.｡⁠*ﾟ⁠+Nuestras historias.｡⁠*ﾟ⁠+🍃Sanemi Shinazugawa.🍃(Sanemi X Ti)

Capitulo 4: ¿Accidente?

Kasumi Satō se encontraba nerviosa, ¿de verdad tendría que pelear contra Sanemi?. Ella afirmaba que esto era una obra maquiavélica de Obanai hacia ella, ¿Sera una venganza de cuando Satō, envió a Mitsuri Kanroji a cuidar del pelinegro cuando volvió de una batalla con fuertes lesiones?. Esa vez, nunca se había visto a Obanai tan rojo.

Sanemi miraba de reojo a su compañera, ella se encontraba con una cara graciosa, y Sanemi se aguantaba las ganas de reír, parecía estar pensando, pero de tan concentrada que estaba, ella hacia una mueca muy tierna y graciosa. A Sanemi le recordó a su hermanita pequeña, pues hacia una cara similar cuando no sabia que peinado hacerle al de cabello blanco.

Ambos pilares observaban en silencio a Obanai y Muichiro pelear con sus katanas de madera. Ellos dos tenían movimientos diferentes, usaban un poco de sus respiraciones para los ataques. Era impresionante como Tokito tenía casi un mismo nivel que Iguro a pesar de ser tan joven, pero la experiencia de Obanai podía ser más grande que del pilar de la niebla.

Esto a Shinazugawa le recordó cuando el recién había llegado a rango pilar y al año siguiente, se había unido Satō Kasumi. Muchos rumores y elogios se esparcían tras el nombre de la chica, como es el caso de Muichiro Tokito. Se decía que la pilar de la tormenta, había eliminado a dos lunas menguantes al mismo tiempo, esto a unos meses de su ingreso a cazadora, pero ella había negado el rango pilar, hasta que a completara el entrenamiento de un hashira y lo logro pasar, a tan solo un año. Eso había sido el tiempo más corto en el que un cazador lo había logrado, hasta que Muichiro Tokito rompió el récord.

El peliblanco le entro una gran curiosidad de conocer la historia de origen de su compañera de a lado, ya que era normal que cada cazador tenía una historia trágica relacionada con los demonios y del como se habían convertido en un cazador. Pero, a el de daba pena hablar con su compañera.

Era hora de que ambos pasaran a entrenar, Tokito e Iguro ya habían acabado, con la victoria a favor de Obanai, solo por un poco de ventaja. A veces la experiencia y el esfuerzo puede vencer al talento nato... solo a veces.

Sanemi fue a tomar una katana de madera y se preparo mentalmente para el entrenamiento con Kasumi; normalmente el peleaba con sus amigos varones, en cierta forma se le hacía incomodo tener que golpearla y atacar a su compañera pilar, no era el hecho de que él no creyera que sus compañeras pilares no sean tan fuertes como el, si no, que siempre recordaba las palabras de su madre "A una mujer siempre se le tratara con mucho respeto Nemi, no seas como tu padre nunca."

Pero, por algo es una de las pilares más fuertes, por algo se rumorea tanto de su habilidad como de su poder, ¿no es así?. El albino solo quería convencerse de que no estaba mal sus acciones, ¿Pero por qué sentía que todo estaba mal?

Mientras Shinazugawa lo meditaba un poco más, Obanai se acerco a el y puso su puño en el hombro del albino dando un pequeño golpe. Ambos se miraron a los ojos en silencio.

-No te contengas, porque ella no tendrá piedad de ti.-Parecía más una amenaza que una advertencia lo que acababa de decir Obanai.

-¿Qué?.- Desconcertado miro a Iguro. El pilar de la serpiente se limito a observarlo con una cara muy maquiavélica.

-Conocerás el porque le dicen a Kasumi Satō, la tormenta nocturna.-Iguro Obanai procedió a irse.

Mientras que Kasumi se estaba acomodando las vendas de sus manos y, amarrando su largo y brilloso cabello, observo como Obanai, amenazaba a Sanemi. Cosa que avergonzó a Kasumi.

-Bueno chica, parece que nuestra serpientita ya le dijo sobre el apodo.- Susurro para si misma maldiciéndose por la actitud de Iguro.- ¡Qué vergonzoso!