Capítulo 05: Mi nueva amiga

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Realmente me sorprendí al ver cómo era P’Freen, no era inaccesible sino tímida de una forma adorable, no tan imponente cómo la hicieron ver los medios. Era algo torpe y sonreía, soportaba la risa al interpretar a Khum Sam y, de alguna forma, me encontré observándola a la menor oportunidad. Ella era completamente diferente a cualquier alfa que haya conocido, todos alardeando de cuan dominantes eran, mientras que P´Freen no era particularmente intimidante, por lo que imagino que su fama es por su inaccesibilidad. P´Freen parecía demasiado incómoda cuando otros trataban de hablarle. Me pregunté si ella tendría más amigos, pero ella nunca lo mencionó y yo no le pregunté. Estábamos grabando una escena en la que Mon era mojada a la fuerza por Khum Sam debido a su perfume barato. Khum Sam levantó la jarra y me dispuse a quitársela, ambas forcejeando antes de que el contenido me cayera en sima por lo que chillé al sentir lo fría que estaba, algo de esa agua le cayó a P´Freen que inmediatamente corrió a la mesa donde estaban las toallas dispuestas para la incómoda escena, mientras yo continuaba tiritando ella me cubría con ella.

— ¡El agua estaba muy fría! ¡¿Quién es el encargado?! ¡¿Por qué no calentaron un poco el agua?! ¡Ella podría enfermarse! —Gritó P´Freen mientras intentaba secarme con la toalla. 

— ¡Lo siento! —Repitió una y otra vez una mujer que imagino era la responsable de no revisar la temperatura del agua.

— ¡Tengan más cuidado!

—Tranquila, P´Freen, estoy bien. No pasa nada.

—Pero… —Ella agachó la cabeza con tristeza y sonreí. “Ella quiere ser buena amiga, que linda”, pensé. — ¿De verdad estás bien?

—Lo estoy. No es gran cosa.

  Tuvimos que rehacer la escena, lo cual fue bastante incómodo para mí, no obstante, P´Freen siempre parecía estar cerca de las toallas para comenzar a secarme, por lo que no supuso ningún problema y no me enfermé. Ella estaba evidentemente de malhumor mientras comíamos en el café cerca del estudio.

—Todavía estás disgustada. —Dije con una amplia sonrisa, P´Freen asintió dando otro mordisco a su sándwich.

—Fueron descuidados.

—Tampoco es que tuviera hielo o algo, sólo estaba sorprendida por estar más frío de lo que esperaba.

—Aun así, ¿Qué pasa si te enfermas?

—No me enfermo con facilidad. Además, te tengo para cuidarme… al parecer. 

—Crees que estoy exagerando. ¿Verdad? —Preguntó ruborizada.

—Un poco… pero agradezco tu preocupación. 

—No sé cómo hacer esto. —Nos señaló a ambas con un dedo. —La cosa de la amistad y la cercanía.

— ¿No tienes más amigos?

—Solía tenerlos, pero ya no más.

— ¿Y eso por qué? Eres una persona agradable, P’Freen.

—Mi madre es muy estricta en cuales son los que puedo tener a mi alrededor. Cree que me atrasarán y evitarán que cumpla las metas que ha dictado para mí.

—Tal vez sí te parezcas un poco a Khum Sam. Estar sola por alguien que cree saber que es lo mejor para ti.

—Cierto… aunque yo no amenazaría a mis empleados o acosaría a nadie. Ella es un poco loca en esa parte.

—Tienes razón. —Asentí bebiendo mi jugo de naranja y mirando la gran ventana que nos dejaba ver el estudio. Descansé la barbilla en la palma de la mano, con el codo en la mesa. — ¿Alguna vez te has enamorado? —Pregunté y tras no recibir una respuesta giré el rostro para ver el de P´Freen completamente acongojado. — ¿Dije algo malo? ¡No tienes que responder si no quieres!

—No, no. Está bien… Es una pregunta normal, supongo. —Ella parecía pensárselo un poco antes de contestar. —Sí, hace unos años. Una persona me gustó mucho, creí que yo le gustaba, que nos casaríamos y tendríamos una gran familia y todo eso. No funcionó… Me di cuenta de que me estaba utilizando, que era un experimento divertido o algo así. Acabé… decepcionada.

   Eso era una completa ambigüedad, P´Freen no sólo estaba decepcionada, estaba realmente herida. Estoy segura de que esa persona lo fue todo para ella hasta que rompió su corazón. Pensé en lo que sería de mí si pasara por lo mismo, así que, por impulso o simpatía, extendí mi mano y sujeté la suya. P´Freen sonrió, fue una sonrisa triste, pero pude ver en su mirada que realmente apreciaba el apoyo. Ese día me hice una promesa; “Cuidaré del corazón de P´Freen de ahora en adelante.” Tal vez una omega podría cuidar de una alfa por primera vez. 

   Yo todavía no conocía a todo el reparto, algunos trabajaban por separado en sus escenas, estaba segura de que P´Freen tampoco los conocía a todos, pero sí a la mayoría. Para los días siguientes había unas escenas en las que ella trabajaría junto con otros personajes, así que yo tenía el día libre, algo bastante raro por ser la protagonista. El ritmo era ciertamente diferente al que estaba acostumbrada, pero no me arrepiento, me encanta el protagónico, me encanta el personaje y trabajar con P´Freen. Recibí un mensaje de ella que se quejaba por el repentino calor y sonreí, deseándole que soporte junto con una pegatina de un perrito animado, mientras me columpiaba en el columpio de la casa y en ese momento vi el coche de Heidi, por lo que me levanté de un salto y fui a su encuentro. Me encantaba ver a mi hermosa novia. 

— ¡Que sorpresa! ¡¿Qué haces aquí?! Creí que tenías un nuevo proyecto.

—Oh, lo tengo, pero ya terminé y preferí pasar a verte e invitarte a comer.

—Déjame arreglarme y voy contigo.

   Hasta donde sabía, Heidi estaba trabajando en dos proyectos, el mismo que el mío, aunque no habíamos coincidido todavía, y otro en el que era protagonista. Subí a mi habitación me coloqué una camiseta blanca, una chaqueta de mezclilla junto con una falda del mismo material y tenis, bajé y ella me abrió la puerta caballerosamente. 

— ¿Todavía te molesta tu coestrella?

— ¿P´Freen? No, claro que no. Ella es tímida, pero no es mala persona. Nos hemos estado llevando bastante bien.

—Sí ella te sigue molestando me lo dices, puedo encargarme.

—Gracias, pero estoy realmente bien ahora.

    Era curioso, pero me encontraba pensando en P´Freen a pesar de estar en el auto de mi novia, aunque normalmente estaría feliz por poder estar juntas. P´Freen era alguien normalmente solitario, por lo que me preocupe por ella. ¿Con quién comería en los recesos? ¿Se sentía sola? ¿Me extrañaría? Fueron mis pensamientos, ruborizándome al recordar el beso que compartimos, algo que todavía no habíamos hecho frente a la cámara. Nunca había besado a nadie más que no fuera Heidi.

—Heidi… —Tragué saliva. — ¿Cómo se siente cuando besas a un compañero o compañera en medio de una filmación?

— ¿Te refieres a cuando interpretas a amantes?

—Exacto. ¿Sientes algo?

—Nada, particularmente. Hay que recordar que es son los personajes. El problema es cuando no se cepillan los dientes. ¿Por qué?

—Es que es mi primer protagónico y hago de amante de P´Freen. Estoy un poco nerviosa. —Admití y ella sonrió.

—Mientras no ames u odies a esa persona, no hay nada que se necesite sentir. Hablo de tu compañero de actuación.

—Gracias. —Sonreí y dejé mi cabeza descansar en su hombro.

   La comida había sido buena como siempre, lo que tampoco cambiaba era que íbamos directamente a su casa, pues nadie debía vernos salir como pareja. Era bastante triste, pero su explicación era que estaba en un momento en el que tendría que aparentar estar soltera, no pude comprenderlo hasta que me dijeron que era mejor que pareciera que yo tenía química con P´Freen, aunque no lo mencionaría a Heidi, era demasiado extraño para mí todavía. Heidi me sirvió una copa de vino y me la entregó, su sonrisa era tranquila.

— ¿Te gustó?

—Mucho. —Respondí con un asentimiento.

—Muy bien. —Dijo simplemente para luego sujetar mi barbilla y lamer el vino en mis labios. Se sentía demasiado bien. Dejé que sus labios se demoraran en los míos, hasta que escuché el sonido del móvil. Era un mensaje, pero Heidi no me dejó tomarlo, sujetó mi móvil y lo colocó en la mesa, para luego seguirme besando y metiendo sus manos en mi camisa, hasta tomar los pechos. —Quisiera ir un poco más lejos esta vez.

   Asentí permitiendo que me quitara la camisa, mientras besaba mi cuello y mi pecho, bajando los labios hasta que sus manos estaban en la cinturilla de mi pantalón, su boca me hacía cosquillas en la piel, pudiendo ver a donde quería dirigirse al arrodillarse frente a mí. Respiré profundo tratando de soportar la timidez, hasta que el sonido del móvil se hizo molesto, ahora siendo el tono de llamada. El momento se rompió con un gruñido exasperado de Heidi que se levantó y me devolvió el móvil.

—Sea quien sea, deshazte de él. —Ordenó y asentí, atendiendo el móvil.

—Mi hermano está en el hospital, tengo que ir. —Dije acelerada y Heidi arrimó su cabello con la mano devolviéndome ahora mi ropa.

—No voy a poder salir contigo en unos días. Tengo la promoción del proyecto.

—Lo comprendo… Lo siento mucho.

—No importa. —Fue lo que respondió, pero se escuchaba bastante molesta. Era verdad que siempre era yo la que nos detenía, pues era muy insegura con respecto al sexo. No quería ser torpe o estúpida, teniendo ninguna experiencia. Suspiré pensando que la siguiente vez que ella lo intentará se lo permitiría sin interrupciones. Heidi ya me había tenido demasiada paciencia. —No puedo acompañarte, pero te pediré un taxi.

—Gracias… y realmente lo siento.

    Heidi no dijo gran cosa, simplemente llamó a un taxi que me recogió al poco tiempo. Al llegar al hospital, mi torpe hermano estaba lleno de golpes en su rostro y cuerpo mientras las heridas las limpiaba una enfermera. Me acerqué a él y me senté a su lado cuando la enfermera se retiró.

— ¿Qué es lo que ha pasado?

—Unos idiotas me estaban acosando por mi celo y tuve una pelea con ello.

—l ¿No te tomaste la pastilla?

— ¡Lo hice, pero tardó en hacer efecto! —Gritó al limpiarse una lágrima errante, por lo que sentí pena por él. Por eso mismo había comenzado a entrenar defensa personal, no deseaba ser acorralada o violada. Realmente deseaba saber qué hacer para dejar de verlo tan triste por lo que éramos. Una idea brillante cruzó por mi cabeza y quise darme una palmada a mí misma.

— ¿Quieres conocer a P´Freen Serocha?

— ¡¿De verdad?! —Chilló entusiasmado hasta que algo pareció pasar por su mente y volvió a estar decaído, esnifando su tristeza. — Ella no es cómo el resto de los alfas. ¿Verdad?

— ¡Ella no lo es! —Le aseguré. —Ella es una buena persona. De hecho, no parece un alfa. Es tranquila y respetuosa… ¡Hasta tímida!

— ¿Lo dices en serio? —Preguntó desconfiado.

— Y somos buenas amigas… La llamaré y le preguntaré si está disponible, podríamos ir por un helado los tres. ¿Quieres? —Pregunté y los ojos de Patrick brillaron y me sentí más tranquila, solamente rogaba porque P´Freen estuviera libre y no la molestará venir a conocer a mi hermano menor. Tomé el móvil y maqué su número, teniendo que hacerlo un par de veces más. — ¿Hola?

—N’Becky. ¿Pasa algo? —Escuché la voz de P´Freen demasiado cansada.

— ¿Todavía estas grabando? Es que necesito un favor que pedirte.

—Creo que terminaremos pronto. ¿Qué es?

—Es que mi hermano ha tenido un día pésimo y creo que conocerte se lo alegraría un poco. Podríamos comer un helado o algo, pero creo que estás muy agotada. Podemos dejarlo para otro momento.

—Puedo ir a recogerlos a donde sea, sólo necesito la dirección.

— ¿De verdad? No quiero ser una molestia.

—Una amiga no es una molestia, además, un helado con este calor sería bastante agradable. ¿Dónde estás?

—Te mandaré la dirección en un mensaje… Gracias, P´Freen. Eres realmente muy, muy dulce.

—Eh… No… Claro… No hay problema. Hasta luego.

—Hasta luego, P’Freen.

Continuará….😔

Aviso: Hola, espero que les haya gustado el capítulo, no he podido actualizar nada y no se en que momento podré volver a hacerlo, pues he tenido problemas con mi computadora, y no tengo dinero para comprarle las piezas que necesita nuevas. Son bastante caras y bueno, así están las cosas. He intentado hacer algo con patreon, pero no me ha servido de nada, por lo tanto me he dedicado últimamente a mejorar como dibujante, practicar con el doblaje usando mi celular, cosa que me está llamando mucho más la atención ya que hice un curso con eso, así que ando doblando voces de los dramas lésbicos chinos que subo a mi canal de youtube, telegram y tik tok de La leyenda de Fania. Claro, amo escribir, pero es un esfuerzo y tiempo que ahora tengo menos a causa del trabajo que sólo me da para comer día a día. Realmente odio tener que pausarlo, pero no puedo hacer nada. Espero que disfruten las historias que ya están publicadas, me encanta leerlos. Pero, aunque yo los lea, escribo es en un Word, lo que me permite editar y escribir, pues tengo problemas en el sistema nervioso y no soy de las que escriben en un celular, este capítulo ya estaba listo desde antes de que la computadora molestara y he tenido que escribir este mensaje desde el móvil. Un abrazo. 

¡El Ship no puede hacerse realidad! - FreenBeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora