vingt

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—Estas mintiendo —habló después de algunos momentos de silencio—. No es verdad —Pudo escuchar la risa del otro tras decir aquello.

—Pensé que eso era lo que querías escuchar —dijo, acercándose a él—, ¿no es que estas enamorado?

—No —mintió—, y aunque fuera así, ¿a ti que te importa? —preguntó tosco, dando un paso atrás al notar su cercanía.

El demonio rio al ver como el otro se ponía a la defensiva. Le gustaba verlo así.

—Claro que lo estas, Vegettita —se alejó un poco—. ¡Deberías estar feliz! El tipo también siente lo mismo —Fue a donde estaba la cama de Leonarda, mirando las cosas que tenía ahí—, ¿por qué te pones así?

Vegetta cerró los ojos fuertemente, sintiendo como su corazón brincaba de emoción al escuchar la confesión que el demonio le decía.

¿Qué si él quería que Foolish lo quisiera de la misma manera? ¡Joder, claro que sí! Era lo único que pedía, lo que deseaba. Pero sentirlo, desearlo, quererlo de esa forma... se sentía mal de alguna manera, era por eso que no quería creer lo que el oso le decía.

—¿Qué es lo que quieres? —preguntó a la defensiva, esperando a que el otro hablara— Si estas aquí, es por algo.

—Siempre tan perspicaz, Veg —habló de una manera tan tranquila que hizo temblar a Vegetta—. Que linda familia —dijo, mirando una de las primeras fotos que esa familia se habían tomado—, nosotros pudimos tener algo como esto —Se burló, sonriendo forzosamente.

—Solo dime por qué estás aquí —pidió, cansándose de la actitud tranquila y juguetona del demonio.

—Me siento mal por lo de la última vez —dijo, intentando sonar arrepentido, fallando en el intento—, quería remediarlo, así que vine a hacer mi buena acción del año.

Vegetta no dijo nada, solo se quedó mirando a Rubius, quién seguía mirando las fotos del cuarto de si hija.

Todo le parecía raro, tenía un leve presentimiento que algo saldría mal, su mente le decía que olvidará al oso, que no le hiciera caso.

—No quiero que sufras —miró de nuevo al castaño. Sonrió levemente, dando una imagen de inocencia junto a sus palabras—. Necesitas saber la verdad antes de que te ilusiones… —soltó una pequeña risa— antes de que empieces a creer que todo es real.

—¿De que cojones hablas? —preguntó ya frustrado de tanto misterio de parte del otro.

Todo era tan confuso.

—Estas enamorado de Foolish por culpa de unas pociones —confesó, esperando la reacción del otro.

Vegetta, por su parte, lo miró confundido y enfadado. No sabía si lo que decía era verdad o solo jugaba con él, pero con cada palabra que daba lo hacía desesperarse cada vez más.

—No existe algo así —murmuró—. Al menos no desde que los Dioses se deshicieron de los ingredientes.

—Nah, no lo hicieron —se dirigió a la fogata que el de morado tenía en su torre—. Simplemente simplificaron todo en un solo ingrediente: una rara flor que es difícil de encontrar, solo crecen en el nether —explicó, con un tono de aburrimiento— porque, bueno, es una poción prohibida, así que… —alzó los hombros mientras hacia movimientos con sus manos, intentando darle a entender algo que Vegetta simplemente no comprendía— todo lo ilegal por los Dioses se va al nether.

—Ni siquiera he pisado el nether, es imposible que tenga la flor que dices.

—Tampoco tengo todas las respuestas, hombre —rodó los ojos—. Solo sé que lo que sientes no es real.

—¿Y cómo estás tan seguro de eso? —Escuchó la risa del demonio. Apretó su mandíbula ante la clara burla hacia su persona.

—¿Nunca te preguntaste el por qué las pociones de curación no resultaron?

—Porque solo curan heridas físicas —dijo, confundido ante el repentino cambio de tema.

Claro que lo que había dicho no era del todo verdad, había sacado esa conclusión al ver que seguía igual de enfermo después de dos pociones. Aún así, algo en él sabía que eso era mentira.

—Se supone que eres un sabio, Vege —ironizó—. Usa tu cerebro para pensar.

El mencionado solo frunció el entrecejo, ignorando cómo cada apodo que era mencionado, causaban en él diferentes emociones.

—Si fuera así, también hubiera curado las heridas de Foolish ese día… —Empezó a tantear el terreno.

—¿Ese día? ¿De que día habl… —Se quedó callado al tener un fugaz recuerdo de cierta aventura.

Dónde estaban él y Foolish con Leo, en una dangeoun.

El día que todo comenzó y nunca lo supo. Hasta ahora.

Poción || FooligettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora