Capítulo 12Respuestas
María Elisa
Pasaron finalmente los días en el campamento Sahara. Desde que la teniente nos entregó los obsequios de bienvenida, solo nos dedicamos a practicar en el campo cómo usarlos correctamente. Al practicar tanto durante la primera semana, terminé lastimándome las palmas de las manos, pues no me acostumbraba del todo al peso de la katana. Pero cuando finalmente logré dominarla, mejoré muchísimo y puse a prueba mis reflejos junto a Camila, quien también se lastimó la yema de los dedos en la primera semana, pues no tenía ni idea de cómo lanzar una flecha. Mientras tanto, Noah y Gaia practicaban juntas el combate cuerpo a cuerpo, y aprendieron rápidamente a utilizar el látigo y los abanicos, aunque en un par de ocasiones se lastimaron. Los chicos aprendieron muchísimo con los instructores personales. Aunque al principio les costó mucho y no paraban de quejarse y lloriquear por todas partes, ahora incluso la Teniente dijo que terminaron sorprendiéndola; verdaderamente aprendieron cómo defenderse.
—¿Alguien más piensa que es muy extraño ir en el camión de regreso al colegio sin Guerra? —dijo Noah.
—Yo, pero la teniente no nos habría dejado subir si no fuera seguro, ¿no lo creen? —contestó Jeff.
—¡Ja! Con lo poco que le importan nuestras vidas, no dudaría ni tantito que nos haya vendido a un burdel —dije cruzándome de brazos.
—¿Qué estupidez estás diciendo? —protestó Gaia.
—No podría atreverse a hacer algo así. Tengo una reputación que cuidar, y no pienso perderla con otro hombre; primero la muerte —chilló Jeff, ofendido.
—Y exactamente, ¿qué es lo que no piensas perder con otro hombre? —preguntó Mahelo, esbozando una sonrisita burlesca.
—Bueno, tú sabes...
—Jeff —interrumpió Camila— sabes que así como hay lugares de diversión para hombres, también los hay para mujeres, ¿verdad? —explicó Camila.
—¿En serio? —dijo emocionado.
—Pues obvio. Allí van las mujeres, con o sin marido, a ver a los hombres bailar y cosas así... Dicen que pagan muy bien —dijo Erick, subiendo y bajando ambas cejas divertido.
—¡Um! —Jeff aclaró su garganta—. Entonces no estaría nada mal hacer el sacrificio.
—¡Cállate, imbécil! Si quieres prostituirte, hazlo tú solo, no nos incluyas en tu colada —reaccionó Gaia, irritada.
—¡Podrían callarse todos! La teniente es una persona seria, y no nos vendería a nadie. Por si no lo han notado, estamos a punto de regresar al colegio, y no sabemos con qué panorama nos vamos a encontrar. Pensemos con la cabeza fría, ¿ok? Les aconsejo que, sea cual sea la situación en el colegio, recuerden mantener un perfil bajo o el de siempre, sin levantar sospechas. Recuerden revisar si hay micrófonos o cámaras en sus habitaciones. Recuerden todo lo que aprendimos en el campamento y, sobre todo, recuerden que, a pesar de nuestras diferencias, seguimos siendo un equipo —dijo Max con voz fría y mirada penetrante, esa mirada que tanto lo caracteriza.
—En el colegio no podremos hablar abiertamente de los D.P, así que debemos ser cautelosos, ¿no? —dijo Erick.
—¿Los D.P.? —cuestionó Camila.
—Los Dark Players.
Durante el viaje, hablamos de muchas formas de encontrar al líder de los Dark Players y de cómo acabar con ellos. También discutimos cómo contrarrestar el peligro que podría acechar a Camila debido a la amenaza inminente, y sobre todo, cómo nos reuniríamos para hablar sin levantar sospechas.
![](https://img.wattpad.com/cover/304165300-288-k86546.jpg)
ESTÁS LEYENDO
R-D : Discipline and Revolution [En Edición]
Teen FictionSí ser adolescente y ser comprendido y aceptado por una sociedad no es fácil, imagínate serlo y que en tu colegio exista una organización anónima de asesinos... El Disipline School y el Revolution School dos colegios prestigiosos y de grandes infr...