2 alfas tienen una relación, no es fácil estar con alguien de tu misma casta, pero apesar de ello los encuentros nunca paran.......puede que sea sólo por el sexo ó porqué realmente se aman, pero nada de eso importa cuándo uno de ellos encuentra a su...
Los días pasaron rápido y llegó el momento de ir a casa de Emilio.
No sabe si es realmente una buena idea ir, ya que no ha hablado con Emilio desde navidad y ya es 29...le ha enviado mensajes y todos han sido leídos, más en ninguno obtuvo una respuesta.
— No sé si será correcto ir a verlo — dijo Joaquín — quizás no quiere que vaya
— ¡No te acobardes ahora! — se quejó Nikolás — Vamos a ir, se sorprenderá de verte allí...le dirás que romperás tu lazo, que lo amas, se casarán, adoptaran bellos bebes, seré el padrino y todos seremos felices.
Joaquín soltó una carcajada
— ¡Adopta tus propios bebés!— gritó mientras reía y le daba empujones a Nikolás.
Ambos estaban en la habitación del ojimiel esperando a Eduardo, quién había ido al baño antes de salir camino a Cuernavaca. Es temprano y Joaquín tiene sueño, pero sabe que no podrá dormir ni siquiera un poco en el tren camino a ver al alfa.
— Estoy listo, vámonos — dijo Eduardo y el estómago de Joaquín se apretó de inmediato.
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EMILIO
— No me digas que le estás escribiendo a él — dijo Romina mientras voltea los ojos.
— Le escribo a Nikolás, me dice que llevan un poco más de 1 hora en el tren — contesta Emili9 y siente cómo mariposas están haciendo estragos en su estómago
— ¿Y viene? — pregunta Romina.
Emilio muerde su labio inferior y dá una pequeña sonrisa mientras asiente
—¿De verdad? — pregunta incrédula — a pesar de que ignoraste sus mensajes... ¿Lo hiciste, verdad?
— Sí, Eduardo me escribió más temprano y me dijo que Joaquín venía — dice sonriendo...aún no puede creerlo.
— Hermano...tienes que tomar las cosas con calma, es una posibilidad que él venga sólo para estar con sus amigos.
— Él me escribió casi todos los días, me dijo que quería verme y que me extraña
— Sí, y antes estuvo follando contigo y aún así no le importó romperte el corazón — ella habla con cuidado, pero Emilio puede sentir la molestia de su hermana con Joaquín.
— Es distinto — dice casi en un susurro, casi cómo si se estuviera convenciendo a sí mismo de ello — De todas formas ¿Tú no tienes que trabajar? — dice para cambiar el tema.
— No iré — se encoge de hombros riendo — le prometí a Eduardo y a Niko que estaría, así que aquí me tendrás
