Ya había pasado más de una semana de la fiesta, Andrés y yo hemos salido un par de veces pero algunos días no hemos podido vernos por qué el tiene entrenamientos tanto como con el equipo e individual.
Anoche estaba mensajeando con Kike, estaría en la ciudad y me invitó a comer el día de hoy, no tenía nada que hacer, además es en plan de amigos.
Estaba terminando de arreglarme el calor de hoy estaba algo fuerte, me puse una falda junto con un crop top y unas sandalias, hice a juego con un bolso y algunos accesorios.Hoy tendrán entrenamiento, aquí así que en cuanto iba saliendo de la casa Andrés venía llegando.
—Hola bonita,.-Se acerca hasta donde estoy y me da un beso en la mejilla.
—Hola.-Contesto feliz.
—Te ves muy bonita, vas a salir?.-Me pregunta.
—Si, saldré con un amigo que llegó a la ciudad e iremos a comer, oye pero podríamos ir a cenar mañana?-Le menciono, aunque en su rostro se veía un poco de confusión. No quería decirle que iría a comer con mi Kike por qué se que se enojaría conmigo, aunque no tiene por qué.
—Si bonita, nos vemos después.-Me contesta un poco indiferente, me da otro beso en la mejilla y sigue sin más con su camino.
Que cambiante con su humor, pero bueno. Subí al auto abroche mi cinturón puse algo de música y maneje hasta Guadalajara.
Andrés Aceves
Se me hizo algo extraño que saliera Muriel, pero igual no pasa nada son celos tontos que no debo de tener.
Hace unos días me volvió a llamar Paola, hemos sido amigos desde hace muchos años, yo sé que ella está enamorada de mi pero siempre le he dejado en claro que la veo nadamás como una amiga, olvide por completo que mañana es la cena de beneficencia que dijo que la acompañará, tendré que cancelar con Muriel, no me gustaría hacerlo pero Paola ya había echo un compromiso.La tarde se fue practicando el sábado tenemos charreada nocturna en Pachuca por la noche debemos de viajar aún pueblito dentro de Hidalgo.
Muriel Montalvo
Ya había llegado al restaurante donde quedamos de vernos, en la entra di el nombre de Enrique para la reserva y me pasaron a la mesa correspondiente, era muy bonito el restaurant estaba como en un edificio en lo más alto, pero tenía un aspecto lindo y fresco ya que tenía muchas plantas y cosas así, la mesa donde ya estaba esperándome Kike estaba aun costado de un gran ventanal que daba una hermosa vista a todo Guadalajara.
—Aquí es señorita.-Anuncia la chica que me llevo hasta ahí.-En un momento vendra un mesero atenderlos.
—Hola Muriel, es un gusto verte.-Dice levantándose par saludarme con un beso en la mejilla y ayudarme a sentar.
—Hola Quique, igualmente es un gusto, está muy lindo este restaurante.-Le contestó con una sonrisa.
—Gracias, si me gustó mucho por las vistas de la ciudad, te traje un detalle.-De la silla de un lado saco un arreglo de flores, eran unos preciosos tulipanes rojos.
—Muchas gracias están preciosos!.-Le agradezco tomándolo el ramo para observarlos mejor.