Leosville, 23 de Julio de 2015
Desde que había cumplido los quince, Griffin tenía tres metas en su vida: ser reconocido, tocar el bajo cada vez que quisiera y con eso parecía ser suficiente para la tercera, ser feliz. Pero la felicidad no venía solamente por hacer lo que querías y porque te reconozcan por ello, bastaba también que tú lo hicieras por ti mismo.
«Trato de olvidarlo, meter mi mente en otro lado,
Pero no puedo, siento que no lo valgo»
Porque a veces, cuando no estás seguro de lo que vales, de lo que sientes, cuando el mundo entero debe decírtelo para que te des cuenta, es muy fácil caer y dar miles de vueltas. Vueltas sin respuestas, vueltas que te atormentan y te dicen que no eres como el otro te ve.
«Es increíble cómo puede ocurrir,
A veces estás bien, a veces no»
Porque en el viaje de quererse y respetarse a sí mismo, el reconocimiento era una de las cosas más importantes para poder sentirse diferente.
«Es el aplauso, el discurso del otro lo que pido»
para poder sentir que valgo»
Para poder reconocerse, encontrarse y amarse, era siempre importante, perderse a sí mismo primero. Aunque sea por un breve momento.
—Esto no funciona—murmuró para sí mismo. Estaba en su habitación, el apartamento se encontraba en silencio.
Axel estaba durmiendo, T.J había ido a visitar a su hermana esa tarde y Gino estaba en una cita casual con una chica que le habían presentado, así que para Griffin sólo se encontraban él y su mente. Su mente que a veces le jugaba muchas bromas y le decía en su interior lo mucho que necesitaba ser diferente para poder agradar.
No sabía qué le estaba ocurriendo. Él no solía sentirse así, pero con tanta presión que tenía, no encontraba otra forma de sentirse.
Cerró los ojos, quería pensar en algo bonito. Pensó en Iris, en su cabello oscuro y las pecas en su rostro, en su sonrisa y en la manera que sus labios le hablaban. ¿Era posible sentirse así por alguien que acababa de conocer? Él era un chico enamoradizo, pero no era algo fácil para él sentirse así con alguien.
Tomó su celular y buscó el contacto de la chica, era un jueves por la noche, tenía que despertarse al día siguiente muy temprano porque debía reunirse con Howie y Noel para hablar sobre un nuevo álbum, pero aún quiso escucharla a ella.
Se llevó el teléfono a su oreja y se acostó en la cama. Iris respondió al teléfono al poco tiempo.
—¿Hola?
—Hola bonita, ¿cómo estás?
—Griffin—dijo ella, el chico sonrió al escuchar decir su nombre—, estoy bien, ¿tú cómo estás? ¿Cómo te fue ayer en el ensayo?
—Excelente, estuvimos sólo los cuatro, es un dúo pero la cantante no pudo ir.
—¿Con quién harán la canción?
—No puedo decirte, es secreto—se rio al escucharla quejarse del otro lado.
—Entre tus fans dicen que eres el más cotilla pero nunca me has dicho ningún secreto.
—Klover no sabe que soy el mejor para los secretos—mencionó—, si alguna información se filtra seguro es porque a Gino o a T.J se le escapa, pero a mí no. Es algo que tuve que aprender al ser el líder.
—¿Cómo es ser el líder de Kloss?
Esa era una pregunta compleja. Habían muchas palabras que podían describirlo: difícil, complicado, presión, emoción. Una mezcla de todas quizás era la correcta, pero eso no significaba que no le gustaba, Griffin disfrutaba de ser el líder de Kloss, pero a veces le costaba tanto. Todos confiaban en él, todos ponían sus esperanzas en él, en que debía hacer todo bien. Nunca había sido bueno para dar lo que esperaban de él.
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Detrás de Escena
Novela JuvenilGriffin Arlen era una estrella, no podía verse como algo diferente frente a los demás. Las personas siempre tenían esa idea de chico alegre que estaba todo el tiempo relajado, quizás fue cierto en algún punto, pero Griffin era mucho más que eso, era...