♥︎➭; This Side Of Paradise ━ [ Sparlex ]

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No le gustaba mucho salir por el intenso ruido que el mar de personas hacían, pero estaba bien, la sonrisa de aquel chico de cabellos castaños era todo lo que estaba bien en su vida, por él y solo por él podría soportar incluso todas las cosas que detestaba juntas, si estaba junto a ese chico de brillantes ojos miel todas sus preocupaciones podrían irse a la mierda, solo su voz era una clase de anestesia para sus miedos, tan sólo su presencia había llenado ese vacío que había en su corazón lleno de soledad.

— ¡Carlos! — Dio un pequeño salto al escuchar su nombre ser gritado cerca de su oreja.— ¿Me estas escuchando o estoy hablando como un loco? — Flex procesó la mirada confusa y molesta de su compañero de piso volviendo a la realidad.

— Te estoy escuchando. — Respondió una vez que pudo procesar donde estaba parado siquiera.

Pensar demasiado en quien tenía enfrente le hacía desconectarse del mundo.

— ¿Qué dije? — Preguntó con una sonrisa sabiendo bien que el de cabello celeste no tendría que responder.

Carlos se quedó unos segundos en silencio, pensando en decir lo primero que se le vino a la cabeza, porque en efecto no había escuchado lo que su menor le había dicho.

— Que los caballos pueden cagar mientras caminan- — Dijo intentando no reírse de su propia estupidez.

Y así es como el ambiente se quedó en silencio, tan sólo por unos segundos antes de que comenzarán a soltar risas a por aquella idiotez.

— ¡Eres un pendejo! — Exclamó sin dejar de soltar risas.

— ¡Ya! Esta bien, sí, no te escuche, estabas hablando como un loco. — Dijo dejando de reír para poder prestar atención esta vez.

— Te dije que si quieres subir al carrusel o a la rueda de la fortuna. — Repitió sus palabras esta vez siendo escuchadas por el contrario.

— ¿Vamos primero al carrusel? La vista de la rueda de la fortuna es mejor cuando el sol se está ocultando. — Sugirió sin captar bien sus palabras.

¿Atardecer? ¿Rueda de la fortuna? ¿Un atardecer en la rueda de la fortuna? Eso solo se hacía en películas cursis de romance cuando estaban por declararse su amor eterno. Básicamente había filtrado de manera indirecta sus planes, bien era hora de abortar su misión.

— O mejor vayamos ahora a la rueda, mira como esta la fila, llega hasta mi casa. — Excusó nervioso retomando camino hasta donde vendían los boletos de aquel juego mecánico.

Andrés solo rió por el cambio de decisión de su mayor, un leve rubor se adueñó de sus mejillas por entender ese plan que el de cabello celeste quería hacer, ¿le dejarían mentir? ¡Claro que no! Su corazón se aceleró de tan sólo pensar en esa declaración.

Dio una vista hacia el cielo.

La noche estaba haciéndose presente sin permiso, las estrellas comenzaban a adornar el cielo y las nubes no daban señales de siquiera hacer presencia. Tal vez era un poco pronto, tenían mucho tiempo por delante. La paciencia era una virtud.

Sparta no tenía esa virtud, pero por Flex, por él podria tener el mundo en sus manos solo para dárselo.

Sí, todavía tenían tiempo.