•-prologo-•

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La alarma empezó a sonar muy temprano en la mañana, eran las siete y el sol apenas se estaba asomando por la ventana de una habitación monocromática, todo era de los colores blanco y negro, además de unos tonos de morado que se encontraban en algunas cosas de ese cálido lugar.

De una bola de sábanas salió la mano huesuda de un esqueleto que con toda la flojera del mundo apagó el sonidito que ya se estaba haciendo irritante, se sentó en la cómoda cama, tirando las brazos hacia arriba, sus huesos crujieron por el movimiento después de estar tanto tiempo sin moverse, su cuerpo estaba un poco entumecido.

Se levantó por fin, empezó a vestirse lentamente, para después bajar por unas largas escaleras hacia el living, tenía puesto su uniforme, un poco arrugado por como lo metía en su armario siempre que lo acababa de usar.

Ya en la cocina, prendió la pequeña cocinilla que tenía por cocina, hace poco se mudó de la casa de sus padres y le a costado poder independizarse pero hace más de tres semanas que no iba a comer la comida de su madre o a pedirle dinero "prestado" a su padre.

Se hizo unos simples huevos revueltos, los comía por mientras que miraba cosas en su celular y hacía tiempo para ir a su universidad, en Twitter estaban funando a una persona por mensajes racista por mientras que al mismo tiempo que pasaba eso una persona se burlaba de otra persona por su cuerpo defendiendo se con la escusa del humor negro, algo asqueroso y cobarde a su parecer.

Se canso de leer tanta estupidez junta, para pasar a fijarse en la hora, 7:50 a.m, ya iba tarde, se paró rápido de la silla para ir a buscar su mochila con sus útiles ya arreglarlos.

De camino a la universidad esperaba encontrarse con su amigo epic, el siempre lo esperaba para entrar juntos pero hoy fue la acepción, no lo encontró en todo el largo camino a su gran universidad, no se preocupo, seguramente ya había entrado o se había quedado dormido, no era la primera vez que le pasaba y seguramente no será la última.

La campana ya había sonado, empezó a correr hacia la puerta que ya se estaba cerrando, ahí un señor ya mayor lo veía con gracia, por suerte le dejo pasar sin mayor problema, al llegar a su sala, una cabra bien vestida estaba poniendo sus cosas en la mesa de profesores, me quedé quieto en la puerta esperando que me dijera algo por llegar unos minutos tarde, pero eso nunca llegó, en cambio me hizo un gesto con la cabeza indicando que me sentará dándome una sonrisa cálida cuando pase al lado de ella.

Y ahí estaba mi gran amigo epic, riéndose de mi por llegar tarde, cómo si el nunca lo hiciera.

Me acomode más en mi silla y puse atención en la profesora que ya empezaba a dar su clase, esperando que el tiempo pasara rápido y pudiera irme a mi casa.

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Ya era la última clase, unos minutos antes de que sonara el timbre y por fin poder irnos, no se me hizo tan largo como espere, con las bromas y juegos de epic cada clase se alivianaban bastante, todos lo agradecían de alguna manera.

Aunque no fueron tan duras las clases pasadas este se podía considerar la peor de todas, cada que la teníamos terminamos muertos de cansancio, y como no, si tener a undyne de profesora de educación física no era poca cosa, nos hacía correr por todo el colegio hasta que no podamos más, ni mi compa el epic se atrevía a decir un chiste en su clase porque si lo hacía tendría que hacer más que todos.

Siempre que terminamos nos vamos a tomar algo fresco en el quiosco cercano al colegio, ahora solo estamos esperando el sonido del timbre para irnos arrastrando hacia la salida.

Y tal cual paso, el mismo sonidito de siempre dió paso a la lucha para ver quién salía antes de esa cárcel, con personas corriendo por esa puerta que se hacía pequeño en estos momentos, los únicos que no corrían era el curso que acababa de sufrir el infierno y que caminar lo hacía mil veces peor, además de esos grupitos que caminaban cómo modelos y se creía aesthetic.

la tienda de helados de nightmare [ nightcross ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora