Capitulo 34
La última batalla
Max
Llegar a la mitad del mundo fue fácil, pero decidir que hacer habiendo tantas personas y ni un rastro de los D.P es lo difícil. Ya casi han pasado doce horas desde que los D.P se llevaron a María Elisa, y cada segundo que paso en la incertidumbre me llena más de impotencia y desesperación. Prometí que estaría con ella hasta el final, le dije que no la dejaría sola, prometí acompañarla, prometí que no dejaría que le pasara algo malo...y ahora ni siquiera sé dónde está, ni qué le están haciendo, no sé si esta herida...y mucho menos sé sí sigue con vida.
—¿Ahora qué? No podemos mostrarnos con armas delante de todas esas personas, creerían que los vamos a asaltar o algo así —puntuó Mahelo desde el asiento del copiloto.
—Habla por ti mismo, recuerdo haberte dicho que trajeras algo más discreto — le dije sin despegar mi mirada del volante.
—¿De qué hablas? esta bebé tiene un muy buen alcan...
Toc Toc
Alguien toco el vidrio de la puerta del copiloto. Nuestras miradas aterrorizadas fueron directo hacia aquella puerta para encontrarnos con... ¿Guerra?
—Auto equivocado —le dijo Mahelo bajando el vidrio unos cuantos centímetros para luego volverlo a subir— ¡Arranca! ¿Qué esperas? ¿Qué Guerra nos mande de regreso al colegio?.
Todos exigieron lo mismo que Mahelo, pero el tiempo jugaba en nuestra contra, más que todo en contra de María Elisa. Por ello me saque el cinturón lo más rápido que pude y baje de la camioneta. Rodeé la camioneta hasta quedar frente a Guerra. Y con el semblante más serio que he podido tener en mi vida me dirigí hacia él.
— No sé cómo supo que estábamos aquí, pero diga lo que diga, no nos vamos a ir de aquí sin María Elisa.
—Es casi imposible no predecir lo que van a hacer, y no he dicho lo contrario. De hecho, necesito su ayuda una vez más —aseguro.
—¿Qué tipo de ayuda? —quise saber.
Los chicos empezaron a bajar de la camioneta al escuchar tales palabras de la boca de Guerra y se apuntaron al plan sin sí quiera conocerlo.
—El equipo de inteligencia ya se ha infiltrado dentro y fuera del monumento de la mitad del mundo, en este instante hay alrededor de cien civiles dentro y fuera del mismo. Ahora lo que necesitamos es que ustedes se pongan unas capuchas y que aparente activar una bomba cerca del monumento. De esta forma todos abandonaran el monumento rápidamente y sin queja alguna y nosotros podremos actuar.
—¿Como haremos eso? ¿Es decir como aparentaremos activar una bomba? —quiso saber Mahelo.
—En esas camionetas de allá —señalo un estacionamiento no muy lejano de donde estábamos —allí están algunos agentes que les darán un pequeño equipo con forma de bomba, es solo una sirena, pero ellos les explicarán como activarlo. La finalidad de esto es sembrar terror en los presentes para que desaloguen el lugar de forma rápida y sin tener mayor retraso, esa será su última misión.
Explico Guerra con un tono de voz bajo. Junto a él nos dirigimos a las camionetas que señalo, y en efecto había algunos agentes allí dentro, incluso Marcela Manrique estaba allí dentro, se podría decir que tenían toda una sala de operaciones dentro de una de esas camionetas oscuras. Tenían acceso a todas las cámaras del lugar —ahora sé qué otra cosa quiero ser cuando me gradué —nos dieron un aparato de forma cuadrada con un montón de cables entrelazados. Nos volvieron a explicar nuestra función y el cómo utilizarlo, y a todos nos dieron una detonadora —una pistola que simula el ruido de un disparo, pero en realidad es inofenciba —solo para hacer más creíble nuestra actuación. Por suerte Mahelo dejo la carabina en la camioneta de lo contrario tendríamos mucho que explicar.
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R-D : Discipline and Revolution [En Edición]
Teen FictionSí ser adolescente y ser comprendido y aceptado por una sociedad no es fácil, imagínate serlo y que en tu colegio exista una organización anónima de asesinos... El Disipline School y el Revolution School dos colegios prestigiosos y de grandes infr...