Capítulo 02: Odio destacar

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Es curioso como las prioridades de algunos padres son diferentes, por lo menos, para mí, no se basa en mi inteligencia, tampoco en mis talentos o deseos. Mi madre, como algunas personas, tenía sueños frustrados, uno de ellos era ser Miss Tailandia y ser una gran actriz, pero no parecía tener la belleza o el talento suficiente. Por lo que supe, su obsesión era tal, que lloró cuando supo que estaba embarazada de mí, no precisamente por la felicidad, ya que ser madre y tener sueños y metas no iban de la mano, al menos no cuando se trataba de ser una mujer que destacara en los objetivos que ella aspiraba. Mi padre soportó esto hasta cierto punto y luego se divorciaron cuando yo era pequeña, pero mi madre, con algún tipo de artimaña dramática, se quedó conmigo. Hubiera preferido irme con mi padre. Dicho esto, mamá tiene un pequeño café y me decidí a estudiar administración de empresas para ayudarla a hacerlo crecer, sin embargo, mamá tenía otros planes para mi futuro. Aunque si he ido a escuelas normales y pude graduarme en lo que deseaba, ella se dedicó a invertir más en clases de actuación y de canto, incluso de baile, cosas que aborrecía, pero no pude negarme, ya que era mi madre y deseaba hacerla feliz. Me miro al espejo y no sé si la que veo soy realmente yo o lo que mi madre moldeó. Mis amigas, o la falta de ellas, me hacía ser alguien bastante tímida, por lo que me cuesta relacionarme con las personas. Recuerdo que una vez me enamoré de alguien, creí que esa persona yo le importaba, mi madre animó mi amistad, sin saber lo que había en el fondo y, mientras yo buscaba alguien que me comprendiera, mi madre un trampolín para mi carrera, a pesar de ser yo demasiado torpe, esa persona se aprovechó de mí, tomando mi primer beso, mi primera experiencia sexual, y mis lágrimas, por lo tanto, volví a cerrarme. Mi madre no ama a la Freen que es inteligente, y aquella persona no amaba mi sinceridad, al final, con mi padre en otro país y yo demasiado avergonzada para contarle, estaba sola con mi dolor. Me refugié en la actuación, siendo lo que mi madre esperaba, y convirtiéndome en otra persona, escapando de Freen Serocha. Hoy camino en la calle, compro una revista y veo mi rostro en una de las páginas, para luego botarla a la basura. Lo tesoro es una cámara fotográfica digital que mi padre me regaló en mi cumpleaños, diciendo que fotografíe todo lo que me haga feliz. Curiosamente nada de lo que fotografío son personas, sólo animales y paisajes. Me pregunto cada día, si algún día tomaré la foto de una persona.



-Hasta ahora ninguna parece lo suficientemente buena. -Dijo el director de casting al director mientras miraban las fotos de algunas de las candidatas para interpretar a mi coestrella. La verdad a mí me daba igual y ese era lo que tanto les molestaba. Me trataban como la gran estrella en acenso y yo sólo quería terminar de grabar y tener un poco de tiempo libre.



-Tiene que tener química con la señorita Serocha.



Miré con desinterés algunas de las fotos y seguía sin parecerme un gran problema, todas se veían lindas y dulces para mí, lo suficientemente buenas para el papel de Mon. Mi mirada se detuvo en la foto de chica caucásica de la otra semana, perece que lo hice por demasiado tiempo, porque el director se dio cuenta, así que señaló a la chica.



- ¿Te gusta ella?



-Es linda, supongo. -Respondí tratando de sonar indiferente.



-Es bueno si ella te gusta, lo hará más fluido. Aunque es menos conocida que las demás. ¿Sería eso bueno?



-Una cara conocida con una nueva es bastante razonable. Una buena promoción. -Respondió el director de casting rascándose la cabeza. Pensé que a mi madre le gustaría eso, ya que entonces las personas se fijarían bastante en mí y no me compararían con una chica con más experiencia. Me sentí rastrera por pensar así, especialmente dado a que detesto llamar la atención, pero todo se trataba de mi madre y sus deseos.



-Ella me gusta. -Dije y con eso parecía que habían tomado una decisión.



Mi casa no era la gran cosa, una casa de clase media corriente de dos pisos, pues nos mudamos apenas mi carrera iba en aumento, al menos tenía un patiecito y una reja con muro, por lo que era muy privado, mi coche tampoco era tan extravagante, un escarabajo azul noche. Cuando entré mi madre estaba viendo uno de los comerciales que recientemente había filmado, y antes de poder escapar a mi habitación, ella me descubrió.

¡El Ship no puede hacerse realidad! - FreenBeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora