2 alfas tienen una relación, no es fácil estar con alguien de tu misma casta, pero apesar de ello los encuentros nunca paran.......puede que sea sólo por el sexo ó porqué realmente se aman, pero nada de eso importa cuándo uno de ellos encuentra a su...
Volvieron a la casa de Emilio, todos con algunas copas en el cuerpo. Entraron a la casa y se encontraron con la madre de Emilio sentada en la mesa de la cocina bebiendo un café.
— Hola chicos — saludó ella con una sonrisa preciosa — ¿Qué tal les pareció mi galería?
— Absolutamente preciosa señora Osorio — dijo Nikolás con entusiasmo — amamos cada obra expuesta.
— Definitivamente ha hecho una selección excelente — añadió Eduardo
— Muchas gracias — dijo mientras daba un sorbo a su café — ¿Y a tí Joaquín, que te pareció?
La pregunta lo tomó un poco por sorpresa, pero de todas formas sonrió antes de hablar
— Me pareció perfecta, muy bellísimo todo
— ¿Y viste la del hilo rojo? Supongo que te hizo pensar en tu Omega ¿No? — preguntó con una sonrisa y sus cejas levantadas
¿Cómo decirle que sólo pensó en su hijo? ¿Cómo explicarle a una mujer fanática de los lazos con destinados, que no le interesa el de él? Joaquín cree que simplemente no puedes decirlo.
— Totalmente, pensé en mi alma gemela en cuánto el hilo comenzó a salir.
Ella murmuró algo que Joaquín no alcanzó a distinguir y Emilio habló
— Vamos allí — dijo apuntando a su terraza — el cielo es de vidrio y es maravilloso estar allí cuándo está nevando.
Joaquín asintió al igual que los demás y salieron, la terraza era maravillosa, en realidad era una gran sala con ventanales cómo puerta y vidrio cómo techo, en medio había una chimenea y era enorme.
Eduardo y Nikolás se sentaron en un sillón cerca de la chimenea mientras que Emilio tomó suavemente la mano de Joaquín y lo acercó a un rincón que tenía lo que parecía ser un colchón bastante costoso con muchas almohadas.
— Mi padre diseñó ésto para poder leer y dormir sus siestas con la mejor de las vistas — dijo Emilio mientras se recostaba y le hacía una seña para que se recostara a su lado.
Por supuesto Joaquín lo hizo de inmediato y Emilio no esperó ni un segundo para entrelazar sus manos.
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EMILIO
Estaban conversando sobre sus respectivas carreras y que planeaban en su futuro, mientras Eduardo y Nikolás estaban susurrándose cosas muy románticamente.
Emilio se siente feliz, demasiado feliz...Joaquín acaricia suavemente su mano con el pulgar mientras sus manos están entrelazadas.
Todo estaba maravilloso, hasta que sintió una mirada sobre él, rápidamente y sólo por instinto llevó su vista hacía el ventanal que dá a la cocina, allí, de pié aún con una taza en sus manos está su madre.
