¡El Ship no puede hacerse realidad! - FreenBecky

Capítulo 16: Colapso

(Nota de la escritora: Espero que les esté gustando, aquí a Heidi trato de hacerla una buena villana, espero estarlo haciendo bien, seguro que la original es una persona maravillosa, esto es sólo ficción. Además, falta muy poco para terminar, puede que dos capítulos como mucho. Porfis, déjenme sus comentarios y denme una votación con la estrellita de al principio, denle una oportunidad a las demás historias que me esfuerzo mucho y recomiéndenme para que más personas puedan disfrutarlo. En patreon estoy como faniamorey, me ayudarían muchísimo apoyando mi trabajo. Sin más que decir, sigamos con el capítulo.)

   Tuve un dulce sueño, era P´Freen siendo quien me acompañara al altar y ella a ella a la que yo aceptaba como mi compañera. Desperté apretando las sabanas, viendo mi infantil habitación, llena de posters de ídolos, de personajes de anime y la foto de P´Freen me observaba, la imagen de una alfa poderosa, recordándome que esa era la vieja imagen que tenía de P´Freen, ella no es dominante, sino protectora, además de dulce y muchas veces vulnerable. Definitivamente era la clase de madre que podría querer para mi bebé. Me levanté, me coloqué un vestido azul cielo simple y, descalza, bajé las escaleras para encontrarme a la organizadora de bodas hablando con mi madre. ¿Qué hace aquí tan temprano? Mi madre parecía entusiasmada, yo simplemente me sentía miserable. Ignoré todo aquello, pues me causaba mucho estrés. Me dirigí a la oficina de mi padre, viéndolo vestido con ropa informal y me acerqué a él. Apenas tenía cerca de veinte años y ya iba a tener un bebé e iba a casarme, todo eso acabaría conmigo.

—Papá… ¿Puedo hablarte un momento? —Pregunté deseando correr, pero tragué, pues necesitaba ser sincera con él.

—Dime, pequeña. —Respondió distraídamente, sin apartar la mirada de la computadora portátil. Odiaba eso de él.

—No creo que pueda casarme con Heidi. —Confesé y mi padre levantó la mirada de golpe, casi sintiéndola dolorosamente en mi pecho.

—Ya hablamos de eso, tienes que hacerlo, no sólo se trata de nosotros, se trata de mucha gente que perderá su empleo. ¿Lo entiendes?

—Lo entiendo y me hace sentir muy mal, pero… —Tartamudeé y busqué valor. Deseaba tanto sujetar la mano de P´Freen. Ella me amará si llega a saber de nuestra hija. ¿Cierto? Respiré profundamente.  — ¡Estoy embarazada!

—Oh, no, no, no, no. ¡Dime que no es verdad!

—Es verdad y no es de Heidi, es… es de la persona que amo.

—Maldición. —Masculló. — ¿Alguien más lo sabe?

—Se lo confesé a Heidi.

— ¡¿Qué fue lo que dijo?! —Exigió saber mientras golpeaba el escritorio con las palmas de las manos.

—Que estaba dispuesta a aceptarlo mientras nadie supiera que no es suyo.

—Bien, bien…. Todavía estamos salvados.

— ¡¿Acaso te estás oyendo?! ¡Te dije que no es de ella! Incluso si ella lo acepta, tengo que decirle a su verdadera madre que…

— ¡De ninguna manera! ¡¿Sabes en qué posición nos dejaría eso?!

— ¡No puedo no decirle a esa persona que va a ser madre!

—Puede que mis malas decisiones nos pusieran en este predicamento, pero eres la única que puede salvarnos. Si destruyes esto serás tan culpable como yo de la perdida de muchos empleos. ¿Puedes acaso con esa responsabilidad?

—No puedo creerlo. —Dije sintiendo mis lágrimas empapar mis mejillas sin control. — ¡¿Por qué tengo que ser responsable?! ¡Le estás quitando a una madre a su hija! ¡Me estás alejando de la persona que realmente amo! ¡Se supone que debes proteger mi felicidad no venderla!