I MEAN IT [HEESEUNG]

Perder para ganar: Capítulo 31

HYEWON

No quería responder el mensaje. 

Me daba miedo el hecho de que se envíe un mensaje distinto al que tengo en mente.

—¿Puedo no responderle?

—Puedes ignorarlo pero recuerda que en 2 días todo será diferente. —explica la vidente.

De pronto Heeseung busca algo en sus bolsillos y deja dinero sobre la mesa.

—Siempre hay una solución y usted la sabe.

La señora observa el dinero y sube ambos brazos, dejando ver sus manos entrelazadas sobre la mesa.

—Ustedes los jóvenes no entienden lo que significa todo esto. Mejor salgan de aquí, y piensen muy bien en lo que harán.

Heeseung toma asiento y la mira con un semblante serio.

—Yo ya he tomado una decisión.

—¿En serio estás dispuesto a perder algo por ella? —me señala— ¿La chica que cambió su destino porque se enteró de que saldría contigo en un futuro? ¿Sabías que te decía "rarito"?

—Ya me lo contó todo. —él le respondió.

En mi mente no quedaba nada más que la palabra perdón.

—Solo te utilizó para que Jay se fijara en ella. ¿Sabías que los tacones que le compraste fueron para combinar el vestido que Jay le compró?

—Mi hermano fue quien eligió el vestido, no Jay. —hablé por fin.

—¿Y a pesar de todo eso, no la odias? —siguió hablando ignorando lo que dije.

A este punto creo que la vidente está en contra de mi.

—¿Heeseung? —vuelve a preguntar ya que él se quedó callado.

—Volveré. Deme unos minutos. —se levanta del asiento y me toma de la muñeca, sacándome del lugar—. Conversemos en otro lugar.

—¿Estás molesto?

No respondió nada sino que siguió caminando hasta que llegamos a un rincón sin nada de gente.

—Heeseung, entiendo si estás molesto. La señora tiene razón, es mi culpa que esto haya pasado. De verdad, lo siento, yo... —no pude terminar de hablar porque de pronto me abrazó.

—No me importa lo que hayas hecho antes. Quiero saber lo que piensas ahora.

Creo que olvidé cómo respirar.

—¿En serio?

—No puede ser, creí que lo dije en mi mente.

—Me gusta ponerte nerviosa. —no podía ver su rostro pero juraba que estaba sonriendo.

Correspondí su abrazo y sonreí nostálgica.

—Sé que no quieres que me disculpe pero en serio lamento haber arruinado lo que algún día pudimos haber sido, Heeseung.

—No te preocupes.

—Fui una completa tonta y ahora no se que pensar. Temo que tengas que perder lo que más amas por querer arreglar mi desastre.

—Gracias a ese desastre pudimos conocernos mejor. Tal vez esto tenía que pasar.

—Pero tú y yo ya no...

—Deja de pensar en eso. Aún podemos solucionarlo; sea lo que esa señora pida, estoy dispuesto a hacerlo. La pregunta aquí es ¿Tú también estás dispuesta?

No lo pensé mucho. No tenía nada que pensar en realidad. Estaba segura de mi respuesta.

—Sí, lo estoy.

Heeseung deshizo el abrazo y me tomó de la mano. 

Ya habíamos tomado una decisión: estamos dispuestos a perder para ganar.