CAP. 5

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Eran las 8:00pm del sábado, estaba preparándome para ir a casa de Jeon Jungkook para la fiesta.
Rosé dijo que Jimin pasaría por mi antes, ya que mi casa le quedaba de pasada para ir por ella; nos encontraríamos con nuestros cuatro amigos más tarde.

Mis papás estaban fuera, viajaron a Tailandia para arreglar algunas cosas con la otra casa, pues no la vendieron y decidieron mantenerla para ir en las vacaciones; ya que ellos no estaban, no había a quien rendirle cuentas sobre una hora de llegada o si quiera, pedir permiso para ir a dicha fiesta.

(...)

Después de pasar por Rosé, nos dirigimos a la mansión Jeon, en donde ya se encontraban Jisoo y Jennie a quien nos tomó por sorpresa verla algo molesta...

-¡Ay! Es una zorra... -soltó Jennie cuando nos acercamos.

-Hola a ustedes también... -dijo Rosé.

Jennie solo la miró y rodó sus ojos algo molesta. Jisoo se limitó a mirarnos y hacer una seña, insinuando que no era buen momento para bromear.

-¿Se puede saber que está pasando? -pregunté.- ¿Por qué estás tan molesta?

-¡Por eso! -respondió Jennie, quién estiró su mano y apuntó a dirección de la sala principal, en donde se encontraban, un Taehyung amable que cargaba cajas con botana y alcohol y, una Sana que rozaba sus manos en los brazos de él, al sostener las cajas y ponerlas sobre la barra del salón.

Jisoo solo la sostenía del brazo, evitando cualquier movimiento brusco que ella pudiera intentar; Rosé y yo solo mirábamos con atención aquella escena.

-Tranquila... -dijo Jimin.

Todas lo miramos, pues ganó nuestra atención.

-Iré a ver qué está pasando. Tae solo ayuda a Jungkook que seguro está entretenido en algún lado con Ji-eun... -continuó hablando, mientras tocaba el hombro de Jennie para calmarla un poco.- Mandaré a Sana para que busque a Lia, y se la quitaré de encima... No hagas coraje.

Jennie solo asintió. Jimin le dió un beso en la mejilla a Rosé y se fue a salvar la relación de su amigo.

(...)

Ya pasaba la media noche y no había rastro de aquel chico que se atrevió a besarme la noche anterior y, quien era el anfitrión de la fiesta.

Todo iba perfecto, el coraje de Jennie había pasado...
Saludamos a Jin cuando lo vimos arreglar la habitación de juegos para los que quisieran embriagarse jugando futbolito, billar, Beer Pong, póker, preguntas y respuestas, y todos esos juego que los adolescentes ebrios aceptan jugar para embriagarse aún más.

Fue hasta después de la 1:00am que decidí ir al baño... -él cuál Taehyung me dijo que estaba en el segundo piso.- mientras subía las escaleras, una molesta Ji-eun bajaba rápidamente... Y sin importarle nada, cruzó la puerta y salió de la casa dando un portazo brusco; decidí ignorar lo que había visto, pues no era asunto mío, tal vez había peleado con sus amigas o su novio o... solo estaba cansada y quería irse a casa.

Busqué y busqué, pero la puerta del baño jamás apareció... Decidí entrar a una de las habitaciones en donde, para mí suerte, había un baño libre. Al salir del baño, comencé a husmear en la habitación y entré en pánico cuando caí en cuenta a quien le pertenecía pero, al intentar salir de ahí ya era demasiado tarde pues, detrás de mi ya se encontraba aquel chico de ojos y cabello obscuros, mirándome con una sonrisa de lado.

-¿Te gusta lo que ves? -me preguntó alzando una ceja.

-Yo solo...estaba...buscando el baño... -agaché la mirada.

-¿Y lo encontraste? -sonrió aún más.- aquí hay uno, puedo acompañarte si tú quieres... -estiró su brazo en dirección a la puerta de dicho sanitario.

-No, no gracias... -respondí rápidamente.- ya... Lo encontré, no es necesario. -esbocé una ligera sonrisa.

Lo miré a los ojos algo nerviosa, y al mínimo contacto visual, retiré mi mirada decidida a irme...

-Lamento haber entrado, ya... Voy a... Ya me voy.

Dí al menos dos pasos, cuando lo escuché hablar.

-¿Sabes? -se giró hacia mi.- a Ji-eun no le agradas -sonrió.- a ella le molestó verte aquí, por eso se fue. Discutimos, quería que te corriera de mi casa y, me negué...

-Lo siento -interrumpí.- jamás quise causar problemas.

-No lo hiciste -respondió mientras se acercaba un poco más a mi.- ella está molesta por qué... Accidentalmente le dije que... Me parecías atractiva, eres muy bonita.

¡ESPERA! ¿QUE?

-¿Cómo? -fruncí el ceño y parpadee varias veces.

Acortó la distancia entre nosotros y sin darme tiempo a decir nada más, tomó mi cintura y me jaló hacia él, me presionó contra su cuerpo, se agachó un poco, y juntó sus labios con los míos creando un beso en el que lograba percibirse aquella atracción que segundos antes logró confesar...
Mis manos viajaron hasta detrás de su cuello, metiendo mis dedos entre su cabello y disfrutando de aquel error que estaba cometiendo; sabía que estaba mal, sabía que él tenía novia, sabía que recién lo conocía y lo más que sabía de él, era su nombre y que hasta hace unas horas, juraba que estaba enamorado de Ji-eun.

Los minutos pasaron y nosotros continuamos...

No sé cómo pasó, no se cómo mis piernas terminaron enganchadas a sus caderas mientras él se sentaba en la cama. No supe en qué momento él comenzó a acariciar mis muslos, recorriendo poco a poco la tela de mi falda, mientras yo estaba sentada sobre él, lo besaba, he inconcientemente movía mis caderas sobre su entrepierna.

Sin pensarlo, sus manos subieron de mis muslos a mi cintura, y de mi cintura a tocar la orilla de mi blusa; lentamente sus manos se colaron debajo de la tela, llevándolas a tocar y presionar mis pechos con éstas...
Convenientemente ese día decidí no llevar nada debajo, pues la blusa era de tirantes y... llevar tirantes debajo de los tirantes, no era algo muy cómodo para mí.

La piel de sus manos desnudas, tuvo contacto instantáneo con la piel desnuda de mis pechos, lo cual me hizo soltar un pequeño suspiro por la inesperada acción...

Jamás tuve el valor suficiente para hacer algo parecido a lo que hice después.

Saqué sus manos de debajo de mi blusa y en un movimiento rápido, mientras lo seguía besando, comencé a desabotonar su camisa y la arrojé al piso; él reaccionó rápidamente e imitó mis movimientos quitando mi blusa y dejándome completamente descubierta de la parte superior de mi cuerpo.
Con una acción rápida, subió un poco mi falda, desabrochó su cinturón y seguido de éste, su pantalón... Mientras con una mano sujetaba su pene, con dos de los dedos de su otra mano, hacía a un lado mi ropa interior y ayudándolo un poco a levantarme, entró lentamente, poco a poco en mi.

No sentí pena aún sabiendo que no lo conocía, o no lo suficiente para estar en ésta situación incluso cuando mis amigas y amigos hacian de todo para evitarlo.

Él me hacía sentir cómoda y causaba algo en mi que no sabía explicar, pero que me hacía creer que estaba en buenas manos, y que podía confiar.

No sabía lo que vendría después...

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