- Reina -

3.8K 339 45
                                    

¿Entonces me estás diciendo que el traidor Teach te apuñaló, te lanzó al mar para deshacerse de la evidencia, llevaste contigo la fruta del diablo, lograste flotar de alguna manera, los piratas aquí presentes te vieron naufragando, te subieron a su barco, te curaron las heridas y luego conseguiste llegar aquí para advertirnos mientras ellos trataban de liberar a su gente de unos esclavistas, ¿verdad? - Marco volvió a preguntar, solo para asegurarse de que esto no fuera un sueño; era real, habían acabado con la amenaza y habían conseguido a su hermano de regreso.

Sí, Acey, es como un gato bastante arisco, pero en realidad es una buena persona. Todo este tiempo, lo que sucedió fue que Teach quería las islas que Ace protegía. Cada vez que intentaba obtener una, Ace lo detenía y él regresaba llorando y contando mentiras sobre él - Ace miró al cocinero y luego a sus hermanos. Los pueblerinos ya habían regresado en barcos proporcionados por la ciudad a sus hogares, aunque los niños no iban solos, sino con adultos.

¡Entonces tenemos que disculparnos contigo! - Izo vio cómo su padre estaba totalmente de acuerdo con eso, con un sentimiento sincero.

No, gracias. Vuelvan pronto, es suficiente agradecimiento que se lleven a este loco - Ace vio el puchero en el rostro del cocinero y giró los ojos, dándose la vuelta. Tenía muchas cosas que hacer ahora mismo para preocuparse por eso; querían ir a otra isla y eso requería preparaciones, así que tenía que hacer la lista de todo lo que necesitaban.

¿¡Qué es lo que tienes que hacer, Acey!? - el pecoso había ignorado por completo a los Barba Blanca, pero en realidad no le molestaba que Thatch hablara con él de una manera tan familiar y amistosa.

¡Vamos a otra isla, así que tengo que comenzar a hacer la lista! - Thatch sonrió mirando con complicidad a Oyaji.

¿Por qué no les damos un aventón nosotros? - el cocinero vio cómo la sonrisa de todos sus hermanos se transformaba en una especie de sonrisa siniestra.

Ace se estremeció; en realidad, ahora mismo quería tener contacto cero con las personas que serían su lugar de destino. No le interesaba sobremanera tener este tipo de relación, aunque no le desagradaban. Era imposible que les fuera a desagradar su marca de hogar de destino.

Thatch, en realidad no creo que sea una muy buena idea. Recuerdas que hace nada, tu padre quería lanzarme un terremoto y arrancarme las entrañas desde el fondo de mi corazón - Ace miró al cocinero con la ceja levantada.

No seas tan rabioso, papá solo quiere compensar su error de una manera amable y caritativa. No necesitas estar tan a la defensiva - La sonrisa del cocinero generó mucha más desconfianza en los otros piratas.

Eso en realidad suena como si nos quisieran secuestrar - Banshee miró al otro cocinero, que abrió los ojos sorprendido; acababan de ser descubiertos por esa chiquilla. - Joder, hermano, realmente están planeando secuestrarnos. Ni siquiera llevamos 30 minutos con ellos y ya nos quieren hacer algo - la mujer retrocedió algunos pasos.

¿Ace? - Deuce en realidad no tenía ni la menor idea de qué hacer en esta situación; era la ala derecha, pero eso no significaba que fuera una jodida enciclopedia que siempre estaba preparada para todos los problemas. Nunca habían tratado de secuestrarlo.

Retrocedan lento - dijo el capitán pecoso; parece que también tendría que pelear esta noche, con otro capitán, más explícitamente con el conocido hombre más fuerte del mundo.

¡Hermano, espera! - Ducky no quería más conflicto; todos estaban tan agotados mental y físicamente.

¡Mocoso, qué tal si tenemos un trato! - el pecoso entre cerró los ojos. En realidad, eso fue más una confirmación que una pregunta; ahora mismo le estaban proponiendo un trato. No quería hacer un trato.

¡No! - el chico fue bastante directo con su respuesta, pero la sonrisa en el rostro del hombre mayor no desaparecía.

Nadie te preguntó, mocoso - por la mierda, reverenda concha de la Lora, hijo de su remil putísima madre, engendro de Satanás, adefesio de la vida, animal rastrero, para qué mierda le declaraba que iba a darle una propuesta, como si fuera una; simplemente dale la jodida propuesta y ya verá él si la acepta o no.

El hombre de bigote rió al ver la expresión que lo decía todo; sentía como si esa expresión ya la hubiera visto alguna vez en su vida. La recordaba de una joven pecosa, capitana de su propio barco, esposa de su mejor amigo, siempre retándolo con la mirada. Era como si aún pudiera recordarlo, con su melodiosa y tranquila voz tratándolo como a un hermano; ella misma le diría, "Eddie, ya te he dicho que no puedes estar secuestrando a todos los niños que se te crucen por el camino; la Marina va a terminar poniéndote como un secuestrador de niños en lugar de pirata".

Y él simplemente reiría y diría que podía hacer lo que quisiera, porque eran piratas y no santos; que él tenía el derecho de rescatar a todos los niños que fuera posible de las manos del Gobierno Mundial; que él quería formar una familia tan libre como el viento que pudiera ondear en el oleaje del mar cuanto quisiera.

Sí, esa mujer que alguna vez fue conocida como La reina pirata, la esposa del rey de los piratas. Cuántos recuerdos se podían albergar en una sola mirada.

Quédate en nuestro barco durante tres meses, tú y tus hermanos. Si al final de esos tres meses consideras que somos dignos de tu perdón por todo lo que te hicimos pasar, te daremos nuestra bandera para que sigan navegando por los mares bajo nuestra protección; nadie se atreverá a meterse con ustedes nunca más, ni siquiera el mismísimo Gobierno Mundial - Barba Blanca dio una gran sonrisa ante la clara furia del chico más joven.

¡Solo voy a aceptar porque quiero demostrarte que mi fuerza de voluntad es mucho más grande que la tuya! - el pecoso sabía que no era eso en realidad; no podía rechazar la invitación, su marca de lugar destinado realmente ardía. Aunque él era fuego, exigía aceptar la oferta.

brazas [TERMINADA][corregido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora