Leosville, 02 de Septiembre de 2015
Se movió en la cama al mismo tiempo que abrió sus ojos para encontrarse con la espalda desnuda de Iris. Se quedó quieto dándose cuenta que no se encontraba en su habitación y los recuerdos de esa noche aparecieron en su mente. Estaba en casa de Iris, lo deducía por el color verde de las paredes y las luces cerca de su cama, miró a su alrededor y notó su ropa tirada en el suelo, pensó en levantarse y vestirse, pero luego volteó a verla y quería permanecer un rato más con ella.
Se acercó y la tomó por detrás para abrazarla. Recostó su cabeza en su hombro entre su cuello y permaneció por un momento con los ojos cerrados. Al rato sintió una mano tocándole el rostro.
—¿Estás despierto?—preguntó ella, Griffin se separó y ella se dio la vuelta para quedar frente a él.
—Buenos días—le dijo bajo, ella le sonrió.
—Buenos días, Griffin Arlen.
Griffin hizo una mueca que fue arrebatada por los labios de ella tocando los suyos. Colocó sus manos en su pecho y Griffin abrió los ojos por un momento, la miró viéndolo y volvió a recordarla. La noche anterior su mirada era diferente, era de deseo y ahora su mirada parecía un poco más tranquila, más suave, quería ser mirado así, quería ser la paz.
—Creo que Isis ya se levantó, debe de estar haciendo el desayuno. ¿Quieres desayunar?
—Un poco, sí—respondió—, también quiero darme un baño.
Ella rio y se levantó de la cama para señalar el baño. Griffin se levantó y tomó su ropa del suelo y se dirigió hacia el baño. Se miró en el espejo, ahí estaba nuevamente él y su reflejo.
Por un momento sintió como si tuviese un bajón, como si todo hubiese sido una farsa.
«Ella no está contigo por ser tú, está contigo por ser Griffin Arlen»—le dijo su mente, pero se alejó de ese pensamiento. No quería tener esa idea de Iris, no podía tener esa idea de nadie más, le había costado mucho tiempo dejar atrás esas ideas, no quería regresar a ellas.
Era como si todo fuese un círculo: caes, mejoras, sales y vuelves a caer.
No había un fin en todo eso.
Llenó el espejo de agua para perder su reflejo. No quería competir con Griffin Arlen, no quería competir consigo mismo.
Luego de darse un baño, se vistió con la ropa del día anterior y salió de la habitación para buscar a Iris. Siguió el ruido y encontró a la chica junto a su hermana en la cocina.
Isis se alegró al verlo, lo saludó con una sonrisa radiante y un brillo en sus ojos.
—Hola Griffin, buenos días—le dijo y se detuvo un momento—. Woah, qué loco decir eso. Siempre lo deseé.
Él rio recordando que Isis era una fan de ellos. Se acercó a la chica y la saludó con un abrazo, él siempre era así con sus fans. Le gustaba poder estar con ellas y apoyarlas en los momentos en los que lo necesitaban porque ellas habían hecho eso con él sin saberlo.
—¿Te gustan los panqueques?—preguntó Iris.
—Sí, claro—respondió, ella le sirvió un par y le colocó la miel y el chocolate frente a él.
—Ten, disfrútalo.
—No puedo creer que Griffin esté en mi cocina comiendo panqueques conmigo—dijo Isis, su hermana la miró.
—Yo también estoy.
—No en mi imaginación—respondió, Griffin se rio por su respuesta y tomó la miel para poder echarle a los panqueques. Notó como la chica a su lado no dejaba de observarlo—. Isis, si sigues viéndome así, harás que me sienta incómodo.
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Detrás de Escena
Teen FictionGriffin Arlen era una estrella, no podía verse como algo diferente frente a los demás. Las personas siempre tenían esa idea de chico alegre que estaba todo el tiempo relajado, quizás fue cierto en algún punto, pero Griffin era mucho más que eso, era...