Muriel Montalvo.
La alarma en mi teléfono no paraba de sonar y es que si no las utilizo, me levantaría súper tarde, aún no me acostumbro a este horario.
Realizo mi rutina diaria, comenzando por un buen baño y después a realizar mi skincare me puse a pensar en que me pondría, hoy es domingo y tengo ganas de salir. Si tan solo estuviera Galia aquí, por suerte llega en unos días.
Anoche paso mi papá a mi habitación avisarme que hoy llega su noviecita, no la conozco aún como para tener una opinión de ella, solo espero no sea insoportable.
Entre a mi closet el cual aún se ve muy vacío a diferencia del que tengo en Londres, obviamente no traería conmigo piezas valiosas de diseñador y que en el aeropuerto las perdieran.
Opté por algo básico jeans corte campana, con un top color blanco con detalles en azul y mis converse.
Mi maquillaje era algo sutil solo un poco de correcto, polvo, blush, máscara de pestañas y acomode mis cejas, peine mi cabello en ondas grandes y suelto, revise mi teléfono eran las 8:40, lo coloque en mi bolsa trasera del pantalón y baje al comedor, dónde ya estaba mi papá desayunando.—Mi niña que bueno que despiertas, te prepare unas ricasj enchiladas suizas.-Sirviendo una bandeja frente a mi donde ya me encontraba sentaba.
—Huelen delicioso Doña Mati! Ningún chef en Londres se compara en tu delicioso sazón!.-Exclamo muy feliz tomando los cubiertos para comenzar a comer.
—Un pajarito me dijo que te encanta el café, este es de olla recién tostado espero te guste mi niña.-Finaliza doña Mati.
—Mmm están riquísimas!-Digo llevándome otro bocado de enchiladas, una vez que terminó pronunció.-Si lo preparaste tu sin duda me encantará, mis felicitaciones.
Doña Mati solo me dedico una gran sonrisa y regreso a la cocina, ahora que recuerdo hay un asunto el cual debo tratar con mi padre.
—Papa, puedo preguntarte algo?.-Volteo a mirarlo, mientras el igual disfruta su desayuno.
—Claro cariño que pasa.-Contesta poniéndome atención.
—Que paso con el cuadro que estaba en el salón principal, dónde salimos mi madre y yo?.
—Oh eso, esteem....Miriam se sentía algo incómoda en tener ese cuadro ahí, además considero que es como si no quisiera avanzar a re hacer mi vida, así que solo lo cambie a una habitación donde están todas las cosas de tu madre.-Contesta un poco nervioso.
—Entonces si esa tipa te dice que te avientes de un puente lo haces? Papá yo igual salgo en ese cuadro, no me morí yo estoy aqui, sabes que mi mamá lo adoraba...
—Pues si Muriel pero tu madre ya no está...-Lo interrumpo, el enojo comenzaba apoderarse de mi.
—Y que tiene que ya no esté? Las personas valiosas solo mueren al ser olvidados y yo no te voy a permitir que mi madre quede en el olvido.-Comienzo alzar la voz y alterarme un poco pero la situación me pone muy mal.
—No me hables con ese tono muriel que aquí mando yo y se hace lo que yo diga...- Habla alterado, que podría apostar esos gritos se oyeron en todo el rancho, lo vuelvo a interrumpir.
—Asi? Mandas tu, quiero ver eso por qué te recuerdo que mi madre era dueña de la mitad de todo esto y que al morir puso todo lo suyo a mi nombre...
—Tu como sabes eso?.-Sigue hablando en ese tonito alterado.
—Mi abuela siempre me mantuvo al tanto de lo bienes que a mí me corresponden, no me gusta pelear contigo papá pero ese cuadro y todo los que había en la casa van a regresar al lugar que pertenecen y punto.-