MISTAKES

CAP. 17

Me miraba en el espejo, había despertado unas horas antes... A decir verdad, ni siquiera pude dormir.

Había despertado cerca de las 4:30am y me dí un baño para relajarme; ya pasaban de las 6:00am y había comenzado a arreglarme para mi primer día, todo se volvió un completo deja vú pero, está vez, no dejaba de pensar en las notas del día anterior... Las palabras "BIENVENIDA PRINCESA" y "DÍ LA VERDAD", retumbaban en mi cabeza como si hubiera alguien gritándolas a todo pulmón contra mi oreja.

Me parecía estúpido pensar que la persona encargada de ésto, fuera la misma que lo causó; Jungkook no tenía razones, podía ponerse en riesgo si yo hablaba y, me rehusaba a pensar que era él quien intentaba atormentarme...

A demás, había alguien que en realidad me odiaba y no dudaría en destruirme la vida, Ji-eun me odiaba lo suficiente como para quitarme el sueño con unas cuantas palabras.

Antes lo soporté algunas semanas y, ahora era el momento de dejar atrás el pasado.

(...)

-¡Odio los Lunes! -Jennie tomaba su cabeza entre sus manos y presionaba sus sienes despejandose del sueño.

-Deberíamos quitarnos esa maña de hablar hasta tarde cada Domingo -repuso Rosie, caminando perezosa.

-¿Lisa? -habló Jisoo.

A decir verdad, no había olvidado mis previos pensamientos, aún estaban presentes y me cuestionaba cada segundo si debía confesarme con ellas o seguir fingiendo demencia...

Levanté la cabeza y miré a Jisoo

-¿Si?

-¿Estás bien? -preguntó.

-Si... -asentí.- Rosie tiene razón, tampoco dormí bien

-Seguro es de nervios por el primer día -aseguró Jennie con una sonrisa en su rostro.

-Pero el destino nos ama tanto que, nuestro horario es el mismo -celebró Rosé.

-A excepción de Filosofía -repuso Jisoo.

-Pero... -interrumpió Jennie.- nosotras no tenemos Filosofía -juntó sus cejas confundida.

-Nosotras no... -acomodó Jisoo.- pero, Lili sí

-Así es... -las miré y sonreí.- y justo empieza a las 7:20, específicamente...en 1 minuto, debo correr. Las veo más tarde -hice una pequeña reverencia y les lancé un beso con mi mano mientras me retiraba apresurando mi paso.

(...)

-¡Perdón! Es tarde, ¿Puedo pasar? -hice una reverencia al profesor, quién justo daba su clase sobre las frases célebres de Sócrates, pues lo interrumpí.

-Señorita Manoban... -mencionó.- la estaba esperando, creí que no llegaría... Adelante, tome asiento -ordenó.

Comencé a buscar con la mirada, discretamente buscaba un asiento libre; mi ojos se abrieron de par en par cuando mi mirada se detuvo en el único asiento libre del salón, en el fondo, justo en la esquina, a un lado de...

-Vamos, tome asiento junto al joven Jeon... Él será su compañero de clase

¡Perfecto! Junto al asesino... Serás compañera del asesino.

Tomé asiento, con su mirada sobre mis hombros; sabía que él estaba sonriendo, sabía que mi regreso le causaba algún tipo de satisfacción pero, no entendía por qué...

-Bienvenida, princesa... -susurró sin siquiera mirarme y con una sonrisa bien marcada en su rostro.

Lo miré rápidamente, sus palabras causaron en mí una sensación que jamás había sentido, había un miedo enorme inundando mi cuerpo; sus palabras pudieron ser simple habladuría pero, para mí, significaron el derecho de hacerme dudar por un segundo si en realidad, había sido él quien dejó las notas o no.

-No esperaba volver a verte... -me susurró de repente cuando dejé de mirarlo.- te fuiste sin dar explicación, no volviste...

En ese preciso momento, las luces en el salón fueron apagadas pues, el profesor planeaba poner una película acerca del tema, todos recorrieron sus sillas hacia en frente dejando libre la parte trasera del salón y con ésta, a Jungkook y a mí en una esquina, en los últimos asientos...

Las luces de todo el salón fueron apagadas, dejándonos en completa obscuridad; el volumen de las bocinas bloqueaban cualquier sonido externo e interno y la pantalla proyectaba la película seleccionada...

-Comenzaba a creer que yo era el culpable de tu ausencia... -me miró.

No me había mirado desde que me senté junto a él y, todo aquello que había preparado, todo aquel valor del que me había armado desapareció cuando sus brillantes ojos se posaron en mi, poniéndome nerviosa al instante...

Esos nervios que sólo él me había hecho sentir, esos nervios que me hacían sentirme insegura, se apoderaron de mí.

-Me alegra que volvieras -guiñó un ojo y me sonrió.

Sentí mis nervios crecer cuando, con una película poética de fondo y una docena de personas presentes, Jungkook deslizó su mano sobre mi pierna y comenzó a apretarla mientras la acariciaba, moviendo su mano de arriba a abajo recorriendo cada vez más la falda que llevaba puesta...

Mi mirada se posó sobre él y, mi mano tomó la suya indicando que parara.

La sonrisa que me mostró en ese momento, mirándome fijamente, causó en mí algo que no podría explicar... Simplemente agaché mi mirada y retiré mi mano de la suya, la cuál comenzó a moverse de la misma manera que antes pero, ésta vez, separando un poco mis piernas, subió un poco más, tocando por encima de mi ropa interior, presionando un poco con sus dedos y haciéndome suspirar.

Se recargó en su silla, mostrando una perfecta sonrisa y mordiendo su labio, coló sus dedos debajo y comenzó a moverlos en círculos sin apartar la mirada de la película; su mirada mostraba diversión, diversión de mirarme por la orilla de sus ojos, tapar mi boca para evitar dejar salir los suspiros y gemidos que me estaba causando.

Su rostro se tornó diferente cuando un gemido ahogado se escapó de mi garganta al sentir como introdujo dos de sus dedos en un rápido movimiento y comenzó a moverlos; noté como me miraba, insinuando que guardara el mayor silencio posible y advirtiendo que lo haría más fuerte... Y así fue, al volver su mirada al frente, su mano comenzó a hacer movimientos circulares más bruscos y sus dedos entraban y salían sin aviso con gran rapidez, haciendo casi imposible guardar silencio...

Y, es que... sólo a mí me pasa, sólo a mí se me ocurre aceptar que me masturben en una clase de Filosofía a espaldas de una docena de personas.

Poética, Lalisa, poética.

Que gran BIENVENIDA...