Epílogo.

244 18 31
                                    

NARRADOR OMNISCIENTE.

Pasaron varios días desde el incidente. Belos anunció que Lilith Clawthorne había sido una traidora al imperio y que murió como tal, derrotada por él mismo. Y también anunció que dejaría en paz a Edalyn Clawthorne y a la humana Luz Noceda, ya que era la voluntad del titán, pero proclamó que la muerte de la traidora sería una tragedia que perseguiría por siempre a ambas y que debía servir de ejemplo para todos aquellos que pensaran actuar contra su régimen. La gente, o al menos la mayoría, lo vitorearon como siempre. 

Mientras tanto, en la Casa Búho, Amity se hallaba sola en la habitación que compartía con Luz, triste. Eda la invitó a vivir con ellos en la Casa Búho. Aceptó, pero sólo porque no tenía otra opción y porque aún en medio de su dolor, no quería estar totalmente sola. Una Luz muy preocupada entró a verla.

-Amity, ¿estás...?

-No, Luz, no estoy bien-interrumpió Amity-¿Cómo esperas que esté bien? Por un momento, lo tuve todo. Ahora, no tengo nada.

Luz se sentó a su lado.

-Lo siento-dijo Amity-. No quería ser grosera.

-Está bien, te entiendo. Debí elegir mejor mis palabras. Agh, otra cosa, que arruino.

Amity la miró.

-No es cierto, sé que sólo quieres animarme. Pero con todo lo que ha pasado, no creo que pueda.

-Lo sé. Mira, tal vez no conozco el dolor por el que estás pasando, y siendo sincera espero nunca conocerlo. Pero quiero que sepas que todos, incluyéndome, estamos aquí para ti. Siempre lo estaremos.

Amity sonrió con tristeza y abrazó a Luz.

-Gracias Luz, eres la mejor amiga que he tenido. Eres tan importante para mí.

-Gracias, Amity. Tú también lo eres.

-¡Niñas, a cenar!

-¡Voy!-gritó Luz poniéndose de pie. Le ofreció su mano a Amity-¿Vienes?

Por un momento, la peliverde pensó en decir no, pero cambió de opinión al final.

-Claro, ¿por qué no?

Ambas bajaron y cenaron. Una vez más, una comida casera, pero para Amity era lindo sentir que estaba en un lugar donde la querían. Seguía triste, enojada, y lo estaría por mucho tiempo. Pero al menos, no llevaría su duelo sola.

Una vez terminada la cena, Eda les anunció que saldría por unos momentos a recolectar basura humana para vender. Pero al buscar su portal, se quedó horrorizada.

-¡Niñas! ¡¿Alguna de ustedes tomó el portal?!

-Eh, no-dijo Luz-¿Por qué la pregunta?

-¡Porque no está!

Ninguna de las dos lo entendía, pero Amity palideció.

-Oh, no.

-¿Qué, Amity?-preguntó Eda al verla preocupada-¿Qué ocurre?

Amity las miró. En sus ojos dorados, se asomaba el miedo.

-Creo que sé donde está.

Mientras tanto en el castillo del emperador...

Mientras tanto en el castillo del emperador

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mi verdadera mamá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora