alguna vez por mi cabeza, mucho menos tratándose de otra chica. ¿Significaba eso que era lesbiana?

Me llevé la almohada a la cabeza y grité. Sentí que los pulmones me iban a estallar de lo fuerte que grité. Menos mal que por la almohada, no se escuchó nada.

-Amity Blight, no lo puedes negar. Estás enamorada. Estás perdidamente enamorada de Luz Noceda...

Mi verdadera mamá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora