CAP. 11 - TORMENTA

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Despertó por el timbre de su casa, abrió los ojos y notó que aún era de noche y que había una tormenta fuera. El timbre volvió a sonar y sintió miedo, buscó el celular en su mesa de noche y vió que eran las 3 de la madrugada, el timbre sonó una vez más y el castaño casi saltó en su cama, se levantó y caminó hacía la puerta rápidamente, tomó un respiro y abrió unos pequeños centímetros.

Y allí, completamente mojado y con una sonrisa de idiota estaba Emilio.

— ¡Me asustaste! — se quejó Joaquín abriendo la puerta — mierda...no tienes idea todo lo que mi mente imaginó — dijo bostezando — Estás todo mojado ¿Qué haces aquí? — preguntó confundido.

Emilio no había entrado, aún seguía de pié en la puerta.

— ¿Puedo pasar? — preguntó tímidamente

Joaquín quién ya caminaba hacía el baño, volteó con el entrecejo fruncido

— No es obvio que si — se encogió de hombros  — entra...te enfermarás.

Llegó al baño y buscó 2 toallas limpias para secar al rizado

— Ten — dijo pasándole las toallas — ¿Sucedió algo?

— Gracias — contestó Emilio sonriendo, entró y cerró la puerta — No, bueno...no podía dormir y salí a caminar por allí, pero luego comenzó la tormenta — hablaba mientras sacaba su ropa mojada y se las pasaba a Joaquín — estaba aquí cerca y pensé en pasar...no me fijé en la hora, Lo siento.

Joaquín asintió en silencio y llevó la ropa mojada hacía la secadora, cuándo volvió el rizado estaba cubierto por una toalla en la cintura y otra en su cabello. Joaquín no pudo evitar quedarse mirando el torso desnudo de Emilio.

— Ven acá, te vas a congelar — dijo y volteó para caminar hacía su habitación, mientras escuchaba los pasos de Emilio seguirlo — ¿Quieres un café ó un té?

— Te agradecería un té por favor — dijo ya con la voz temblorosa por el frío.

Entraron a la habitación y Joaquín abrió las mantas de la cama, para que el rizado se acostara en dónde él había estado durmiendo.

El rizado se sacó las toallas, quedó desnudo y entró rápidamente, con una sonrisa infantil que hizo reír a Joaquín.

— Iré por tu té, seca tu cabello con la toalla mientras vuelvo

—Muchas gracias Joaco.

Joaquín asintió y salió en dirección a su cocina, su alfa estaba completamente feliz de tener al rizado allí y aunque quisiera negarlo, él también lo estaba.

Preparó 2 tazas de té, apagó las luces del apartamento y fué hacía su habitación, el rizado lo esperaba con todo el pelo revuelto por el intento de secarlo, se veía adorable y Joaquín se odia un poco por las ganas que tiene de besarlo.

—Ten tu té

— Gracias, otra vez ...

Joaquín asiente y se mete al otro lado de la cama, cuándo se acomoda para tomar su té se dá cuenta que Emilio ya lo ha hecho, el rizado le dá una sonrisa y se acuesta a su lado, tapándose casi por completo con las mantas y se pone de costado, mirándolo.

— Lamento mucho lo de hoy — dijo de repente el rizado — no debí opinar de esa forma en asuntos que no son míos... tenías razón

— Creo que debes disculparte con Eduardo, no conmigo.

— Ya lo hice con él, hablamos bastante...y aunque aún creo que es un error, entiendo porqué lo hizo.

Joaquín bufa y su Alfa gruñe molesto.

Eres Mi Alfa // Adaptación Emiliaco OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora