MISTAKES

CAP. 24

-Lisa, ¿Me prestas tu vestido rojo?

La voz de Jennie sonaba desde el clóset, detrás de la ropa colgada.

-Si... -hablé, alzando la voz para que lograra escucharme.- creo que está doblado en el cajón de la izquierda

-Yo quiero tus tacones lila y la blusa blanca a los hombros -se apresuró a hablar Jisoo.

-Llevatelos -sonreí.- están en el clóset, los metí en la caja blanca y la blusa está colgada

-¿A mi me prestas tu top azul? -gritó Rosé desde el clóset, junto a Jennie.

-Si... -grité.- creo que también está doblado

Mi cabeza aún trataba de encontrar una explicación para la llegada de aquel trozo de papel de hace un rato. Está claro que Jungkook no es el remitente, eso era seguro pero, ¿Quién sí?. Nadie sabía sobre aquel tema, al menos no por mi parte y, dudaba mucho que Jungkook lo contara a alguien... Se estaría condenando.

Había que dejarlo de lado por un momento, no podía arriesgarme a que las chicas se enteraran así que, cualquier cosa que me hiciera disociar, tenía que desaparecer de mi mente mientras estuviera con ellas é, introducir un tema nuevo en mi cabeza, suplantando al otro...

-Oigan... -hablé.- ¿Vieron a la chica nueva?

-¿La que te habló en el salón? -preguntó Rosé, saliendo detras de la ropa.- se sentó conmigo durante la clase

-Si, ella... -asentí.- Jang Won-Young

-Es linda... -mencionó Jisoo.- la ví en control escolar ésta mañana y, se presentó conmigo

-Si, algo rara... -habló Jennie.- también se presentó conmigo y...me preguntó si te conocía

-Pues... -dije dudosa.- se acercó cuando la clase terminó y, me preguntó si podía ayudarla

-¿Ayudarla a qué? -preguntó Rosé.

-No lo sé... -me encogí de hombros.- creo que la ignoré -hice una mueca.- pero, le dije que la veía ésta noche en la fiesta para platicar

-Está bien... -apoyó Jisoo.- pero, ten cuidado.

-¿Por qué? -la mire dudosa.

-Solo no confíes tan pronto en ella -aclaró.

-Cierto... -continuó Jennie.- ésta mañana estaba muy junta con Sana y Lía, seguro ya convive con Ji-eun, también

-Bien... -sonreí.- estaré bien, solo veré en qué puedo ayudarla y ya está. No hablaré con ella más de lo necesario

-¡Lo encontré!

El grito de Rosé desde el fondo del clóset, nos sacó de la conversación, con el instinto de mirarla...

-Top azúl y shorts negros... -dijo levantando ambas prendas en el aire.- botas de tacón, azules, hasta la rodilla... -terminó, con una enorme sonrisa de satisfacción en su rostro.

-Lindo... -exclamó Jisoo.- ¿Y tú? -me miró.

-¿Yo? -alcé las cejas.- blusa amarilla de tirantes, shorts blancos, botines blancos y una chamarra a juego

-Bien -habló Jennie.- ya está listo, entonces. Ésta noche nos desconocemos -rió.

(...)

Nos habíamos dividido recién llegamos al jardín. Había olvidado cuan desastrosas eran esas fiestas, alcohol en todas las bebidas, sexo público, música a todo volumen, adolescentes pasándose drogas y, todos intentando besar a todos.

No pasaba de la 1:00am cuando ya habían más ebrios que sobrios por todos lados; Jennie se besaba con Kai, intentando que Taehyung no la viera para así, ir con él y besarlo también; Jisoo se había perdido con Jin desde que llegamos; y Rosé, iba de un lado a otro, jugando Beer Pong y verdad o reto con los de nuevo ingreso y, uno que otro de nuestro grado se le insinuaban cada que tenían oportunidad.

Yo estaba sentada junto a la barra, algo mareada pero sin dejar de beber. Pasados los minutos, una mano se posó en mi hombro indicando la compañía de alguien...

-Creo que no estás en condiciones de platicar -rió con amabilidad.

-Creo... -dije ya ebria.- creo que debiste llegar antes -reí en respuesta.

-Te estuve persiguiendo toda la noche -mencionó sentándose a mi lado.- eres una persona difícil de conquistar -alzó las cejas.

-Te sorprendería cuánto -confirmé.

-No es tan fácil llamar tu atención -dijo, mirándome fijamente.

Sus palabras fueron erróneas pues, llamó completamente mi atención cuando, mientras me miraba, tomó mi mano sobre la barra y comenzó a acariciar con su pulgar.

-Al parecer no -dije, algo confundida y paseando mi mirada de su rostro a su mano sobre la mía.

-Esperaba que... -se acercó un poco más.- pudiéramos ser amigas

-¿Amigas? -alcé una ceja.- seguro... eso parece -volví a mirar su mano acariciando la mía.

Después de un rato, la incomodidad había pasado y ahora ella estaba tan ebria como yo. Nos reíamos de cosas sin sentido y parecía que éramos las mejores amigas.

Cuando menos me dí cuenta, su mano tomaba la mía y ambas nos dirigimos al área de los dormitorios...