Muriel Montalvo
Estaba con mariza en busca un lugar donde sentarnos para observar la charreada, yo tenía algo de ganas de ir al baño, le avisé a Mariza que en un momento volvía.
Después de a ver realizado mis necesidades, lavaba mis manos cuando me entró una llamada de mi mejor amiga, Galia.
—Cariño, cómo estás?.-Pronuncia a tras ves de la otra línea.
—Muy bien Gali y tú, ya te extraño. Tienes que venir al rancho!.-Le digo emocionada.
—Pronto Muriel, cuentame que has echo?.
—Te acuerdas del muchacho de España?.-Le digo emocionada, mientras salgo del baño para regresar a las gradas.
—Si, que con el? No me digas!!.-Dice emocionada.
—Si te digo, me lo encontré y a qué no sabes es charro en el equipo de mi papá.
—No inventes Muriel, que coincidencias da la vida.-Dice riéndose.
—Lo se, pero ya tienes que venir.
—Hare lo posible cariño ya estoy convenciendo a mi mamá y más que ayer se reunió con tu abuela y le dijo maravillas del rancho de tu papá.
—Wow! Increíble que la distinguida señora Amelia Villareal diga algo así.-Le digo en un tono de asombro y riéndome a la vez.
Por ir distraída no me fijé que choque con alguien y me pegue con su sombrero charro en la frente, era más la vergüenza que sentia que el dolor en la cabeza.
—Señorita está bien?.-Dice deteniendome tomándome del brazo.
—Cuanto lo siento, no me fije-Digo de lo más apenada.
—No te preocupes fue un accidente.-Contesta.—Necesitas que te acompañe a la ambulancia o algo de hielo?.-Dice algo preocupado.
—No, no, nada de eso que pena en verdad.-Ya debo estar demasiado sonrojada.-No te Vi en verdad discúlpame.
—No pasa nada señorita, aunque no me molestaría si me das tu nombre.-Dice algo sonriente.
—Me llamo Muriel, Muriel Montalvo mucho gusto.-Digo extendiendo mi mano.
—El gusto es mío Muriel, me presento Enrique Jiménez a tus órdenes.-Dice tomando mi mano y dejando un beso en ella.
—Gracias.-Es lo único que pude externar.-Mmm bueno yo tengo que irme, una vez mas una disculpa.-Digo algo apenada.
—No te preocupes Muriel, no fue nada pero en realidad estas bien?.-Dice preocupado.
—Oh si no pasa nada.-Digo sonriendo nerviosa.-Bueno, nos vemos.
Ay que pena contigo Muriel, haciendo el ridículo como siempre. Mire mi teléfono y Galia había colgado, después me enviaré un mensaje, regrese hasta el lugar con mariza por qué ya faltaba poco para que comenzará la charreada, ella tenía ganas de una crepa así que fue a buscar una.
Andrés Aceves
Que chula estás Muriel, desde que te vi en aquel viaje por Europa quede atrapado en esos hermosos ojos y sus labios tan suaves.
Debo concentrarme la competencia de hoy es importante y más por el equipo contra el que vamos, no tenemos ningún tipo de mal entendido, pero la afición ha llegado a crear cierto tipo de rivalidad pero sabemos que con nada podemos tener contenta a la gente, que si perdemos, que por qué perdemos, que si ganamos por qué ganamos o que si hay favoritismo.
A veces pues algo decepcionante el que no te salgan las cosas como tú quieres si es esto a lo que te dedicas pero por algo se llaman suertes charras, además que no podria ser una especie de robot o programarme para nunca fallar.Terminaba de tener listas mi sogas, me subí al caballo y después pedí que me ayudarán a subirlo en la cabeza de la montura, la charreada estaba por empezar y solo faltaba correr ganado.
Al entrar al lienzo busque por todas partes a Muriel y Mariza, pero solo encontré a lo lejos a Muriel, le hice señas que se acercará por qué quería que guardara mi cartera y mi teléfono.
-Puedes guárdalos por favor niña bonita.-Observo cada parte de su rostro ahora que la veo desde diferente altura al yo estar en el caballo, le doy mis cosas.
-Solo por qué me dijiste niña bonita, acepto.-Dice con una enorme sonrisa que derrite mi corazón por ella.-Si llama algunas de tus admiradoras, puedo decir que contesta tu adora esposa con 5 hijos?.-Dice bromeando.
-Pues yo encantado que sean así las cosas.-Digo agachandome un poco más para estar a su altura.
-Mmmm vemos.-Dice riéndose.-Mejor las extorsionó, suerte charro.
Solo niego con la cabeza y me alejo, antes que este tentado a querer besarla y terminé de desconcentrarme por completo.
Muriel Montalvo
Ay Andrés que me estás haciendo! Pero no, no voy a caer tan fácil, a mí me encanta que me rueguen.
Igual pues no podría tener nada serio con alguien aquí para después mantenerlo a distancia en cuanto me vaya a otro país.El locutor anuncio que la charreada estaba por comenzar, pidió que nos pudiéramos de pie para empezar por la oración del charro, cuando era niña en este momento mi madre me pedía que le dijera a dios y la virgencita de Guadalupe que cuidara mucho a mi papa y a todos los del equipo y además pedirle por qué les fuera muy bien, así que mismo lo haré aún.
Comenzó el desfile para empezar con las calas de caballo, el lienzo era muy bonito y gracias a dios techado.
—Disculpen, buenas tardes quien es la señorita Muriel Montalvo?-.Pregunta un muchacho de aproximadamente unos 19 años, que vendía dulces, botanas y además rosas individuales.
—Hola, soy yo.-Contesto de forma amable.
—Le envían estás flores, con esta nota.-Me las entrega.—Que tengan un buen día.-se retira.
—Ay Muriel!-Dice emocionada mariza.-Quien será tu admirador!.
—Si ni te he contado el osote que hice saliendo del baño.-Digo riéndome mientras recuerdo el suceso.
—Cuentame que te paso.
—Por accidente choque con alguien pero con el sombrero me pegue en la frente y pues ya me pedí disculpas al muchacho, estaba simpático la verdad hasta me dió un beso en la mano.-Le digo emocionada.
—Que perris! Y le pediste su nombre o algo?.-Dice mariza.
—Si, me dijo que se llama Enrique Jiménez.-Contesto, pero la sonrisa de mariza paso hacer a mueca.
—Pasa algo?-Digo preocupada.
—Ay ese-Habla con desagrado- A mi no me agrada mucho por ahí se han sabido algunas cosillas que dice su familia de la mía, además es uno de los oponentes más fuerte de Josean y pues la afición es muy hipócrita por qué mismos que antes alababan a Josean como el año pasado ganó Kike el charro completo ya le tiraban un buen a Andrés, que no que era muy chingón y así, pues quieras o no pues si da agüite.-Termina de contarme mientras come su crepa.
—No inventes, es que no tenía ni idea.-Digo asombrada por la historia.
—Pero no hablemos de eso abre la tarjeta.-Dice emocionada.
—A ver la voy a leer, Muriel espero ya te encuentres mejor, te envío estás rosas para compensar ese horrible golpe y sigas teniendo esa hermosa sonrisa en tu rostro, atentamente Kike Jiménez.-Digo algo asombrada y a la vez confundida.
—Uy no, ya te echo el ojo mujer.-Dice echándome burla.
—Sera?-Digo algo nerviosa.
Estaba algo confundida, asombrada y nerviosa, sentía una mirada en mi, busque y busque hasta que di que era Andrés el cual tenía el rostro serio. Bueno podría sacarle ventaja a la situación y provocarle un poquito de celos con Kike.