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30/Abril/21

Que necesario es un diario.

Carta a mi padre.

Me hubiera gustado que me respetaras y entendieras.
Me hubiera gustado que a pesar de tus problemas no me lastimarás.
Me hubiera gustado que por una vez te orgullecieras de mis caídas.
Me hubiera gustado que me dijeras te quiero de formas sinceras.
Me hubiera gustado que me escucharas cuando me regañabas sin siquiera saber las circunstancias.
Me hubiera gustado que te tomarás el tiempo y me conocieras.
Me hubiera gustado que me dejarás pasar alegrías en la infancia.

Me tomó mucho tiempo entender lo que significa perdonar, siempre me pregunté cómo podría si ese alguien eligió hacerme daño. Me di cuenta de que perdonar no se trata de aceptar o excusar su comportamiento sino de dejarlo ir y evitar el lastimar porque perdonar no es olvidar sino sanar.

Te perdono por desquitarte.
Te perdono por maldecirme.
Te perdono por una vida arruinarme.
Te perdono por traurmarme con tu cara reflejarme.

Te perdono aunque no te arrepientas porque sé que no tienes la capacidad de entender lo que hiciste en mí.
Te perdono por haber dicho palabras que me han lastimado.
Te perdono por las noches de insomnio, por la falsedad de tus abrazos y por la hipocresía de tus palabras.

Te perdono por todo lo malo que me regalaste sin merecerlo.
Te perdono por todas las ofensas y traumas que decías necesarias.
Te perdono por enseñarme que llorar es de débiles cuando algunos se vuelven fuertes en los lugares rotos.

Te perdono por enseñarme que debía ser perfecta y al fin de cuentas soy una simple humana.
Te perdono por causarme crisis de ansiedad me quitaste la tranquilidad por necesidad.
Te perdono por encaminarme a lastimarme de otro modo nunca pudiera encontrarme.

Te perdono por llevarme a esa casa antigua donde toda tu familia no hacía más que criticarme y dañarme.
Te perdono por exigirme tanto cuando en realidad solo querías exibirme.
Te perdono por tantas veces compararme cuando ni siquiera se si eso iba a ayudarme.

Te perdono por siempre culparme y con cada pelea lastimarme.
Te perdono después de mucho sufrimiento y te dejó ir aunque me lleve tiempo volver a construirme porque aún queda algo que vale la pena salvarse y esa soy yo y lo haré.










Escribiré cada vez que de nuevo pase.





Predestinada a sufrir. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora