Entonces, acababan de llegar a una nueva isla. En realidad, no era lo suficientemente grande como para llamarse una isla, pero era lo suficientemente grande como para albergar una buena cantidad de bosque y algunos pueblos.
Lo que los Barba Blanca no sabían es que estos pueblos que se albergaban en la isla eran pueblos indígenas, gente que había sido criada en las junglas y en los bosques, gente salvaje que corría por los ríos y nadaba en el mar a todas horas.
Así que simplemente bajaron y se dispersaron por la isla. Thatch iba cerca de Ace, Marco e Izo iban detrás de ellos. Thatch estaba pensando en cómo llegar a otra base con su alma gemela, aunque en realidad parecía que a Ace no le interesaba. No quería avanzar con Marco, en realidad, Ace no se había dado ni cuenta de que Marco estaba tratando de acercarse más.
¿Qué demonios es eso? - el cocinero dirigió la mirada de todos hasta lo que parecía ser tres plumas moviéndose dentro de un arbusto. Se fueron acercando lentamente, y cuando estuvieron lo suficientemente cerca, pudieron ver que no era una pluma ni un animal, era una niña pequeña vestida como indígena o algo por el estilo.
¿¡Quiénes son ustedes, demonios!? - la pequeña niña sacó lo que parecía ser una daga de piedra para defenderse.
No tranquila, no somos demonios, yoi - Marco agitó sus manos en el aire para indicar que no estaban ahí en son de batalla. Pero como las agitó en dirección a la niña, la pequeña se asustó más.
Y gracias a todas esas acciones, habían terminado aquí, encerrados en una jaula de piedra marina alrededor de una fogata, mientras los indígenas bailaban, los cargaban y secuestraban. No se dieron cuenta cuando Ace se escapó del grupo, así que por lo menos sabían que su hermano pecoso les avisaría a los demás y vendrían por ellos.
Me senté en la tierra y ensucié mi kimono - Izo tenía un aura de depresión a su alrededor.
¿¡De verdad eso es lo único que te importa ahora mismo!? ¡Oh maldita sea, voy a morderte apenas tenga la oportunidad! - Thatch no podía creer que habían acabado en esta situación por culpa de que sus hermanos no sabían tratar con los niños.
Dejen de pelearse, yoi - Marco trató de calmar las aguas entre los dos, pero en realidad solo las alborotó.
¡Tú cállate que todo es tu culpa! - le gritaron los dos al rubio. Ahora el que estaba en una aura de depresión era el comandante de la primera división de los Barba Blanca.
Hola... - los indígenas dejaron de bailar y miraron a un chico pecoso con sombrero naranja, de la mano de la pequeña niña a la que habían asustado.
¡Rosa, aléjate de él, es un demonio! - la mujer que parecía ser la madre de la niña se asustó al ver a su pequeña cerca del "demonio".
¡No, mami, él es genial, él tiene la marca! - los adultos miraron incrédulos al joven, que lentamente levantó una pequeña parte de su pantalón, bastante arriba hasta la mitad del muslo, permitiendo ver una especie de tatuaje en forma de anillo alrededor de él, marcas indígenas.
¡Oh, por los dioses, es cierto, él tiene la marca, es fuego! ¡Por favor, perdónanos! ¿Estos son tus amigos? - otra de las mujeres se acercó a los comandantes y los liberó de sus ataduras.
Ningún problema, señora, todo bien aquí. Tiene una niña muy educada, seguramente ella pasará la prueba de la tierra - Ace rió al ver el orgullo de las dos mujeres. Parecían ser sus madres o algo por el estilo. El hecho de que un elemento alagara a un joven era todo un orgullo.
¿Qué es lo que está pasando, yoi? - Marco estaba confundido, Thatch no entendía absolutamente nada, y Izo se estaba limpiando su kimono de la tierra.
Cuando era niño, me criaron en una jungla. Así que conocí a varios indígenas, muchos de sus dioses y tradiciones. Hay unas cosas que se llaman las pruebas de los elementos. Aquellos que pasan las pruebas se convierten en guerreros y consiguen el respeto del resto de las tribus. Primero pasas la de la tierra, luego pasas la del agua, luego va el aire y, por último, el fuego. Yo pude hacerlo cuando era mucho más joven porque en ese tiempo no había comido la fruta del diablo, nadé por todo el mar. Ahora que lo pienso... qué suerte que no me comió nada - Ace le explicó a sus hermanos.
¿Entonces conoces su folklore? - Izo se veía realmente interesado. Rápidamente todos fueron rodeados por indígenas que comenzaron a mostrarles sobre sus culturas y demás. Poco a poco, todos los Barba Blanca comenzaron a llegar al centro de la isla y unirse a una gran fiesta.
Ace estaba sentado en el suelo bebiendo jugo de naranja al lado de Oyaji.
Nunca nos dijiste que te habían criado en un bosque - Ace tarareó.
En realidad, pensé que era algo obvio - Ace le dio una sonrisa a su padre.
Un poco sí, pero en realidad nunca pensé que fueras guerrero de alguna tribu - Ace miró al cielo apreciando las estrellas.
No es como que nos hayamos querido convertir en guerreros, pero en realidad, correteando y peleando con los animales donde nosotros vivíamos con mis hermanos, los únicos que estaban ahí para enseñarnos eran los guerreros. Los bandidos nos cuidaban solo por obligación. Además, no eres guerrero de una tribu, se supone que eres un guerrero y que puedes ir de tribu en tribu, libre. Eso es lo que significa esta marca, te ganas el derecho de ser libre, te ganas el derecho de pelear por ello... o eso fue lo que nos contó un anciano de la tribu. Pero se siente bien de verdad, como si hubiera luchado por ganármelo - Shirohige sonrió. Si esa marca era admiración para su hijo, entonces a él le agradaba.
¿Y de qué trata hacer las pruebas? -
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brazas [TERMINADA][corregido]
Fanfictionace no se lleva bien con barba blanca por una rata traidora, pero de alguna manera ayuda a uno de sus hijos y termina atrapado en un barco...