¡El Ship no puede hacerse realidad! - FreenBecky

Capítulo 09: ¡Esto no debería estar pasando!

   ¡Oh, no, no, no, no! ¡Esto es malo! Fue lo que pensé mientras iba a paso acelerado al baño. Agarré con fuerza el mesón del lavabo mientras veía mi rostro ruborizado en el espejo. Mi cuello pulsaba, así como mi pecho y las caderas. ¿Acaso estoy en celo? No podía ser, ya lo había pasado, tomaba pastillas de forma regular. Recordaba cuando Heidi trataba de tener sexo conmigo, era emocionante y erótico, pero nunca me había dolido, ahora la necesidad era casi insoportable. El rostro de P´Freen es hermoso, sus labios eran gruesos, su mirada intensa, su aroma, ella tiene un olor tan agradable, su tacto también lo es… y sus dientes. ¡Dios, sus dientes! ¡Yo quise que mordiera más fuerte! ¡Tiene que ser el celo! ¡Yo no puedo pensar a si de una amiga! ¡Yo tengo una novia! Mis pensamientos se arremolinaban terriblemente, especialmente mientras limpiaba la sangre falsa del cuello, consiguiendo que recordara su boca caliente en mi piel, consiguiendo que mi vientre pulsara de nuevo. Heidi y P´Freen son dos mujeres totalmente diferentes, pues, mientras Heidi era apasionada, dominante, madura, elegante y sexy, P´Freen era tímida, preciosa, dulce, vulnerable, atenta y completamente encantadora. Heidi era el arquetipo perfecto de una alfa, mientras P´Freen era alfa por su olor y… Coloqué ambas palmas en mis mejillas y sacudí mi cabeza para evitar pensar en aquello. ¿Realmente estoy pensando en lo que mi amiga tiene entre sus…? Levanté el rostro al salir del baño ya limpia, pero necesitando un cambio de ropa, entonces vi a P´Freen mirándome con preocupación y una sonrisa tranquilizadora. ¡Ella es tan hermosa! Me sentí supremamente avergonzada, deseando que la tierra se abriera y me tragara.

— ¿Te encuentras mejor? —Preguntó P´Freen al acercarse.

— ¡Sí! Eh… ¡Claro!... ¿No hace calor? —Pregunté desviando la mirada, ella arqueó una ceja y me miró con todavía más preocupación.

—Hay aire acondicionado, así que está bastante fresco. ¿De verdad estás bien? 

—Por supuesto, creo que sólo es agotamiento.

—Bien… ¿Puedo pedirte un favor?

— ¿Un favor? ¿Qué es? 

—He decidido tomar las riendas de mi vida. Me voy a mudar de la casa de mi madre a un lugar propio. ¿Podrías ayudarme a vigilar a los de la mudanza y a desempacar? No creo poder yo sola. Podemos tener fiesta de pizza y helado, conseguiré tu favorito.

—Eh… Claro… ¿Por qué no?

—Fantástico. Te avisaré cuando vaya a mudarme oficialmente.

— ¿Y tu madre estuvo de acuerdo?

—Claro que no, pero no me importa. Hablando de otra cosa, se me olvido preguntar por Patrick. ¿Cómo está él?

— ¿Patrick? Él está mucho más animado que antes. De hecho, te adora más que nunca. ¡Su habitación está completamente llena de fotos tuyas! Creo que ahora está dispuesto a casarse contigo y darte un hijo.

— ¿Y no le importa que sea diez años mayor que él? —Dijo con una encantadora risita que me revolvió el estómago. ¿Desde cuándo P´Freen se hizo más hermosa sin darme cuenta?

—Eres su heroína, te dará todos los que quieras.

—Tal vez espere a que sea mayor, ya que él es tan lindo como su hermana mayor. Tener un bebé de tu familia haría a mis hijos hermosos. Vamos a cambiarnos de ropa, para poder llevarte a casa.

—Claro… Gracias, P´Freen.

   Me quedé un momento paralizada mirando su espalda. ¿Hijos de mi familia? ¿Heidi alguna vez se ha planteado tener hijos conmigo? P´Freen me hace sentir cómoda, salimos a todas partes, no importa a donde yo quiera ir, siempre puedo contar con que P´Freen estará allí, sabe lo que me gusta o no me gusta comer y tenemos gustos de música similares. Siempre pensé que sabía lo que era el amor, la persona a la que admiro y que me hace feliz estar a su lado, emocionándome con su presencia, mientras que con P´Freen hay una naturalidad en el estar una junto a la otra. Me recordé que tengo novia, P´Freen es mi mejor amiga, además, yo no le gusto. Ella es siempre dulce conmigo, lo es más con todos cada día, abriéndose. Me gustaría pensar que ese cambio en ella es gracias a mí. ¿Y si perdiera a P´Freen? No creo soportarlo, no puedo verme ahora sin ella. ¿Puedo estar siempre contigo, P´Freen? Aunque tenga novia… ¿Seremos amigas por siempre? ¿Podrías seguir sonriéndome de esa forma? ¿Puedo ser en quien siempre te apoyes cuando te sientas triste o necesites ayuda? Sea como sea, caminé tras de ella, porque esta emoción confusa no evitará que esté a su lado.
 
   Había llegado el momento que más me aterraba, y no únicamente porque era la primera vez que lo hacía, sino que sería con P´Freen y todavía estaba teniendo estos sentimientos confusos. Tomé los inhibidores para estar más segura, P´Freen y yo estábamos escuchando las indicaciones del director, yo con una bata de seda color rosa y P´Freen con una negra. ¡Era la escena en la que intimarían por primera vez! P´Freen estaría sobre mí casi desnuda, con sus menos en mi cuerpo, así que imploré que no pasara nada extraño o que arruinara la escena. “¡Son Mon y Khum Sam! ¡Son Mon y Khum Sam!” Me repetí insistentemente. Creí que me desmayaría.

—Háganlo como se sientan más cómodas. Improvisen. ¿De acuerdo? —Inquirió y ambas asentimos. P´Freen lucía muy concentrada en el libreto.
  Ambas nos acostamos en la cama de Khum Sam y esperamos hasta que comenzaran la escena, cuando recibimos las indicaciones, tragué dolorosamente buscando valor por donde no tenía. 

—Kum Sam. —La llamé suavemente. — ¿Estás dormida?

—No. —Respondió lacónicamente.

—Te amo. ¿Sabes? Aunque esté enojada.

—Te amo, Mon, aunque estés enojada. —Sonreí al mismo tiempo que ella se giraba para sonreírme.

— ¿Me besas, Khum Sam?

  Ella se sujetó con un hombro para acercarse a mí, me sujetó el rostro con la otra mano y me besó cándidamente. ¡Qué bien besa P´Freen! Pero seguía sintiendo que estaba haciendo algo incorrecto, no por el hecho de hacer una escena íntima, sino la presión en mi vientre entre cada beso. Heidi dijo que si no sentía nada estaba bien. ¡Esto no estaba bien! ¡P´Freen es mi amiga! Pude escuchar que cortaban la escena y nos detuvimos.

—Estás muy tensa y se ve forzado. Iniciemos de nuevo.

— ¡Perdonen! —Grité y vi la mirada llena de preocupación de P´Freen.

Iniciamos desde el principio y seguimos con los besos. Su lengua jugando en mi boca, sus labios devorando los míos, mientras yo arrimaba su cabello tras su oreja para que no estorbara, abrazándola. Su figura en mis manos, nuestras respiraciones entre beso y beso. Me sentí caliente, mi alma la deseaba y mi cuerpo reaccionaba. La sujeté con una mano el cuello para que profundizara el beso y ella raspó los dientes en mi garganta. Besó mis nudillos y me miró a los ojos. Es Khum Sam, tenía que recordarme que la que me miraba tan intensamente era un personaje, no P´Freen, ella era solamente una muy buena actriz. ¿Por qué mi piel me arde? ¿Por qué quiero presionar mis caderas contra ella? ¿Por qué deseo tanto que me muerda? Estoy enloqueciendo. 

—Mi Khum Sam. —Murmuré apenas audiblemente y ella sonrió con más intensidad a mis palabras, dándome besos en los labios y en la frente. Tomé su mano y la llevé bajo la bata rosa de seda. Ella apretó mi seno y gemí. ¿Ese gemido era mío o de Mon? ¿Cómo los demás pueden separar estas sensaciones o es porque es P´Freen quién me toca? ¡Es Khum Sam, no P´Freen! ¡Recuérdalo! ¡Ella es la Khum Sam de Mon! ¡Yo soy Mon!

—Mon… ¿Segura que quieres hacer esto?

—Siempre lo he querido. —Musité. ¿Qué es lo que he querido? ¿Qué deseo? ¡Soy yo o Mon? Tiene que ser Mon. ¿Cierto? Yo no anhelo nada, tengo a Heidi.

  Khum Sam me ayudó a desnudarme, su cuerpo sobre el mío, y no sentí frío, sus pequeños besos en mi rostro me reconfortaban, sus uñas me rasparon ligeramente hasta llegar a mis muslos, ella acomodándose entre mis piernas. Sus labios recorrieron mi cuello, mordieron mi clavícula y me miró los pechos. Por la vergüenza tapé mis ojos con los brazos mientras sentía que sus labios bajaron por mi clavícula en dirección de los senos. Besé la coronilla de su cabeza, acerqué su rostro a mi pecho mientras. Esto era una actuación, una manta nos cubría, la mano de P´Freen estaba en el colchón, justo entre mis piernas, demasiado cerca. Dios, tiene que ser el celo, sino, por qué desearía tanto que subiera su mano y me tocara realmente. ¡Esto estaba muy mal!

—Me alegro de que le pregunté a las demás cómo hacerlo. Jim me dijo que me quitara las uñas postizas y lo hice. —Sonrió con orgullo, mientras fingía tocarme. Mi cuello pica por su mordida.

—Khum Sam. —Jadeé. ¡¿Realmente esto era una simulación?! La gente nos miraba, nos grababa. ¿Cómo podría ver a los ojos a P´Freen o a Heidi?

—Mon, tu voz es preciosa. —Dijo sonriente con besos en mi cuello. —Lo hiciste muy bien.

—Tú lo hiciste bien. —Contesté con un suspiro.

—Tienes lindos chillidos al llegar.

— ¡¿Por qué tenías que decir eso?! —Tapé mis ojos por la vergüenza. ¿Mi vergüenza o la de Mon?

—Es cierto, tienes una voz muy linda. Tus chillidos y gemidos son lindos.

— ¡Cállate! ¡Cállate, por favor!

—Pero tu querías que dijera lo que pienso y es eso. Me gustas desnuda bajo de mí, como te sientes mientras te beso y te toco, y tus sonidos que son adorables. Me encantó hacerlo con Mon. ¡Quiero hacerlo muchas veces!

—Estás loca. ¿Sabías eso?

—Estoy loca por ti, Mon.

—Tú también eres linda, Khum Sam. —Dije y levanté los labios para que ella pidiera besarme y pequeños besos fueron depositados alegremente.

—No es justo que sea la única estando desnuda… Y también quiero tocarte. 

—No puedes. —Señaló mis uñas. —Quítalas primero y veremos.

— ¿Por qué no me dijiste antes que debía quitarlas?

—No me dio tiempo. —Respondió como si ocultara algo. P´Freen era realmente buena, es como si nada hubiera pasado. ¿Era así con los otros con los que pudo hacer este tipo de escenas? ¿Ella no sentía nada al igual que Heidi?

—No lo hiciste y fue a propósito. ¿No es así?

—Eso no importa ya, ahora somos de las dos y tú eres mía… Sin el celo de por medio… solamente nosotras.

—Es verdad… sólo nosotras. —Me besó y sujeté su cabello para detenerla. —Me las quitaré y será tu turno.

—No si yo te tomo primero. —Dijo con una sonrisa burlona hasta que escuchamos que cortaron la escena. Me pregunté si estaba tan ruborizada como me sentía. — ¿Estás bien, N´Becky? ¿No hice nada que te incomodara?

—No… P´Freen siempre es muy atenta. —Dije, pues ella parecía realmente preocupada, y entendí que ella de verdad no quería que me sintiera mal o presionada. P´Freen siempre cuidaba de mí de esta forma, aunque ella no parecía muy convencida, por lo que simplemente me limité a sujetar su brazo en un abrazo, por lo que mi cuerpo vibró con el contacto de nuestra piel. — ¿Cuándo vas a mudarte?

—Pasado mañana. ¿Todavía puedes ir?

—Prepara la comida chatarra e intenta detenerme.

   Tras llegar el día de la mudanza de P´Freen me preparé con pantaloncillos, un suéter deportivo color rosa con un estampado de Sailor Moon, y sí, me gusta mucho ese anime, tomé mi mochila con un cambio de ropa, bajé las escaleras apenas con los calcetines, pues recordé dejar mis zapatos en la entrada de la casa. Al ponerme los tenis blancos fui interceptada por Patrick.

— ¿Vas a ver a P´Freen? —Preguntó y yo asentí en respuesta, para luego encontrar que me colocaba una caja de cartón envuelta en un papel de regalo con un enorme lazo y una tarjeta. — ¿Puedes dárselo de mi parte?

— ¿Un regalo?

—Ella seguro se tomó muchas molestias al ir a conocernos, por lo que quiero darle las gracias por animarme… Y si es posible volver a verla para agradecerle en persona. —Decía con voz temblorosa y completamente ruborizado, algo que me pareció adorable, pues mi hermano de catorce años siempre era muy retraído. Por lo que me lancé a abrazarlo. — ¡Oye! ¡Quítate!

— ¡Qué lindo eres cuando estás enamorado!

— ¡Quítateme de encima mujer acosadora!

—Recuerda que ella es mucho mayor que tú. —Me burlé mientras le desordenaba el pelo con las manos.

— ¡Tú solamente dáselo y déjame tranquilo! —Gritó corriendo a su habitación.

   Subí al taxi que ya me estaba esperando, en el trayecto vi los anuncios de productos que ella había realizado. No hay forma de que Patrick no la quisiera, P´Freen, mi amiga, era una persona muy singular.

Continuará.....