Besos y porros
Sentados en corro
Merendábamos besos y porros
Y las horas pasaban de prisa
Entre el humo y la risa...
Hoy estoy nostálgica, pero es una nostalgia dulce, de esas que te dejan una sonrisa en la boca y la mirada perdida en los recuerdos. Hace un rato estuve con mi novio y creo que eso despertó el sentimiento. La canción que da nombre a este blog refleja tan bien lo que fue el último verano... No puedo creer que ya estemos en julio, que tenga que taparme con una manta y tomar un café caliente para no pasar frío, cuando siento que fue ayer que estaba todo el día en traje de baño.
Fue ese uno de los mejores veranos. En enero Canelle y yo estuvimos algunos días en un balneario del sureste del país, donde el océano atlántico y la arena blanca se convierten en el paraíso. Fue invitación de Dante. Sus padres le dejan todos los veranos una cabaña (que al contrario de lo que uno imagina por cabaña esta era básicamente una mansión de madera) para que haga lo que quiera. Al haber espacio de sobra, no tuvo ningún problema en que mi melliza nos acompañara, y también se quedaron varios amigos de el.
Ah! Recuerdo haber presenciado los más espectaculares atardeceres en la playa vacía, tomando cerveza, con mi novio tocando la guitarra y yo cantando, aprendiendo también algunos acordes. Las escapadas a otros balnearios cercanos, la banda yendo a tocar a bares y nosotras festejando. Mi temporada groupie, sin duda. Los viajes por carretera inacabables, descubriendo siempre lugares nuevos. Tan solo imagínenlo: no sienten la libertad? Viajar en yate, nadar en las aguas más hermosas, tomar sol (lo malo es que tengo que cuidar demasiado mi piel), bailar hasta más no poder.
Ay, las fiestas de verano. De día, de noche, en la playa, en la cabaña, en el club. Probar las más ricas comidas y los más coloridos tragos, crearlos yo misma, hacer cosas fuera de mi rutina. Cantar a dúo con mi hermana, andar en bicicleta con ella, dejar que me retrate en su lienzo, reírnos de cada mínima cosa. Y disfrutar más que nunca de Dante, de su forma de bailar, de arpegiar, de mirar, de besar. Salir a andar en moto, perdernos en el medio de un bosque o en una playa aislada, pero siempre logrando llegar a la cabaña. Hacer el amor como nunca, como si no hubiese mañana, como si no hubiese ayer. Hacer el amor sin tiempo, sin espacio, solo fusión.
Como extraño las vacaciones de verano! Ahora son vacaciones de invierno, y el invierno es, a pesar de todo lo que dije, mi estación favorita. Es hermoso estar cerca de una estufa, con mucho abrigo, leyendo y tomando algo calentito. Lamentablemente tengo que tener cuidado para leer. Además me encanta el frío y la playa la disfruto incluso en esta época. Me gusta ir sola, de mañana, pero también ir con mis hermanos y con mi perro David. El es tan feliz en el mar. Bueno, la ropa invernal también es de mi favorita. Algún día de estos voy a subir ideas de outfits, se que es algo que les gusta, y la ropa y yo nos llevamos bien.
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Cenizas al café
Teen FictionLas mellizas Ferrari son un mito en el instituto Carpe Diem. Para la mayoría, dignas de admiración y celebración. Sin embargo, unos pocos las observan con ojos de duda, casi sintiendo que esconden un enigma. Dos muchachas, dos formas de ver el mund...