Josephine "Jo" Brown había crecido escuchando todas las cosas raras y peligrosas que le ocurrían a la familia Joestar, dado que su padre (Smokey Brown, periodista y ahora senador) había sido amigo de los tíos Joseph, Suzie y Caesar desde tiempos inmemoriales (de hecho, la habían llamado Josephine en honor a uno de ellos). Eran cincuenta años y un poco más de una sólida camaradería que también mantuvieron los hijos de ambos matrimonios, así que Jo era bastante cercana a Holy y a Jotaro y, por extensión, a Kakyoin, cuando lo conoció hace un par de años.
Así que sólo el poder de la amistad la detuvo de cortar la llamada y continuar con sus agradables sueños cuando escuchó la absurda petición de su amigo a esas horas insanas. ¿Acaso había dicho mafia?
-Espera, ¿qué?- repitió, sentándose en la cama y encendiendo la luz de la lámpara para forzar a su cerebro a despertar-. ¿Dónde estás?
-En Italia. Necesito convertirme en tutor legal de un niño italo-japonés que está en peligro de la forma más legal, expedita y sutil posible- repitió su amigo.
Hubo unos segundos de silencio
-¿Qué mierda, Noriaki?
-Es una larga historia.
-Pues cuéntame o te cuelgo. Ya me despertaste, desembucha.
Y mientras su amigo le relataba algo completamente inverosímil pero típico en la vida de alguien cercano a los Joestar, Josephine se levantó y fue a la cocina a prepararse un café tan cargado que estaba segura le perforaría el estómago. La "larga historia" de Kakyoin incluía una misión encubierta, poderes invisibles, mafiosos, un supuesto cartel de drogas, persecuciones, disparos, gente rara con esos poderes invisibles aún más raros, yakuzas, mordeduras de serpientes y maltrato grave a un niño.
-¿Y a ti de la nada te da por querer adoptar a un niño desconocido, en lugar de solo abrirle una cuenta en el banco como la gente rica normal?- preguntó, sorbiendo su café.
-Suenas como Hol.
-¿Quién? Ah, el australiano envenenado, cierto- dijo Jo, reprimiendo un bostezo-. ¡Pero es que tenemos razón!
-El niño me salvó la vida, no puedo hacer sólo eso...
- Además, ¿qué mierda haces en Italia de encubierto cazando mafiosos con poderes si deberías estar acá agarrando a patadas a Jotaro? Sí, sí, también me llegó la invitación a la boda- dijo con impaciencia cuando sintió que él la interrumpiría -, y sí, también sabían que ustedes andaban juntos. Nori, por favor, soy prácticamente la abogada de la familia, debo saberlo todo en caso de cualquier cosa. No quiero que me vuelvan a tomar por sorpresa como cuando la tía Suzie se quería divorciar por el hijo bonito del tío Joseph, ¿cómo rayos se llama? ¿Albert? ¿Jacinto?
-Josuke.
-Eso- dijo ella, tomando otro sorbo-. Entonces, ¿qué pasó? ¿Cómo es que Jotaro se va a casar con una tipa y tú allá en no sé dónde?
-No te llamé para chismear sobre eso porque no quiero hablar de eso. Pero estoy lidiando con ello, más o menos. Por eso me vine a trabajar.
-"Trabajar"- bufó ella-. O sea cazando mafiosos vende-drogas con poderes y queriendo adoptar un niño hijo de delincuentes. Qué bonito. ¿Es acaso parte de tu plan de despecho?
-No encuentro otra solución por el momento. Necesito proteger al niño.
Definitivamente Noriaki no quería hablar del tema de Jotaro, de modo que Jo no insistió.
-¿Y los servicios sociales italianos no pueden hacerse cargo? Para eso están. Dudo que sean tan ineficientes como los de acá.
-No. Es decir, es complicado. Hay... algo del origen de Giorno que necesito confirmar. Y para eso debe quedarse conmigo un tiempo. Y la mejor manera es convertirme en su tutor legal. Por eso te necesito, Jo.
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El Secreto de Kakyoin Noriaki.
FanfictionEs la segunda parte de "El Secreto de Joseph Joestar". Te recomiendo leas ese primero. Kakyoin y Jotaro mantienen una relación a distancia desde hace años, ya que el primero vive en Japón y el segundo en Estados Unidos. Todo iba muy bien hasta que l...