Capítulo 31

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Leosville, 25 Septiembre de 2015

Esa tarde se quedó en el estudio. Los viernes por la noche solía estar el estudio vacío porque nadie quería quedarse hasta tarde y arruinar su fin de semana llenándose de trabajo, preferían quedarse en casa o salir de fiesta con sus amigos o pareja, pero Griffin en ese momento sentía que no necesitaba nada de eso, sólo desahogarse en medio de las letras y melodías, quedarse con su música.

La música siempre había sido algo personal y único para él. Amaba poder tener una forma de expresarse y de demostrar todo lo que estaba sintiendo por dentro. Aunque a veces no solo era algo suyo sino del resto, le encantaba poder contar historias y saber que alguien en el mundo podría sentirse identificado con lo que había escrito.

Griffin pensaba que, si al menos una persona podía tomar esa canción y hacerla parte de ella misma, entonces su trabajo había funcionado. Le gustaba esa sensación, de poder ayudar al otro a ser parte de algo, porque él siempre quiso ser parte de algo y encontró su lugar gracias a la música.

—¿Podemos hacerlo otra vez?—le preguntó a Garrett, el muchacho asintió.

—¿Qué quieres cambiar?

—Creo que queda mejor si canto esta parte más rápido—dijo refiriéndose al pre-coro de la canción.

—Vale, hagámoslo.

Griffin se puso los audífonos y comenzó a cantar el pre-coro de "Querida X". Cuando escribía canciones, eran pocas las veces que las escribía basándose en algo real, él solía tomarse las emociones del resto para escribir cómo podían sentirse. Pero esa vez le tocaba escribir algo sobre él y al cantarlo le hacía peor, sentía las letras más pegadas a su corazón.

No sabía cómo Axel era capaz de cantar las canciones sin que le doliera tanto.O bueno, quizás lo hacía pero sabía cómo demostrar que no le estaba afectando. Era increíble lo mucho que el cantante hacía por la banda, tenía que dar todo y a su vez no podía demostrarlo todo.

No quería ser vulnerable, aunque sabía que todo lo que escribiría saldría a la luz el próximo año. Iris sabría cómo él se estaba sintiendo y no sabía si quería o no demostrarlo.

Por ahora, solo tenía que pensar en las fechas del tour y los dos meses que tendría que pasar lejos de ella.

No quería que nada se interpusiera entre sus fans y él.

...

Cuando pensaba en Iris, su corazón se estrujaba. Algo en él le decía que debía de dejar de pensarla pero era imposible cuando había sentido tanto en tan poco tiempo. Para él, Iris era una relación que tenía que suceder pero no sabía que tenía que suceder de esa manera tan atroz para él. Cuando le decían que necesitaba llegar al contacto cero, no podía entender por qué, ahora lo hacía. Sabía que tan solo saber de ella le iba a doler, tenía que superarla pero no era algo sencillo, no estaba destinado a que pasase quizás. No lo sabía.

Recordaba las palabras que ella le había dicho y le dolía mucho más. ¿Cómo alguien que parecía un ángel podía haberle dicho algo tan horrible como eso? ¿Qué había hecho él para merecerse algo así? Siempre había sido un buen chico, no se metía en problemas, seguía las reglas y ahora, incluso siendo famoso, no había olvidado su pasado y mantenía los pies sobre la tierra. ¿Por qué alguien tenía que venir y hacerle daño?

Se lanzó a su cama y miró al techo. Se quedó ahí viendo un punto fijo sin saber qué hacer, la tenía en su mente pero no podía hablarle, nunca podría hacerlo porque hacerlo era hacerse daño a sí mismo.

—Odio el amor—dijo en voz alta.

El rostro de Iris parecía asomarse en sus pensamientos y se reflejaron en el techo. Su sonrisa tan atractiva y su mirada que hacían querer perderse en sus ojos. Imposible olvidarla cuando le hacía sentir tantas cosas.

—No odio el amor—arregló—, odio lo que ella me hace sentir.

Que era algo parecido. A veces olvidamos lo que realmente es sentirse enamorados por la idea o la experiencia de amar a la persona equivocada. Atribuimos ese rechazo hacia ese sentimiento cuando en realidad solo debemos dejarlo ir y continuar sintiendo.

Escuchó que tocaron la puerta de su habitación y vio a Axel asomarse por ella.

—Hey, ¿puedo pasar?

—Claro, nunca pides permiso—respondió él.

—Lo sé, sólo que creí que estabas en un momento de introspección—le dijo y le entregó una taza de té.

—Tenía mucho tiempo sin tomar té—le dijo y bebió un poco—. uh, está caliente.

—Claro, lo acabo de hacer—aclaró y se rio de su amigo—. El clima está perfecto para beber té.

—Sí, me gusta cuando llueve—dijo—. ¿Tú también pensabas que la lluvia eran las lágrimas de Dios?

—¿Las lágrimas de Dios?

—Eso decían mis papás—respondió—, Cuando me portaba mal y llovía, decían que Dios estaba llorando porque era un mal chico.

Axel se echó a reír, Griffin lo miró sin entender por qué le había dado tanta risa. Sabía que era gracioso pero tampoco era para tanto. Sus padres siempre salían con esos comentarios cuando él no hacía o no se comportaba como ellos querían, a su hermana nunca le habían dicho nada, aunque siempre pensó que era porque Gala jamás hacía algo malo o indebido. Al contrario de él, que le gustaba escaparse de casa y ser famoso.

—¿Cómo te has estado sintiendo?

—¿Mmm?

—Con Iris, sé que ha sido unos días un poco pesados para ti.

—Estaré bien—le dijo y bebió del té—, sólo que es raro, ¿sabes? Mi relación con ella, todo fue tan extraño y agotador.

—Se siente así cuando no es una relación destinada a ser.

—Pero no lo sentí nunca así con Ariana, y tampoco estaba destinada a ser.

—A lo largo de la vida tenemos muchas relaciones que nos enseñan cosas. Esta quizás te enseñe algo.

—¿Qué podría enseñarme?

—No lo sé—confesó—, puede que te des cuenta luego.

 Y darse cuenta no fue difícil, lo difícil fue poder salir ileso de todo.




.......................

Me desaparecí casi un año y pido disculpas porque no tengo una excusa exacta para ello. Solo que a veces no me salía nada de la cabeza.



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