Capítulo 10: Es por el celo, tiene que ser.

1.8K 165 18
                                    

(Nota de la escritora: Gracias a la persona que mencionó que escribí mal el nombre de Freen que no es Serocha sino Sarocha, tendré más cuidado la próxima, es que el nombre me confunde. Les recuerdo que tengo problemas con la computadora, está súper lenta y necesito cambiarle todo, así que desde aquí si no sé cuándo podré publicar otro. Si desean ayudar estoy en patreon y así podré arreglar la computadora. Perdonen la interrupción, comenten y sigamos con la historia. Un abrazo.)

Creí que por vivir sola P´Freen compraría un departamento de soltera, para mi asombro, ella compró una casa de dos plantas. No era muy grande, pero tenía un jardín bonito y perfecto para un columpio, un garaje para su coche, tres habitaciones, un baño, una amplia cocina y la sala de estar. Los de la mudanza no era tanta gente cómo lo imaginé tampoco, apenas traían algunas cajas y, según P´Freen, algunos solamente eran servicios de entrega de muebles que había comprado, así que ella me hacía hecho una lista y ambas marcábamos los muebles que iban llegando. Mi mirada iba a P´Freen de vez en cuando, que traía un suéter de tela delgada blanco y vaqueros. Cada vez que ella me sonreía o me tocaba, sentía mi pecho acelerarse, siendo bastante molesto. En ese momento choqué con uno de los repartidores que había traído los muebles.

—Lo siento. —Dije al sentirme tambaleante y el sujeto, alto y ligeramente bronceado me sujetó antes de que cayera que, para mi sorpresa, a pesar del celo, no me producía la misma sensación que P´Freen, por lo que pensé que era por la gran cantidad de inhibidores que había consumido en la mañana.

—Discúlpame tú también. —Respondió y sude sentir su necesidad, sus pantalones se abultaron en su entrepierna. ¡El chico era alfa! —Estás en celo y no estás marcada… Puedo sentirlo. —Jadeó arrinconándome contra la pared de la cocina. ¡Maldición, odiaba tanto ser omega! Quise gritar, pero él tomó mi mano y la colocó sobre su miembro abultado. —Puedo darte lo que necesitas.

— ¡No lo quiero! ¡Déjame ir! —Chillé siendo presionada, su mano apretando con rudeza mi muñeca para mantenerla en su ingle.

—Lo necesitas, es lo que toda omega necesita y yo estoy listo para dártelo. —Susurró desagradablemente en mi oreja. Para el alfa era muy difícil controlarse cuando el celo de un omega era muy fuerte. ¡¿Realmente es tan fuerte como para que él pierda el control?! —Vamos, te va a gustar.

— ¡Te dije que no me tocaras, imbécil! —Grité golpeando su entrepierna, pues, aunque sentía mi celo fuerte, era lo suficientemente controlable. ¡Y yo no quiero que mi primera vez sea con un desconocido idiota! Afortunadamente había tomado clases de defensa personal. El cretino se dobló de dolor y el estruendo consiguió que P´Freen llegara con un rostro lleno de angustia.

— ¡¿Qué ha pasado?! ¡¿Estás bien?! ¡¿N´Becky?!

—Estoy perfectamente, pero este cretino se pasó de la raya. —Expliqué molesta, P´Freen pareció entenderlo, por lo que agarró al idiota del cuello de la camisa y lo arrastró a fuera de la casa.

— ¡Voy a dar una queja a la empresa de los muebles y eso te dará una lección! ¡A ver si perdiendo el trabajo te hace escarmentar!

— ¡Perdóneme, por favor! —Imploró en sujeto ahora de rodillas. — ¡No sabía que ella estaba tomada!

— ¡Ya sea que tenga pareja o no! ¡Nunca se obliga a nadie a hacer lo que no quiere! ¡Nunca te atrevas a tocarla de nuevo! —Gritó sujetándolo de nuevo del cuello para mi horror, esta vez impactándolo contra el muro que separaba el jardín de la calle. — ¡O te mataré yo misma!

— ¡P´Freen, para! ¡Es suficiente! ¡Estoy bien! —Grité intentando detenerla, pero ella ya estaba fuera de control, golpeando al cretino. ¡Si no paraba sería ella la denunciada!  —¡Detente! ¡P´Freen!

¡El Ship no puede hacerse realidad! - FreenBeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora