Soo Bin es un chico de 17 años que quiere vivir una vida normal como todo chico de su edad, su deseo más grande es cumplir la mayoría de edad para huir lejos de su mamá, quién lo ha obligado, desde pequeño, a trabajar en la industria del entrenamien...
Dos años ha pasado rápidamente, ahora mi lindo chico ya tiene veinticuatro años, de echo unos días antes de su cumpleaños, decidimos hacer pública nuestra relación a todo el mundo, debo confesar que tuve algo de miedo por las críticas que recibiríamos, sobretodo por nuestras diferencias de edades, diez años para ser exactos, pero fue grande mi sorpresa al ver la cantidad de apoyo por parte de los fans de mi Soo Bin y conocidos, también había dejado de vivir con su mamá para vivir conmigo, aunque en realidad Soo Bin ya vivía conmigo cuándo cumplió la mayoría de edad, solo dormía en casa de su madre de vez en cuándo, pero ahora ya era definitivo.
Claro que la señora Nouch no aceptó por que ya no tendría más el control en mi niño así como ya no manejaría más su dinero, lo cuál fue realmente molesto y estresante estar por meses asistiendo al juzgado por recuperar lo que le pertenecía por derecho a mi novio, Nouch quería quedarse con todo el dinero que Soo Bin había generado desde que había comenzó a trabajar, y no estamos hablando de miles de wons, sino de millones de dólares, llegar aún acuerdo no fácil pero se logró, tanto como Soo Bin y yo le pasaríamos una pensión para que llevará una vida tranquila, más no de lujo, ya bastante había disfrutado de joyas, hoteles, ropa y viajes lujosos por años.
Dejando aun lado a la interesada de mi suegra, mi querido hermano y Tae Hyun seguían manteniendo una relación bonita y solida, realmente hacen una pareja hermosa, solo que cuando Soo Bin está presente, parecen perros y gatos, pelean por la atención de mi fabuloso novio, en tanto a San y Woo Young no volví a saber nada ellos y es algo que me alegra mucho.
Hoy es un día realmente especial, hoy cumplimos nuestro cuarto aniversario de novios, por lo que siento que ya es tiempo de dar el siguiente paso, el matrimonio, han pasado siete maravillosos años desde que nos conocimos.
— Piensa Yeon Jun, piensa Yeon Jun — me dije a mi mismo antes de comenzar a pegarme, levemente, en la cabeza contra mi escritorio, no tengo ni las más mínimo como pedirle que sea mi esposo, no se me ocurre algo especial. — Piensa Yeon Jun, eres el gran Choi Yeon Jun, el increíble CEO de una de las empresas de entretenimiento más importantes del país — dije dejando de golpearme para pegar mi frente en el escritorio.
No puedo creer que fui capaz de levantar una empresa sin tantas complicaciones y sin estresarme tanto, pero no soy capaz de organizar una propuesta de matrimonio. Tan inútil.
— ¡Agh! ¡Que estresante! — grité.
— Oye Yeon Jun, Beom Gyu quiere... ¿Qué pasa? ¿Todo bien? — pregunto aquella voz preocupada, una vez en entro a mi oficina.
— Tae — lo llamé derrotando y mirarlo con cara de gatito regañado. — Ayúdame, por favor, Soo Bin y yo cumplimos cuatro años de noviazgo, por lo que quiero pedirle que se ca...
— ¡Ya sé! — me interrumpió mi cuñado mirándome alegremente. — Vaya, han pasado ya cuatro años desde que Soo Bin te acepto, hermano realmente has cuidado y amado de él tan bien, lo estas haciendo increíble, y por eso vine a felicitarte — sonrió — ¡Yeon Jun fe...
— ¡Ya! — le levante la voz mientras me levanto de mi lugar, ahorita no quiero escuchar sus halagos, quiero ideas. — ¡¿Qué no entiendes el problema?! ¿Qué no escuchaste que necesito tu ayuda? ¡Te estoy pidiendo ayuda para una propuesta de matrimonio! — grité mirándolo. — ¡Quiero pedirle a Soo Bin que se case conmigo!
Tae Hyun me miró con la boca abierta por milésimas de segundos, estaba por hablar pero el agudo grito de mi hermano se lo impidió.
— ¡Aaaah! ¡Mi YeonBin se casa! — grito Beom Gyu mirándome emocionado caminando hacia Tae y a mi.— ¡Ay, esto dejenmelo a mi, voy a hacer una boda a lo grande, conozco perfectamente a Soo Bin, y mi Soo Bin merece lo mejor de lo mejor — siguió hablando sin salí de su emoción. — Yeon Jun esto tu de...¡Ay! ¡El tiempo vuela y tengo que ver lo de las flores, el traje que usará Binnie, el pastel, los invitados, el salón, la iglesia, el banquete, los vinos, la decoración, mi traje, tu traje, el traje de Tae, las fotografías — y siguió hablando tomando a su novio de la corbata. — Tu vienes conmigo — le ordenó arrastrándolo a la puerta, sin darle tiempo de reclamar.— Además también tengo que ver la música, el maestro de ceremonia, la seguridad, la luna de miel...
Y salieron de la oficina, dejándome confundido y sin saber como pedirle a Soo Bin que se case conmigo.
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Después de que Beom Gyu se llevará a Tae, y me dejara solo en mi oficina, un o más bien alguien especial para Binnie vino a mi cabeza, el me ayudaría a pedirle su mano, estoy seguro que eso lo hará feliz.
— ¡Solecito! — escuchó gritar al amor de mi vida, entrando al departamento que habíamos comprado hace unos meses, y dónde ya vivimos.
— ¡Corazón! — lo llamé dulcemente, corriendo a abrazarlo, todo el día me la pasé pensando en él. — Te extrañe mucho dulce Binnie.
— Yo también te extrañe — dijo envolviendome en sus cálidos brazos, y como si fuera un gato en busca de cariño, me acurruque mejor en sus brazos, me encanta su olor. — Feliz aniversario amor — se separo de mi para mirarme con una gran sonrisa. — Solecito, gracias por estos maravillosos e inolvidables años a tu lado, gracias por amarme tanto, por soportar mis cambios bipolares y por hacerme el hombre mas feliz del mundo, te amo tanto— me dio un beso rápido en los labios.
Yo lo miré fascinados, si tan solo el pudiera ver a través de mi lo mucho que lo amo, entendería porque es mi todo, porque lo he amado estos siete años.
— Mi niño, no tienes por que agradecer, al contrario, soy yo el que está agradecido por llegar a mi vida, dándole un giro de ciento ochenta grados — Soo Bin me miró con ojos de amor, y yo le acaricie la mejilla.— Ay, mi lindo chico, no sabes el desorden emocional que me provoca tu hermosa sonrisa — él se sonroja — Me tienes hechizado por completo, me fascina esa sonrisa, tus hoyuelos, tus ojos, tus labios, tu cabello, tu perfecta voz, tu risa escandalosa, tus manos, tus bromas, tus cambios de humor, tu caras extrañas, tus mejillas... ¡Dios! — grito para poder expresar todo eso que siento por él, por no encontrar las palabras adecuadas. — Me traen loco esos lunares tan sensuales que tienes, tu cuerpo y tus besos... — lo beso.
— Y...— trato de separarse pero no se lo permití, al contrario lo pegue más a mi cuerpo. — Y.. Yeon Jun. — me llamó cuándo logro quitarme de encima.
— Lo siento, pero tus labios son mi adicción, me tienes loco, Wow ¿Quieres que haga? — lo acusé, y él solo negó divertido. — ¡Es cierto!, te tengo un regalo — le dije separándome de él para ir en busca de su obsequio.
— ¿Un regalo? ¿Qué es? — pregunto curioso.
— Es algo que estoy seguro que te hará muy feliz — dije felizmente tomando la bolsa de la pequeña mesa de la entrada para entregársela. — Ábrelo.
— Yeon Jun, no debiste, yo no te tengo nada — confesó avergonzado, y yo solo negué.
— Ábrelo — dije con desesperación y emoción.
Soo Bin sonrió abriendo la bolsa y tomar entre sus manos su regalo, segundos después me miró con los ojos cristalinos.
— Od... Odi — abrazó al pequeño oso con nostalgia.
— Lo he estado guardando todos estos años, desde que lo abandonaste en París, solo que no sabía como dártelo, o mas bien aún no se presentaba el momento indicado, y creo que hoy es el momento.
— Yeon Jun, te odio en verdad te... Yeon Jun... — me llamó con la voz entrecortada mirando incrédulo el anillo que tenía colgando en el cuello del peluche. — ¿Qué es esto? — preguntó con lágrimas en los ojos.
— Soo Bin, mi niño de mi corazón, ¿Te quieres casar conmigo?
