❝Los trillizos Jeon juraron que luego de la tragedia que sucedió, van pasar por desapercibidos, pero no se esperan para nada que las nuevas personas que van a cruzarse en su camino puedan traer el pasado de regreso y desatar un caos, provocando hast...
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𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓𝐎𝐒 𝐄𝐍𝐓𝐑𝐄 𝐋𝐎𝐒 𝐓𝐑𝐈𝐋𝐋𝐈𝐙𝐎𝐒 𝐉𝐄𝐎𝐍
❝VERDADES❞
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Entre besos, jadeos y caricias que se volvieron obscenas, Jungsuk y Aeri fueron deshaciéndose de su ropa, encontrándose en la cama de la fémina. Este la besaba de manera dominante, tomándola de la nuca mientras ella empuñaba su cabello, haciendo un sonido involuntario con la garganta al sentir su erección presionarse contra su cadera. Jungsuk bajó los besos por su barbilla, llegando a su cuello, succionando y lamiendo hasta llegar a su oreja.
—¿Estás segura de continuar? —preguntó con voz profunda, escuchándola jadear.
—Solo fóllame, Jungsuk.
Jungsuk no pudo evitar sonreír hasta que volvió a capturar sus labios en un beso hambriento, sintiendo cómo sus lenguas danzaban y llevaba una de las manos a su cuello, provocando que ella se separara mirándolo con los ojos abiertos a la par. El pelinegro al notar cómo se tensó, no pudo evitar sonreír.
—Debería hacerte arrepentir por haberme querido cambiar por Jungkook —murmuró rozando sus narices.
Volvió a estampar sus labios sobre los de ella, sus lenguas se enredaron y danzaron de manera erótica al calor del beso pasional que aumentaba con cada segundo. Aeri estaba muriendo del deseo de poder sentirlo, por lo que comenzó a frotarse rítmicamente contra él que bajaba sus besos sobre su cuello hasta llegar a su pecho. Sus manos se dirigieron a sus redondos y grandes senos, amasándolos con algo de fuerza, llevando los labios a uno. Aeri no podía evitar gemir al sentir cómo sus delgados labios rosados succionaba uno de sus pezones mientras la otra mano la bajaba a su feminidad. Sus brazos se pasaron alrededor de los hombros del pelinegro, arqueando su espalda al sentir cómo empezaba a hacer movimientos circulares sobre su clítoris y uno de sus dedos se dirigió hacia su húmeda entrada, introduciéndose con gran facilidad.
Su cuerpo estaba perdiendo el control por la gran oleada de placer que estaba invadiéndola, haciéndole desear más cuando introdujo un segundo dedo. Quería sentirlo dentro de ella de una vez, como nunca antes le había pasado porque Jungsuk nunca le provocó que sintiera ese tipo de deseo. Pero ahora estaba gimiendo, moviendo sus caderas al compás de los movimientos de los dedos de él, deseando conocer su miembro y ser follada de una vez.
