— ¡Ahhhh! ¡Señor Choi! — el gritó de dolor de Soo Bin hizo que Yeon Jun se detuviera.
— ¿Y ahora qué pasó? — preguntó un Yeon Jun preocupado viendo a un Soo Bin en el piso, hacía menos de un minutos que se habían dejado de tomar de la mano.
— ¿Qué no ve? ¡Me caí y me duele! —Soo Bin se quejo desde el piso sobándose la rodilla, una piedra en camino se le había atravesado.
— ¡Ay Binnie!— exclamó con diversión mientras se se hincaba hacia su chico. — Sana, sana colita de rana, si no sana hoy sanará la próxima semana — cantó de una forma juguetona al mismo tiempo que le sobaba la rodilla a Soo Bin.
— Gracias — ambos sonrieron divertidos por la situación y las ocurrencias de ambos. — Ahora cárgame — le ordenó el mayor al menor.
— ¿Y por qué tengo que cargarte? — cuestionó Yeon Jun.
— Porqué estoy lastimado, cansado, tengo hambre y si estamos en esta situación es por culpa suya y sus tontos celos. Ahora sea un buen jefe y cárgueme — le exigió.
Yeon Jun estaba por reusarse pero ver a Soo Bin tan serio y firme lo hizo desistir, no podía negarse, más bien no podía negarle nada al chico que poco a poco comenzaba a entrar a su corazón. Si Soo Bin le pedía que le bajará una estrella del cielo, hará hasta lo imposible por dársela.
— ¡Oiga! ¿Lo hará o no? — Soo Bin lo miro molesta desde el piso.
— De acuerdo, lo haré — contestó dándole la espalda. — Sube antes de que me arrepienta — le ordenó agachándose hasta el piso, espero unos segundos hasta que Soo Bin se subió a su espalda. — Sujétate bien, si te caes no me haré responsable — Soo Bin torno los ojos ignorando por completo a su jefe, se acomodo para estar más cómodo en la espalda de Yeon Jun.
Estuvieron caminando alrededor de unos veinte minutos, Soo Bin ya se había quedado dormido en la espalda de Yeon Jun, pero en ningún momento soltó al pequeño peluche que traía en la mano.
— ¿Soo Bin? — lo llamó el mayor pero no obtuvo respuesta. Negó divertido. — Hasta dormido sigues siendo hermoso, pero pesas niño — se quejo algo adolorido, llevaba un buen rato caminando por el solitario bosque pero sin señales de vida por alguna parte.
Yeon Jun estuvo a punto de decidir en quedarse a dormir en el bosque, bajo un árbol, pero para su suerte logro ver a lo lejos un columpio-cama que colgaba de unos árboles. Sonrió con alivio, seguramente eran parte del hotel dónde había reservado hace unos días, así que sin dudarlo, camino directo hacia el columpio para poder acostar a Soo Bin. Ya habría tiempo de averiguar si la cama era parte del hotel al que había hecho una reservación o de alguien más, por ahora solo quería descansar y dormir un rato.
— Este viaje a sido un desastre, el más desastroso que he tenido — comento mientras se acostaba a un lado de Soo Bin. — Eres un verdadero dolor de cabeza, ¿Lo sabías? — preguntó con diversión Yeon Jun mirando el cielo nocturno. — Eres el único de mis artistas que me ha dado dolores de cabeza, me ha hecho ver mi suerte desde que nos conocimos, Binnie travieso — guardo silencio unos segundos antes de continuar. — Aún no te lo he dicho, pero lo siento, siento mucho haberte obligado a trabajar en algo que no te gusta y te lástima, no te culpo si me odias o más adelante lo haces, sé que es egoísta de mi parte no dejarte ir y que seas feliz sabiendo que no eres feliz haciendo esto... — giro hacía Soo Bin atrayendo su cuerpo con los brazos hasta acurrucarlo entre ellos.— Pero no puedo, discúlpame pero te prometo que mientras estes conmigo yo te cuídare y te protegeré, no dejaré que salgas herido — bajo su tono de voz al mismo tiempo que juntaba ambas frentes — Si tan solo supieras lo loco que me traes, lo mucho que me gusta tu hermosa sonrisa y más cuando se forman tus hoyuelos, la forma en la que me fascina tu forma de ser tan infantil y madura a la vez, me encantan tus hermosos ojos color avellana que reflejan tu inocencia y la pureza de tu alma, y lo mucho que comienzo amar esos bellos labios ...— soltó un pequeño suspiro cerrando los ojos.— Se que está mal sentirlo y desearlo, pero no puedo detenerlo... Soo Bin te quiero a mi lado con tu lado bueno, malo, feo, bonito, raro, aburrido, infantil, berrinchudo, cariñoso, hiriente, superficial, filosófico, inteligente, torpe, amable, gruñón, cursi, indiferente, triste y alegre hoy, mañana y se puede, para siempre.
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ME ENAMORÉ DE UN NIÑO - YEONBIN
FanfictionSoo Bin es un chico de 17 años que quiere vivir una vida normal como todo chico de su edad, su deseo más grande es cumplir la mayoría de edad para huir lejos de su mamá, quién lo ha obligado, desde pequeño, a trabajar en la industria del entrenamien...