XVIII

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15/Mayo/21

Que necesario es un diario.

Hoy soñe y recorde como la familia de papá me humillaba y criticaba, siempre antes de entrar a la casa de la infancia agarraba aire y fuerzas para mostrar una sonrisa, aunque por dentro me partiera con cada palabra que escuchaba.

Muchas veces cuando era niña les rogué a mis papás que no me obligarán a entrar a un lugar donde no era bien recibida, pero me arrastraban.

En el sueño estaba sentada con las piernas flexionadas en el suelo recargada a la pared con las manos en mis orejas, mientras que toda esa familia estaba a mi alrededor balbuceando e hiriendo.

Les pedía que pararan que dejaran de molestar, pero sus voces eran más altas, todo lo que decían era verdad que no pude resistir más y las lágrimas salieron a flote.

Ya no sabía que era más importante si callar las voces o no dejar que me vieran llorar.

Esa familia me hirió mucho que llevo casi dieciocho años cargando con tanto sufrimiento.

Quiero salir adelante, no quiero sufrir más.

Ya basta de tocar en el pasado
Ya basta de odiar en el pasado
Ya basta de llorar en el pasado
Ya basta de callar en el pasado
Ya basta de rascar en el pasado
Ya basta de hurgar en el pasado
Ya basta de vengar en el pasado
Ya basta de quedar en el pasado
Ya basta de buscar en el pasado
Ya basta de pensar en el pasado
Ya basta de lastimar en el pasado
Ya basta de recordar en el pasado
Ya basta de soportar en el pasado
Ya basta de encontrar en el pasado.

Eres más que valiente
Eres mas que la mente
Eres más que suficiente.





Escribiré cada vez que de nuevo pase.





Predestinada a sufrir. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora