CAP. 33

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MIERCOLES POV'S

Pasaban las horas, y por instantes pensé que ya llegaría de la quedada con su madre, pero lo cierto y entristecedor, es que no. Por primera vez me sentía impaciente y...¿echaba de menos? a alguien, no pasaba el tiempo para mi, era agotador el simple hecho de mirar el reloj y ver que no llegaba, que no crujía la madera del suelo cuando pisara para abrir la puerta, que el pomo no girara, y que su perfume con olor a caramelo no inundara la habitación. Ho simplemente su personalidad radiante, llena de luz y ñoñerías esparciendose sobre sus cuerdas vocales para chillarme ¡TE ECHABA DE MENOOOOS! acompañado de mi cara de pocos amigos, y seguido de su gran abrazo que, en parte, me hace sentir viva por unos instantes, su sonrisa de oreja a oreja al verme, y su rubor por haber exagerado demasiado la situación, aunque su corazón siente que debería de haber exagerado más, simplemente echaba de menos a Enid, y el ver que no vuelve, me desesperaba.

-¿Que es esto que siento? -pregunté a Cosa-

-Eso que sientes, es echar de menos.

-Imposible, sabes como soy.

-Aunque no quieras admitirlo, te hace daño el que no esté aquí desde hace rato.

-Tonterías, estoy perfectamente, nunca he echado de menos a alguien ¿porqué lo haría ahora?

-Porqué quizás Enid no sea como los demás, y, súmale, que estás enamorada.

-Enid... me hace sentir y produce cosas en mi que nunca había experimentado.

-Por eso mismo, Miércoles.

-¿Y porqué iba a ser diferente?

-Tu misma, lo sabes.

Me quedé mirándole, sin querer darle la razón, me tocaba irme a clase, así que me preparé para ello.

-¿Que tenemos aquí? ¿Addams a la vista?

-Vaya, si es el poco cerebro de Xavier, apártate de mi vista.

-Oh... me temo que te equivocas -no me dejó pasar-

-¿De verdad te vas a meter conmigo sabiendo que soy capaz de arrancarle los sesos a tu familia, Xavier?

-Solo quería preguntarte si querrías sentarte conmigo en clase.

-No. -me fuí-

-Tan borde como siempre... -susurró-

La clase era eterna, sin Enid al lado, o sin saber en si cuando podría aparecer, todo era más... difícil. A la tarde salí donde por primera vez me hizo una foto en la nieve, pero nada me distraía, nada mantenía mi oscura y fría mente al margen, el cálido recuerdo de Enid permanecía en ella. Odiaba esta sensación, se siente vacío, pero, no vacío del que siempre me a gustado, un vacío... diferente. A la noche llegué al cuarto, evidentemente, sin ganas de mucho, intenté escribir pero, fue en vano ya que, no podía pensar y acabé dándole un puñetazo a la mesa de la frustración, me levanté y me acosté.

-Tienes razón Cosa, echo de menos a Enid.

A media noche, entró la dirección a mi cuarto.

-¿Miércoles?

-Si, dime. -desperté de inmediato-

-Esto... a ver. -se sentó en mi cama- se que le tienes especial cariño a Enid, sabiendo como eres de normal, a todos nos sorprende, por eso mismo creo que te mereces saber esto... -dijo apenada- a llamado su madre y a dicho que no va a volver mas al internado, que... se queda en casa.

En ese momento, sentí que se tambaleaba la habitación.

-¿Miércoles... estas bien? sabes que estamos aquí para lo que...

-Váyase.

-Miércoles creo que lo mejor no es aislar...-la volví a cortar-

-¡He dicho que se vaya! -grité, mirándola con el odio más profundo, a lo que sin decir más, se fue-

Todo, se hizo oscuro, pero, de nuevo no era ese oscuro que tanto me atraía, era doloroso, para el corazón, para el pensamiento, he incluso para respirar, me quedé mirando el techo, en la soledad inmensa, por un instante en mi vida, me sentí sola, pero sola de verdad, y dejó de gustarme la soledad de la cual disfrutaba antes, era bonito, estar sola, pero, con ella, y ahora, la habitación, se a convertido en un inmenso sitio de recuerdos, que me atormentarán. Era muy desesperante no saber nada de ella, y que al final del día, trágica noticia, en vez de un cálido beso de buenas noches.

Beso triste.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora