La dicha brillaba en sus ojos, mientras que le dirigía una sonrisa, totalmente embelesado. Observando cada línea y curva de la pálida piel de su rostro, viendo como los orbes plata de su esposa se abrían poco a poco. Con sus dedos recorrió su gris melena en un gesto tierno, para luego acariciar su barbilla uniendo sus labios con los de ella en un cariñoso beso.
─Buenos días─ Ambos saludaron al unísono.
El chico sonriente la tomó entre sus brazos, rodeando su cinturita para acercarla a él. Khione apoyaba su cabeza en el pecho de su esposo, logrando escuchar el suave retumbar de sus latidos, que palpitaban al compás de los suyos propios.
La nueva pareja habían decidido instalarse oficialmente en la aldea. El patrón Ubuyashiki les envió felicitaciones y saludos tras enterarse de que Giyū y Khio legitimaron su falso matrimonio. Él siempre pensó que ella tenía un vínculo desconocido con el Pilar, y estaba en lo correcto.
En algunas ocasiones Giyū se ausentaba debido a sus obligaciones como Hashira, sin embargo, siempre regresaba a casa en el tiempo previsto. Y cuando no tenía misiones, pasaba las horas en compañía de su esposa; observando ociosamente el transcurrir de los días.
Ya había pasado un año y medio desde su unión, pero aún así parecía que fue ayer.
Giyū, al notar que su chica se iba a levantar se aferró a ella, acurrucándola contra él.
─¿No quieres desayunar amor?─ Ríe pellizcándole ligeramente la nariz.
─Todavía no─ Responde él. ─Quedémonos así un rato más─
─Como usted ordene Tomioka-sama─ Suelta una ligera risita, abrazándolo fuerte, pero con cariño.
[ᴛɪᴍᴇsᴋɪᴘ]
El invierno había tocado su puerta nuevamente, colando la gélida tempestad por las ventanas mientras lanzaba un aullido escalofriante. Khione cerró las ventanas, asegurándolas bien, sintiendo una sensación espeluznante agitándose en sus entrañas.
Su esposo no se encontraba en casa, pues se había presentado un imprevisto. La chica respiró profundamente, reanudando la lectura de su libro hasta ser interrumpida por una voz familiar que surgió ante sí.
─Khione-sama─ Dice su compañera yōkai. Ya había pasado mucho tiempo desde la última vez que la había visto.
─Te he echado mucho de menos, Kima-─ Comienza alegremente hasta ser interrumpida.
─Tú no eres humana. No perteneces a este lugar─ Esas filosas palabras salieron de su boca como espadas, atravesando directamente su corazón.
─¿Kima-?─
─Vuelve a tu hogar, Khione-sama. No puedes quedarte aquí más tiempo, te darán una segunda oportunidad─
Sacudió la cabeza rotundamente levantándose de su asiento. ─No puedo irme. Le rompería el corazón a Giyū, ahora estoy atada a él, lo amo demasiado y vicevers-─
─No─ La yōkai no está de acuerdo. ─El no te ama, sólo se siente así porque está en deuda contigo porque le salvaste la vida─
Su declaración hace que Khione se detenga inmóvil, con los ojos muy abiertos, sus palabras eran dolorosas pero sabía que sólo era una cruel mentira. ─Te equivocas...─
─Tienes que volver; los superiores están dispuestos a retirar tu destierro. El Maestro ha...─
─N-no─ Dice con una lágrima rodando por su mejilla.
─¡Mírate! Ahora eres débil─ Furiosa, señala en su dirección. ─Te estás volviendo igual que estos mortales─ La terquedad de Khione le hervía la sangre. ─¿Dónde está la princesa guerrera que ha llevado a miles de nuestros ejércitos a la victoria?─ La yōkai la mira con una gran desaprobación estancada en sus ojos. ─Te estás convirtiendo en una mera sombra de tu pasado─ Su mirada se hundió en su regazo, observando cómo sus puños se apretaban mientras sus lágrimas caían. ─Olvídate de tu humano; sólo son codiciosos y egocéntricos. Lo único que desean es poder. Vete cuando aún puedas, aún no es demasiado tarde─
─Giyū no es así─ El tono de su voz estaba envuelto en resolución y firmeza. ─Él es amable, desinteresado y sincero. No se parece en nada a lo que has descrito─ Proclama, devolviéndole bruscamente la mirada.
La duendecilla se sorprendió por el cambio cambio su actitud.
─Te irás─ Dijo recuperando la compostura, ladeando su rostro con una mirada obstinada.
─No puedo─
Kima se burla en respuesta. ─¿No puedes o no quieres? Hay una gran diferencia entre ambas palabras─
─No quiero y no puedo─ Repite posando la palma de su mano sobre su vientre.
El marco de sus pequeños ojos se ensanchó con incredulidad.
─Es demasiado tarde, Kima─
─¿E-estás-─
Khione hizo un gesto de afirmación.
─No...─ Mueve frenéticamente la cabeza en señal de negación, aún procesando la información, divagando de un lado a otro, pellizcándose el puente de la nariz.
─No obstante, vendrán a por ti, Khione-sama, tu padre te quiere de vuelta─
La mirada de sus ojos plata se suavizó, compadeciéndote de la yōkai. El silencio llenó los alrededores por un momento.
─Pues, que vengan. No me doblegaré sin luchar─ En su voz rebosaba una tenacidad inquebrantable. ─Y si algo me pasa, se enfrentarán a la ira de mi esposo─ Continuó con fuego en las pupilas mientras que una sonrisa revolotea en la comisura de sus labios.
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➛ 𝐋𝐎𝐂𝐊𝐄𝐃 𝐎𝐔𝐓 𝐎𝐅 𝐇𝐄𝐀𝐕𝐄𝐍 || ➵ ᴛ. ɢɪʏᴜ̄
Fanfiction⇝ Un día una ninfa celestial es exiliada de su hogar por salvar a un simple mortal de las lúgubres garras del invierno. Y para poder regresar necesita su corazón. Pero no es una tarea sencilla como creyó al principio que sería, porque el hombre que...