El cuerpo de Soo Bin se tensó al no saber cómo reaccionar ante la situación, jamás había pasado por un momento tan "íntimo", solo abrió los ojos con sorpresa y con la mente en blanco, podía jurar escuchar a los latidos acelerado de su corazón y el rostro caliente, Choi Yeon Jun, su jefe, un hombre mayo que él, lo estaba besando como si su vida dependiera de ello.
- Espero que con esto te quede claro que conmigo no se juega "Binnie" - le habló un sonriente Yeon Jun separándose de sus labios - Me voy, tengo hambre - habló alejándose de Soo Bin para caminar hasta la puerta de la habitación y salir dejando a un Soo Bin en shock.
- ¡¿Pero que fue eso Yeon Jun?! ¿Qué diablos estabas pensando?! - grité apenas di unos cuantos pasos lejos de la habitación - ¿Por qué tenías que besarlo? - me cuestioné frotándome el rostro con ambas manos por la frustración.
No sé en qué rayos estaba pensando en el momento que decidí besar a Soo Bin, un adolescente de diecisiete años y por si fuera poco, la imagen principal de mi empresa. Besarlo no era el castigo que había pensado para él.
De acuerdo, admito que Soo Bin despertó mi interés desde que lo conocí, pero vamos, hay que estar ciego como para no caer ante sus encantos, solo basta con mirarlo un par de segundos para ceder ente él, y por supuesto que mis ganas de besarlo inundaron mis pensamientos desde aquella vez que me atreví a admirarlo en el avión. Por mucho que esforcé a mi lado coherente y racional para eliminar todo tipo de pensamientos y convencerme de estaba mal fijarme en un crio con Soo Bin, quién bien podía ser mi hermano menor, mi mente no parecía estar de acuerdo. Además está se sobra decir que no quiero terminar en la cárcel por meterme con un menor.
- ¡Por Dios! ¡Soy un maldito enfermo! ¡Aaahh! - volví a gritar con desesperación, soy diez años mayor que él, y por eso mismo se que esta mal y que debo deshacerme de este sentimientos que comienza a creer en mi antes de que sea demasiado tarde. - ¡Aaahh! - me jale el cabello mientras caminaba de un lado a otro del pasillo.
No quería salir lastimado ni lastimar a Soo Bin. Comienzo a arrepentirme de haber aceptado venir juntos de vacaciones.
- ¿Ya has terminaste de lamentarte? ¿Es que acaso abusaste de tu niñito? - escuché la voz burlona y odiosa del idiota de mi ex-novio.
- ¡Genial, lo que me faltaba! ¡Que el rey de Francia se hiciera presente! - exclamé con ironía e irritación al ver a Woo Young retrancado en la pared con los brazos cruzados y con una sonrisa, sonrisa que algún día ame pero que ahora detesto.
- Vaya, veo que tu sentido del humor ha mejorado - habló sin dejar de sonreír mientras se despegaba de la pared para dirigirse directo a mi. - ¿Sabes?, estuve investigando sobre tu nuevo juguetito y quién lo hubiera imaginado que el mocoso es toda una celebridad en toda Asía, no entiendo ¿Por qué la gente lo adora tanto?, lo admito es lindo pero nada fuera de lo común - soltó con recelo, apreté los puños, no caería en su juego. - Tengo curiosidad de algo, ¿Qué pasaría si sus fans y media Asía se enteran de que su querido "Baby Binnie" esta saliendo con el gran Choi Yeon Jun, el dueño de CYJ's Entertainment y que casualmente es su jefe? ¡imagina esto! - me miró - En los encabezados de las mejores revista de todo Corea del Sur, 'El gran CEO Choi de veintisiete años tiene una relación amorosa con el carismático Kim Soo Bin de diecisiete años', sería un total escándalo para su carrera y para ti, ¿Qué tanto les afectaría? - pregunto con sonrisa burlona.
Chasque la lengua antes de sonreír de lado negando con la cabeza para después tomar a Woo Young rápidamente de la ropa y pegarlo bruscamente a la pared, primero lo mato antes de que se meta con Soo Bin.
Bastante tenía que vivir una vida que no quería y a la que estoy obligado tambien, si Soo Bin se retiraría lo haría sin ningún escándalo.
- Escucha Woo Young, más te vale mantener esa boquita tuya bien cerrada y no hacer nada que pueda afectar la imagen de Soo Bin, porque de no ser así, yo mismo me encargaré de que tu familia se quede en banca rota, ¿entendiste? - le amenacé.
- ¿Ya te he dicho que verte molesto y serio me excita tanto? ¡Ugh! - gimió sin descaro alguno mordiéndose su labio inferior. - Yeon Jun, por que en lugar de estar cambiando pañales, vuelves conmigo, un hombre y no un mocoso como Soo Bin. Podemos pasarla muy bien o ¿No recuerdas lo bien que nos las pasábamos? - Sonreí soltándolo.
- ¿Acaso San ya no te da duro como te gusta?, sigues siendo el mismo ofrecido de antes, sigue soñando que volveré contigo, por qué eso jamás pasará, esta hermosura - me señalo con orgullo - Ya tiene dueño y se llama Soo Bin - le digo con altanería y egocentrismo antes de darme la media vuelta y caminar hacía el ascensor.
- ¡Esto no se quedará así Yeon Jun, tu volverás a mi rogándome de rodillas! ¡Eso te lo juro!
- Piérdete.
Después de una larga "meditación" en el bar del hotel, decidí volver a la habitación, queriendo o no tengo que que aclarar toda esta situación del beso con Soo Bin y pedirle una disculpa, tal vez estaría muy molesto y no lo culpó, no besé sin su consentimiento, y ni siquiera tengo como justificar el beso. Tome un gran bocado de aire metiendo las llaves al cerrojo de la puerta.
- Tu puedes Yeon Jun - me di ánimos abriendo la puerta lentamente. - ¿Soo Bin? - lo llamé en voz baja entrando a la habitación y cerrar la puerta. - ¿Binnie? - lo volví a llamar pero seguí sin tener respuesta alguna, mire hacía todos lados de la habitación hasta que observé una silueta detrás de las cortinas de la terraza. - ¡Soo Bin! - exclamé jalando las cortinas, Soo Bin me miró sorprendido alejando el teléfono de su oído, como si lo hubiera descubierto haciendo algo malo.
- Te habló luego, adiós - habló rápidamente colgando la llamada - ¿Tiene mucho que llego Señor Yeon Jin? - preguntó nervioso.
- ¿Con quién hablabas? - pregunte serio, no sé porque me siento tan molesto.
- Con nadie - contestó frunciendo el ceño al mismo tiempo que trataba de entrar a la habitación pero se lo impedí bloqueándole el paso.
- ¿Con quién hablabas? ¿Por qué hacerlo a escondidas? ¡Responde! - le exigí tomándolo de los brazos.
- En primera no tengo por que darle explicaciones a usted de nada, y dos no tiene derecho a exigirme nada por que no es nada mío - soltó con molestia, sus palabras provocaron una punzada en mi pecho. - Suéltame y muévete - pidió deshaciéndose de mis agarré para empujarme y poder entrar.
- JAJAJAJA, en eso te equivocas - le dije tomándolo de la cintura, pegando nuestro cuerpo. - Soy tu jefe y por ende pasas a ser mío, ¿entendiste?, mío.
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ME ENAMORÉ DE UN NIÑO - YEONBIN
FanfictionSoo Bin es un chico de 17 años que quiere vivir una vida normal como todo chico de su edad, su deseo más grande es cumplir la mayoría de edad para huir lejos de su mamá, quién lo ha obligado, desde pequeño, a trabajar en la industria del entrenamien...