-Escritorio -

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No podía creer lo que Barba Blanca acababa de hacerle; lo había dejado solo, con las manos malditamente atadas ante cualquier acto de hermandad en ese barco. Más de dos semanas sin ceder a los actos de hermandad de los piratas; Barba Blanca decidió que la mejor manera de atacar al pobre chico pecoso sería dejándolo solo.

Después de todo, nadie podía vivir tanto tiempo sin contacto humano, aún más cuando tu alma gemela estaba rondando por el barco; los instintos lo iban a llamar.

Mientras tanto, decidió que sus otros hijos estarían en el Moby Dick conociendo a sus otros hermanos. Lo dejaba todo en manos de Rosi, su hija mayor que estaba en el otro barco; suponía que tendría que traerlos de regreso al barco uno por uno.

Primero comenzaría por el capitán.

¿Ace, estás por aquí? - Thatch buscaba al pecoso, pero ahora sin sus pequeños hermanitos alrededor era casi imposible poder detectar su ubicación. Suspiró; no sabía que había una red larga de ventilaciones en el Moby Dick. ¡Ni siquiera sabía que Ace podía moverse tan malditamente rápido dentro de los tubos!

Él no ha estado por ningún lado, yoi - el cocinero vio la cara de su hermano y hizo una mueca. Marco se veía realmente demacrado, como si algo lo hubiera golpeado hasta mañana en la cabeza.

Que el pecoso no quisiera verlo fue un golpe totalmente duro para Marco. Aunque él aún no tenía ni idea de que era su alma gemela, los instintos hacían que le doliera la ley del hielo que le estaba aplicando el chico.

¿Estás bien, hermano? - Thatch estaba bastante preocupado por el rubio. Quería decir, Marco siempre era el que más descuidaba su salud de todos aquí, pero de verdad nunca lo había visto tan demacrado.

No, lo he estado buscando por todo el bendito día pero nada, simplemente me evita como si yo fuera una especie de cucaracha o algo por el estilo. No quiere hablarme y, por alguna razón, me incomoda mucho, yoi - Thatch sentía empatía por su pobre hermano. Él sabía lo que era eso, que una persona a la que quieres mucho simplemente te ignore.

Vamos, Marco, toma un café; esto te hará sentir mucho mejor - Thatch sirvió un poco de café con el toque especial del cocinero para Marco, una gotita de alcohol, simplemente para aligerar los nervios. Nadie sabía que Marco hacía esto con su café, pero aún así el cocinero lo hacía especialmente a escondidas para su hermano. El rubio se lo agradecía bastante.

Gracias, yoi - el hombre con cabeza en forma de piña se fue de la habitación tomando su café un poco desorientado.

A veces me gustaría que Izo se fijara así en mí - Thatch suspiró, volviendo a sus deberes en la cocina.

Marco estaba tomando su café, tratando de separar de su cabeza lo mal que se sentía porque el pecoso lo estaba ignorando. Abrió la puerta de su habitación, miró su escritorio, porque tenía que hacer mucho papeleo y ahí, sentándose entre su papeleo, apareció una imagen que a Marco le gustaría mantener ahí por mucho tiempo. Estaba Ace, jugando con una pequeña daga.

Marco, te estaba esperando; tenía que hablar contigo - el hombre se atragantó con su café, pero rápidamente tragó, se enderezó y miró a Ace como si nada lo estuviera molestando.

Sí, adelante, dime todo lo que necesites, yoi - Marco rápidamente cerró la puerta detrás de ellos, mirando al chico que bajaba la cabeza un poco sonrojado, sus pies inquietos no llegaban al piso, gracias a estar sentado en el escritorio.

Yo quería saber si tú... podías reconocer la letra de mi alma gemela. Parece ser que es un doctor y su letra es un poco rara; supuse que otro doctor podría descifrarlo - los ánimos de Marco cayeron como un huevo al piso y se rompieron del mismo modo.

Oh, claro que sí. ¿Tienes una marca de alma gemela con letras? Eso es especial. Salón 5% de la población mundial las recibe con letras; muchos como nosotros simplemente son dibujos o solamente letras, yoi - Ace no podía estar más nervioso. Ahora, mientras retiraba un poco su pantaloncillo para que Marco pudiera ver bien la marca.

¿Tú no tienes letras, Marco? - Marco negó con la cabeza. Él no había obtenido una marca de alma gemela por lo menos hasta que había cumplido alrededor de 25 años. Realmente pensó que para ese punto era una de estas personas que no tenían alma gemela, pero estaba equivocado. La marca finalmente llegó, y eso lo hizo preocuparse por la edad de su persona destinada. Ya no había nada que hacer; así era como jugaba el destino, y papá ya se lo había explicado.

Es un fénix como el mío, rojo, yoi - Marco se acercó para ver bien la marca de alma gemela de Ace. Sus ojos se fijaron muy arduamente en la marca, la letra. Las letras tenían su nombre; era Ace, era su alma gemela. Estaba aquí para él.

Levantó la vista para ver al chico que estaba un poco nervioso; había intuido la situación.

¿Tú ya lo sabías desde un inicio, yoi? - Marco no quería sonar molesto, pero podrían haber estado juntos hace mucho tiempo.

No, en realidad - fue una verdad a medias - realmente tu letra era tan mala que nunca pude entender bien lo que decía. Ayer, cuando me enviaste con Izo y me estaba desnudando para que tomara mis medidas, se dio cuenta de que era tu letra. Pero solo quería decírtelo porque eres mi alma gemela. No saltaré a tus brazos y me quedaré contigo para siempre. Solo quería que ambos lo supiéramos. Pensé que era lo más justo - Marco tragó duro pero aún así sintió.

¿Me otorgarías la oportunidad de poder cortejarte, entonces, yoi? - Si Ace no quería hacer nada con él porque simplemente era su alma gemela, Marco estaba seguro de que podía conseguir que Ace quisiera hacer algo con él por cómo lo enamoraría. Iba a enamorarlo.

Solo porque eres mi alma gemela y creo que te lo debo. Por cierto, Deuce y yo no somos nada; solo es mi hermano y mi mejor amigo al que le encanta molestar a mis potenciales parejas. Así que no tienes por qué estar celoso, piña - y con eso y una sonrisa, Ace desapareció de la habitación del comandante.

brazas [TERMINADA][corregido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora