quatre

2.7K 440 40
                                    

Foolish miró a su lado, tratando de esquivar aquellas bolas de fuego que los enemigos lanzaban, siendo cada vez más difícil seguirles el ritmo.

No supo en qué momento, pero su compañero ya se encontraba a su lado, lanzando una última flecha que acabaría con él. El semidiós pudo respirar tranquilo por unos momentos, hasta recordar los spawns de los mobs recientes.

—Did you… romper all spawns? —preguntó.

—Yes, don't worry my friend, we go with Leo, puede que esté en peligro —respondió. Ni siquiera se fijo en que el otro lo siguiera, solo se enfocó en encontrar a su hija, luchando sin temor alguno junto a Foolish.

Cuando llegaron con Leo, pudieron ver la inmensa cantidad de blaze y zombies que había ahí, teniendo por la seguridad de su hija, ambos fueron a su rescate, matando a cada mob que se entrometiera con su pequeña. Para su mala suerte, por cada uno que mataran, otro aparecía, por lo que sus energías se estaban acabando.

—Foolish, you and Leo quédense here, I go to break spawns —Tras decir aquello, se dirigió a dónde estaban los spawns que ya había visto.

Foolish, en cambio, se quedó con Leonarda, protegiéndola de cada mob qué trataba de acercarsele, recibiendo bolas de fuego, rasguños y mordidas por ella.

Vegetta, mientras tanto, ayudaba de vez en cuando a su familia lanzando flechas, asustado de que alguna le diera a su hija o su compañero, pues al ser lanzadas tan rápido, no podía calcular adecuadamente en donde caería. Fue por eso que, cuando rompió el último spawn, fue directo a las demás entradas, viendo como otros bichos se acercaban a ellos, colocó bloques para bloquear la entrada, esperando algo de paz.

—Leonarda, ¿estás bien? —La pequeña asintió, feliz de ver a su papá preocuparse por ella. Una vez que comprobó que su hija estuviera bien, miró a su compañero— Foolish, you ok? —Vió como su compañero asentía, hizo una mueca al ver todas sus quemaduras— You sure?

—Yeah, don't worry about me, I'll be fine —dijo.

Vegetta, insatisfecho ante su respuesta, busco entre sus cosas, encontrando así una manzana encantada. Miró a su acompañante, quién, a su vez, miraba todo el daño que había recibido.

—Here, take this —Extendió el fruto dorado a él—. Leo, mi niña, ¿puedes darme una poción de curación instantánea?

Foolish veía confundido al otro hombre, negándose a aceptar aquella manzana.

—I'm fine, I think I had some gapples, you don't have to… —No terminó de hablar cuando notó como el otro le extendía una poción. Miró a los ojos del contrario, buscaba alguna señal de que se estuviera burlando de él o alguna especie de fastidio al estarlo cuidando. Pero solo encontró preocupación.

—For you, my friend —Miró a su amigo, esperando a que tomara las cosas—. Descansa un rato chaval, Leo y yo vamos a ver los cofres y a asegurarnos de que no hayan más spawns, una vez que te recuperes seguiremos con la dungeon —dijo, mirando a su hija, esperando a que le tradujera todo lo que dijo a su otro padre.

Foolish terminó aceptando todo a las muy malas. Y, aunque se hacía el duro, aún así le gustaba esa atención, apreciaba de todo corazón que su amigo se preocupara tanto por él. Miró a dónde su hija y el otro estaban, ambos jugando, riendo y divirtiéndose, eran una hermosa escena de padre e hija.

Vegetta era un increíble hombre, tan atento con todos y dispuesto a ayudarlos cuando lo necesitaran, amante de las aventuras y alguien considerado que se preocupaba por el bienestar de otros, cómo padre no pudo haber pedido a alguien mejor para cuidar a Leonarda, podía ver el amor que ese hombre le tenía a su hija y que él sacrificaría el mundo entero solo por protegerla. Le recordaba a Mariana.

Mariana…

Mierda, aquel chico podría ser fácilmente lo opuesto a Vegetta, y tal vez eso lo había atraído en primer lugar, porque para él, Mariana era alguien totalmente diferente a lo que había conocido, y lo desconocido le atraía demasiado, pero jamás pensó que aquel pequeño capricho lo llevaría a ese lugar, un punto donde no sabe qué debería hacer.

Suspiró. A veces desearía haberse enamorado de alguien como Vegetta, así la vida podría ser más fácil.

Y con ese pensamiento en mente, se tomó la poción que le dieron, sin darse cuenta de que aquella no era lo que creía que era.

Poción || FooligettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora