- Iɴ Yᴜᴏʀ PᴀsT -

¡voz de amor y al diablo el corazón!

- ahg...- sintió un dolor insoportable en la cabeza, no sabía en qué lugar estaba pero estaba seguro de que estaba en una cama.

No podía moverse por lo tanto se iba a volver a dormir...

¿Que?

No es su culpa que aquella cama estuviera tan cómoda, sabía que era peligroso pero prefería que descansar, su cuerpo estaba agotado.

Se sobresaltó al escuchar una puerta siendo abierta, como dijo anteriormente no podía moverse por lo tanto no tenía más remedio que quedarse como piedra.

Sintio una mano tibia en su frente que después pasó a su pelo, haciendo remolinos en su cabello cosa que no le disgustó para nada, las acaricias aumentaron haciendo que el azabache se derritiera al dulce toque de aquellas manos.

Intento mover un dedo pero este ni siquiera se inmutaba, a si que decidió no hacer nada,simplemente estar ahí disfrutando del buen trato.

- ¿Quien eres?- el susurró de aquella voz sobresaltó a quackity.

Inmediatamente se llenó de ira e impotencia sabiendo que la persona quien lo acariciaba era nada más que un imbecil.

Por fin logró mover una parte de su cuerpo y para ser exactos, su brazo derecho.

No pensaba moverse todavía seria inútil tratar de detenerlo con un solo brazo, solo tenía que esperar que todo su cuerpo se recuperara.

- Descansa...- fue lo último que dijo.

Una gran decepción se inundó en todo su cuerpo, la voz parecía que se estaba saliendo de la habitación.

*

Un dolor inmenso en sus dedos hizo que se levantara de golpe, no miraba con claridad todo era borroso pero algo que sí pudo distinguir fue aquella voz burlona.

Quiso hablar pero se dio cuenta que su boca estaba siendo tapada por una gruesa cuerda, cosa que lastimaba su mandíbula.

Otra vez sintió aquel dolor inmenso en su mano, bajo la mirada mirando un color carmesí en sus manos, fue entonces que se dio cuenta.

Estaba en una jodida silla de metal, con sus manos enredadas de fajas de cuero y en su puto cuello un collar, ah claro, y sus piernas también.

Cuando su visita se aclaró pudo distinguir la silueta del menor, era Quackity...

¿Solo que algo elegante?

Eso no le importaba, le importaba el hecho de que su mano estaba llena de su propia sangre.

- Veo que ya te has levantado...-

Okey, no estaba seguro si ese tipo era el Quackity que conocía, aver si había escuchado al menor habla inglés...

Pero por alguna razón el tipo ese tenía la voz un poco más ¿gruesa? Era increíble que un tipo lo estaba torturando y el solo pensaba en su gruesa voz...

Vio como el tipo de empezaba a quitarle la cuerda de su boca, algo brusco se nota que este tipo nunca tuvo amor.

- Bien castañito, ahora solo tienes que responder algunas preguntas- miraba detenidamente el cuerpo del castaño, nada mal...

¡CLARO!

¡El es Big Q!

Se sintió estupido por un momento al olvidarse del pasado del pelinegro...
¿Eso significa que el estaba en el pasado?
Bueno, en el pasado de Quackity.

- ¡AH! ¡Hijo de puta!- se retorcio por el golpe en su "amiguito"

Se sorprendió por las palabras en español del chico, definitivamente este tipo no era de estas zonas.