Como cada día, semana tras semana, el sol salía por por este y se escondía por el oeste, una y otra vez gracias a la rotación constante del planeta.
Los aldeanos recibieron a Giyū y a Khione con los brazos abiertos, alegres por la nueva pareja que se unió a su pueblo.
Los protagonistas habían llegado a conocerse bastante en las últimas semanas, ya que el reservado Pilar poco a poquito se fue abriendo hacia la dama, llegando a confiar en ella.
También hicieron amistad con varios de sus vecinos; un ejemplo es Nuna, la amable y vivaz esposa de Yamamoto.
Hoy Khione se encontraba haciendo un poco de botánica en la pequeña parcela donde se encontraba su casa, ya que quedaría mucho mejor llena de bellas florecillas y algún que otro árbol, la mayoría que sembró fueron brunneras y nomeolvides todas de color azul.
─¿Por qué haz elegido plantar tantas flores del mismo color?, hay muchísimas más variedades─ Preguntó su amiga, mientras la ayudaba.
La de cabeza plateada sonrío e hizo un levantamiento de hombros despreocupada.
─Es que gusta mucho su color─ Respondió, continuando con su tarea.
Nuna soltó una risita, moviendo la cabeza divertida. Aunque Khione no diga directamente la razón exacta, ella sabe que el por qué es que esas plantas comparten el mismo tono que los ojos de su "marido".
En medio del bullicioso mar de gente del mercado, habían puestos de todo tipo. Mientras el chico caminaba por el lugar observaba cada uno de los kioscos, buscando algo que llamara su atención, minutos después, se detuvo frente a un puesto lleno de frutos frescos de colores vibrantes.
─Diez de esos, por favor─ Señaló las frutas vestidas de naranja pastel.
Después de recibir los artículos ya empaquetados del vendedor, extendió el pago.
─Gracias, vuelva pronto─ El kiosquero hizo una pequeña reverencia sonriente.
El de cabellos azabache imitó la reverencia para luego seguir su camino.
─¿Melocotones?─ Preguntó Yamamoto con una brillante sonrisa, mirando al joven que camina a su lado.
Giyū asintió tomado uno entre sus manos. ─Al verlos recordé que a mi mujer le encantan─ Explica recordando la alegría que pintó su rostro aquella tarde, cuando llegó a casa con una docena de Duraznos que les había regalado un vecino.
─¡Eres muy amable, muchacho!─ Carcajeó Yamamoto animado. ─Tienen muy buena pinta, seguro que a tu chica le encantarán─
Los labios del Pilar se curvaron ligeramente hacia arriba, sinceramente
desea volver a ver esa sonrisa.
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➛ 𝐋𝐎𝐂𝐊𝐄𝐃 𝐎𝐔𝐓 𝐎𝐅 𝐇𝐄𝐀𝐕𝐄𝐍 || ➵ ᴛ. ɢɪʏᴜ̄
Fanfiction⇝ Un día una ninfa celestial es exiliada de su hogar por salvar a un simple mortal de las lúgubres garras del invierno. Y para poder regresar necesita su corazón. Pero no es una tarea sencilla como creyó al principio que sería, porque el hombre que...