douze

2.2K 432 60
                                    

Cuando Foolish le había dicho que lo protegería, jamás pensó que se lo iba a tomar tan en serio.

Sí, estaba acostumbrado que Foolish estuviera con él la mayoría del tiempo, pero jamás se imagino que su definición de proteger fuera distinta a la de él.

La primera semana pensó que solo se quedaba con él para estar seguro de que el demonio no volviera a aparecer, por lo que no le importó mucho que algunas veces Foolish se quedará a dormir. A mitad de la segunda semana empezó a cuestionarse de cuánto tiempo estaría con él. 

Antes de todo el asunto de su ex, se estaba acostumbrando a que el otro lo fuera a ver una gran parte del día y, aunque era agobiante, era lindo estar con alguien más aparte de su hija.

El problema era que Foolish parecía que, prácticamente, vivía con él.

Cada que despertaba se encontraba con él, la mayoría de veces durmiendo en uno de los sofas, en otras ocasiones simplemente sentado, a lado de Leo, sin hacer mucho, esperando a que él despertara para iniciar su día. Se quedaba con él cuando iba a dormir y esperaba a que durmiera para poder irse a su casa, para que, al día siguiente, volvieran a repetir la rutina.

Al primer mes empezaba a acostumbrarse, no siendo capaz de decirle al otro que necesitaba su espacio, así que lo dejo ser.

El segundo mes fue más llevadero, se había acostumbrado a la rutina, tanto que, en un momento, puso una cama en su parte de la habitación para que Foolish pudiera dormir con ellos cuando estuviera tan cansado de volver a su dragón.

Y ahora estaban a punto de cumplir el tercer mes.

Estaba solo. Les había dicho a Foolish y Leo que estaba cansado, que quería dormir un poco, ellos entendieron, por lo que fueron por algunos materiales que se estaban acabando en sus cofres (porque sí, el otro usaba sus materiales también, le había dicho que no había problema en eso, pero el semidiós sentía que no era lo correcto y siempre reponía todo lo que usaba).

Soltó un suspiro, abriendo los ojos después de más de cinco minutos tratando de dormir, fallando en eso por el leve dolor de cabeza que tenía y parecía crecer. Miró el techo, pensando en los últimos meses, sonriendo al recordar la primera vez que Foolish y él hablaron.

Sus pensamientos fueron interrumpidos al escuchar el sonido de su comunicador, contestando la llamada.

—¿Foolish? —pregunta, diciendo el nombre del semidiós inconscientemente.

—Me gusta más mi nombre —Al escuchar a su mejor amigo hablar, decide sentarse, ruborizandose por no notar que dijo el nombre de su otro amigo.

—Willy, hombre, n-no sabía que ibas a llamarme —tartamudea, nervioso ante el posible interrogatorio que el otro podría hacerle.

—Bueno, nunca llamas, quería saber cómo estabas —dijo—. Aunque me hubiera gustado saber que tenías pareja de otra forma, no así —Se burlo.

—Bueno, eh —carraspeó—. Para empezar: no es mi novio, es solo un amigo que… —calló al analizar lo que estaba por decir.

«Es un amigo que, técnicamente, vive conmigo y, además, con el que tengo una hija»

Apesar de que Willy conocía de la existencia de Leo, no terminaba de sonar bien.

—¿Es un amigo con el que fo…

—¡No! —interrumpió, sabiendo a dónde iba la conversación— Dioses, no. Solo amigos, nada más.

—Vamos, dime la verdad —insistió—. Te conozco mejor que nadie, hay algo en ese tal Foolech que…

—Foolish —corrigió.

—Hay algo en ese tal Foolish que te interesa —terminó por decir, esperando alguna reacción de su amigo.

—¿Lo dices por cómo te saludé? Vamos, hombre, él dijo que iba a llamar, solo esperaba su llamada —Se excuso rápidamente, mirando en dirección a su puerta, esperando ver a su hija y amigo.

—Si tu lo dices… —dijo. Estaba casi seguro que su amigo mentía, pero no iba a presionarlo a confesar algo que no quisiera, lo había aprendido por las malas— Dime entonces, ¿qué tal la Isla?

Y con aquella pregunta, Vegetta empezó a hablar de todo lo que le había ocurrido hasta el momento, soltando detalles y, en ocasiones, dejándose llevar por sus sentimientos de manera inconsciente que hacían dudar más a Willy sobre la conversación inicial.

—Me encantaría conocer a ese pequeño demonio del que tanto hablas, podría…. —Willy no pudo terminar de hablar (o dejo de escucharlo), debido a que Vegetta escuchó que alguien entraba, enfocándose en aquella persona.

—Oh, hi Vegetta, yo pensaba que, uhm, tu mimir —admitió Foolish con vergüenza, pensando que él había sido el causante de despertar al otro.

Vegetta sonrió, enternecido de la actitud de Foolish. Soltó una pequeña risa.

—Don't worry, my friend —Bajó de dónde estaba para poder abrazar a su hija, la había extrañado—. I'm despierto since much time ago —dejó de abrazar a Leo para volver a enfocar toda su atención en el otro.

A veces se preguntaba qué se sentiría besar a Foolish.

—You didn't sleep at all, did you? —El de pecas negó, haciendo reír al otro por alguna razón— Oh, you are a liar! You're lucky that you're so gorgeous that I can't stand mad at you

—¡Vegetta!

Ni siquiera tuvo la oportunidad de pedir la traducción a su hija debido al grito, tornando rápidamente su expresión tranquila en una preocupada.

Bueno, con suerte Willy no lo cuestionaria, ¿verdad?

Poción || FooligettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora