- Blanco -

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¡Se supone que debes rellenar ese tatuaje ya! - Haruta estaba hablando con Ace frente a Oyaji.

Ya se lo he mostrado a todo el mundo, no tengo por qué maldita sea rellenarlo. ¿Sabes lo que duele hacer eso en un tatuaje tan grande? - Ace no quería pasar por ese dolor.

Todos tus hermanos han rellenado su tatuaje, hijo. - Ace se sintió mal por estar rechazando esto, pero no quería rellenar su tatuaje.

Este tatuaje ha estado en blanco durante 18 años de mi vida, y siempre lo he amado en blanco. No quiero rellenarlo. - Haruta no entendía por qué su hermano estaba tan empeñado en mantener ese tatuaje en blanco.

Si lo que te molesta es el dolor, Marco siempre puede ayudarnos con eso. - Izo trató de ofrecer una solución al problema, pero Ace se negó.

Me molesta el dolor, pero en realidad son los recuerdos. Gracias a este tatuaje conocí a mis primeros dos hermanos, y fue en blanco porque ellos también tenían dos tatuajes en blanco. Nos unimos por eso. Cuando bebimos juntos nuestras primeras tazas de sake, las orillas de nuestros tatuajes en blanco brillaron al mismo tiempo. - Ace negó con la cabeza. Eran recuerdos muy apreciados como para dejarlos simplemente por querer rellenar el tatuaje.

Rellenar tu tatuaje no hará que los recuerdos se vayan, Ace. - El pecoso miró inseguro a su padre; no estaba totalmente seguro de todo esto.

Yo creo que aún no estoy listo. - Y sin decir más, el pecoso salió de la sala de reuniones. Todos se miraron intranquilos; parecía que Ace no estaba cómodo con unirse completamente a ellos después de todo lo que había pasado.

No lo entiendo. Después de todo lo que hemos pasado juntos, aún no quiere unirse a nosotros completamente. - Jozu se sentó en la mesa de reuniones; su padre desapareció por la puerta buscando a su hijo menor para tener una charla con él.

Entonces, los ojos de todos los comandantes se dirigieron a cierto peliazul que iba caminando fuera de la sala de reuniones.

¡Deuce, cariño, ¿puedes venir aquí, por favor? - Izo dudó un poco, pero se acercó con una sonrisa, tratando de complacer a sus hermanos mayores.

¿Qué pasa, Izo? ¿Necesitas algo de mí? - Deuce fue el segundo al mando en la tripulación de Ace, y, claro, que lo entendían. Después de todo, él era el que mantenía la calma y la paciencia entre los dos; eran como fuego y agua, ambos se complementaban como hermanos.

¿Tienes idea de por qué Ace no quiere rellenar su tatuaje? - La expresión del peliazul cambió completamente. Claro que él sabía por qué no quería rellenar el tatuaje, pero eso era algo que él no tenía derecho a contarle a nadie.

Iba a retroceder, pero la puerta se cerró detrás de él. Haruta le había leído la expresión.

Muy bien, Deuce, hermanito... ¿Qué tienes que contarnos, yoi? - Deuce se sintió realmente amenazado en ese momento.

Lentamente retrocedió, pero chocó con el pecho de Namur, miró a su hermano Marino, y lo que se encontró fue una hilera de dientes filosos sonriéndole. Todos lo estaban rodeando con auras perversas.

Deuce tembló levemente y reaccionó como cualquier chico de 18 años siendo rodeado por un montón de adultos insistentes.

Deuce comenzó a llorar, lo cual hizo que todos los comandantes quedaran paralizados.

¡No, no, no, no llores, hermanito! - Pero Deuce no se detenía. Claro, no lo habían pensado totalmente bien, y Deuce aún no estaba completamente acostumbrado a todo lo que sucedía en el barco y mucho menos a sus intentos de sacar información.

¡No, espera, no queríamos hacerte llorar, hermanito! - Namur trató de acariciar el cabello del menor, pero este simplemente se alejó y se acurrucó en una esquina de la habitación. Eso era algo que solo Ace sabría.

Después de todo, los Piratas Spades aún eran inexpertos en el Nuevo Mundo. Se veían rudos por fuera, pero dentro de su tripulación se trataban como hermanos, como niños pequeños delicados a los que les gustaba jugar uno con otros. Sabían cuáles eran los traumas y fibras sensibles de cada uno de ellos, y simplemente no los tocaban y se cuidaban mutuamente, como se supone que deben hacer los hermanos.

Deuce tenía un grave problema con las presiones sociales. Después de todo, él había escapado de unos padres abusivos que trataban de hacerlo el niño perfecto. Una de las razones por las que usaba una máscara era para que la gente no creara expectativas sobre él y no lo presionara.

Por otro lado, tenían a Leonero; él, por ejemplo, no soportaba los gritos, los odiaba y le hacían llorar. Así que cada vez que había algún tipo de gritos o algo por el estilo, Leonero desaparecía y se escondía en algún rincón debajo de una cama o algo parecido.

Así se podría hablar de cada uno de los Piratas de la tripulación de Ace, todos con su pasado y sus problemas, y entre todos se cuidaban las espaldas.

Shhh, no llores más - Jozu tomó a Deuce entre sus brazos y se dirigió con el peliazul llorando en sus brazos fuera de la habitación.

Genial, no había obtenido ninguna respuesta, y para colmo habían hecho llorar a uno de sus hermanitos menores. ¡Qué gran día!

No me miren... - La voz del peliazul sonaba tan quebrada, parecía estar teniendo un recuerdo un poco lejano.

Ey, pequeño, soy yo. - Deuce se separó lentamente de los brazos de Jozu para mirarlo y calmarse poco a poco.

Eres tú. No gracias al cielo, eres mi alma gemela. - Jozu casi se atraganta con esa revelación, mientras Deuce aún se abrazaba a su pecho. Fue lentamente moviendo lo que parecía ser su polera, buscando retazos de su marca en la piel, y entonces lo encontró en su espalda baja: un diamante, a juego con el que él mismo tenía en la muñeca.

Solo abrazó más fuerte al chico y se prometió a sí mismo que nunca más haría que Deuce llorara. Y aquel que se atreviera a hacerlo llorar iba a pagar las consecuencias.

brazas [TERMINADA][corregido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora