¡El Ship no puede hacerse realidad! - FreenBecky

Capítulo 18: Ya he tenido suficiente

(Nota de la escritora: El siguiente es el capítulo final y luego faltará solamente el epilogo. Espero que les haya gustado todo hasta ahora. Luego de terminar esta seguiré con “La belleza en el espejo” Me encantaría si le dieran una oportunidad, pues esa historia tiene mi corazón. Porfis, déjenme sus comentarios y denme una votación con la estrellita de al principio, denle una oportunidad a las demás historias que me esfuerzo mucho y recomiéndenme para que más personas puedan disfrutarlo. En patreon estoy como faniamorey, me ayudarían muchísimo apoyando mi trabajo. Sin más que decir, sigamos con el capítulo.)

   Miro a N´Becky acostada en la cama, la idea de ayudarla, marcarla nuevamente para que no sólo estuviera bien, sino que volviera a ser mía me atraía, el problema es cuando la razón lucha contra el corazón. Me sentía herida y temerosa, pues, si resultaba, quería decir que ella me había mentido. Me dejaron sola con ella, ya que es algo que prefería hacer en privado. Ya la había visto desnuda, ya la había tenido en cuerpo y alma, así que subí a horcajadas en ella, alegrándome de traer pantalones, quitándome evidentemente los zapatos, rompí la bata de hospital de su cuerpo y me ruboricé al ver los pequeños pechos. Deseaba tocarla, pero no me atreví, aunque mis dedos picaran por recorrer su garganta, clavícula y la circunferencia de su busto. Me incliné y arrimé mi cabello a un hombro, le di un pequeño beso en los labios, demasiado ínfimo para ser satisfactorio, apenas un suspiro de mi deseo, llevando mi boca al ligero purpureo que había entre su cuello y hombro, la miré por un instante y la mordí, dejando una lagrima derramarse mientras mi vientre se apretaba dolorosamente, hasta que finalmente se calmó, tan precipitosamente que apenas podría decir que el malestar estuvo allí. Volví a sentarme casi sobre ella mientras miraba mi marca en su cuerpo, ya no morado para ser ligeramente rojizo. Me bajé de su cuerpo y me senté en una silla cercana. Sabía que su familia vendría dentro de poco y yo no estaba lista para responder a sus preguntas, pues yo misma estaba muy confundida. Mi padre me dijo una vez que, su cierras los ojos, puedes sentir a tu hijo, que siente, cuanto son y su salud, algo que no puede saber un beta a menos de que tenga una máquina, nosotros sentimos a nuestra familia. Por lo que cerré los ojos y pude sentir el miedo de mi bebé disminuyéndose, como si supiera que ya estaba aquí. ¿De verdad mi bebé siendo tan pequeño podía sentirme? Tal vez era por la nueva calma al saber que ella estaría bien, pero sentí algo más, algo mucho más poderoso. No sólo mi amor por las criaturas frente a mí, sino que era más de uno. No era mi bebé, eran mis bebés, así que mi corazón dio un vuelco y sentí mis lágrimas al borde de la superficie. Una nueva ola de rabia apareció. ¡¿Por qué N´Becky no me lo había dicho?! Pude sentir a N´Becky despertarse.

—P´Freen… Estás aquí. —Sonrió, pero no me atreví a devolverle la sonrisa. — ¿El bebé está bien? —Preguntó y me di cuenta de que no sabía que eran dos.

—El bebé lo está, tú también. El doctor dijo que fue por estrés, aunque también se debió al rechazo de la marca. —Respondí sin molestarme en corregirla, la frustración era demasiado grande como para preocuparme por eso.

— ¿Rechazo? ¿Entonces no estaba infectada?

—Casi. El cuerpo lo rechazó, por lo que se negaba en sanar. Estuvo a punto de matar al bebé. —Dije con la voz rasposa. — Te borraron la marca, pero no fue suficiente. Les costó mucho deducir que el dueño de la marca y el bebé no estaban enlazados. Puede que los betas tengas bebés con cualquiera, pero los alfa y omega siempre tenemos bebés con nuestra pareja de por vida. Así que, cuando yo misma comencé a enfermar, sintiendo un poderoso dolor en el vientre, pude entenderlo. Tuve que marcarte para salvarte a ti y al bebé. ¡Para no perderlos a ambos! —Expliqué ahora completamente enfurecida. — ¡¿Por qué no me dijiste que el bebé era mío?!

—Yo…. yo… ¡Lo siento! ¡Lo siento, P´Freen! ¡Yo quería decírtelo!

— ¡Querer no es lo mismo que hacerlo! ¡¿Lo hubieras hecho alguna vez?!