onze

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Enojado.

No había mejor palabra que describiera a Foolish en esos momentos. Y no es que Vegetta hubiera hecho algo mal, él jamás podría hacer algo mal a los ojos de Foolish, de hecho, todo lo que hacía era perfecto para él.

El problema era lo que acababa de pasar.

Foolish tenía un vago recuerdo de Vegetta diciéndole que él y el demonio eran ex-novios, recuerda que, cuando se lo dijo, estaba feliz de pensar en él.

—Él… uh, tu ex —miró la expresión del otro.

Y ahí estaba lo que lo confundía, aquella expresión de incomodidad era todo lo contrario a lo que mostró en un principio. El brillo de emoción al hablar del demonio no se había hecho presente en ningún momento.

—Why…? How? When? —preguntó, tan rápido que apenas Vegetta había entendido la primera pregunta.

—I… can't —La voz temblorosa del otro lo puso en alerta—. Lo siento…

No sabía qué había cambiado desde el momento que lo dijo hasta ahora, y, si era sincero, no quería saberlo. Porque verlo tan cohibido, tan indefenso, verlo ser alguien que no era…

—Look, I don't know what happened between you two —Observó como Vegetta acercaba más a su hija a él, como si quisiera protegerla.

—Foolish, no sigas —Evitaba mirarlo a los ojos, su mirada se enfocaba solo en su hija y en la comodidad de ella.

O tal vez era él quien buscaba sentirse protegido.

—Vegetta —llamó—. Listen… escucha, yo quiero… te quiero… —frunció el ceño al no recordar las palabras exactas que quería decir al español, mirando a su hija por ayuda, siendo que está solo se concentraba en abrazar a su papá.

¿Y Vegetta? Él podía jurar que aquellas palabras lo habían hecho sentir bien, algo cálido creciendo ante lo dicho.

—Ugh, I just wanted to say that I want to help you —tomó los hombros del menor, mirándolo a los ojos—, you're important to me and I don't want to let you down —miró sus labios rápidamente, tentandose a la idea de besarlo al tener su rostro tan cerca—. If your ex is a problem, then tell me… Yo golpearlo a él, for you.

Era lindo, todo lo que el otro decía era lindo. Le gustaba oír que él sería capaz de golpear al demonio solo por él.

—I'm gonna protect you, both of you, you are… mi familia —declaró, orgulloso de la afirmación. Juntó su frente con la de Vegetta, mirándolo con cariño y anhelo—. No quiero que… ¿sean? dañados.

Le encantaba eso. El cómo se escuchaba lo de ser familia era algo a lo que estaba acostumbrado, pero en esta ocasión se sentía diferente, tener al otro tan cerca se sentía extrañamente bien, lo hacía sentir protegido con tan solo unas caricias.

—Let's make a promise, promesa —se alejó del menor, sonriéndole mientras le mostraba su dedo meñique—. We won't get back together with our exes never again, uhm, no exes de nuevo —dijo, tan calmado y seguro de que eso jamás pasaría, que Vegetta no dudo en juntar su meñique con el del otro.

—Lo prometo, promise.

Ambos quedaron mirándose a sus ojos, embelesados por la mirada de su contrario, diciéndose mas de lo que quisieran con el mero silencio que los acompañaba.

«¡Hicieron una pinkie promise!»

Los dos hombres rieron al leer lo que había escrito su hija, contenta de ver a sus padres mejor que minutos atrás.

Sí, Vegetta estaba dispuesto a luchar por tener esa familia unida… y tal vez algo más.

Poción || FooligettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora