Capítulo 275: Alas y Burlas

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Sentía que llevábamos varios minutos caminando sin siquiera avanzar algo.

Lo único que veía era el mismo pasadizo extenderse hasta donde mi vista no alcanzaba.

¿Acaso esta era otra trampa mágica? No se sentía así en lo absoluto y Mizuki tampoco parecía notar nada extraño.

Quizás si esa mujer aun estuviera con nosotros, podría decirnos algo al respecto, pero...

Aun me sentía confundido... ¿Por qué la Santa Yulia había decido empujarme para no caer en aquella trampa de teletransportación?


- Hey John, concéntrate


La voz de Mizuki me trajo de vuelta.

Antes de que lo supiera, logramos salir de aquel interminable pasadizo.

El oscuro y frio cielo estrellado era lo que nos esperaba.

Parecía que habíamos salido del primer pabellón sagrado, pero eso no podía estar más lejos de la realidad ya que Mizuki lanzó magia al cielo.

En ese momento vimos como su magia se distorsionó y desapareció por un campo de energía casi imperceptible a simple vista.

Eso solo nos confirmó que seguíamos en el primer pabellón sagrado, y un escenario como este concordaba perfectamente con lo que nos mencionó brevemente la Santa Yulia.

Estábamos al frente de una gran capilla rodeada de una basta fortaleza mientras varias antorchas colocadas simétricamente decoraban el lugar y la entrada a dicho edificio.

Cada pabellón sagrado contaba con un escenario especial y este era el del primer pabellón sagrado, la capilla de los arrepentimientos.


PAT... PAT... PAT... PAT...


Los sonidos de unos tranquilos pasos se acercaban desde el interior de la gran capilla haciendo que todos nos pusiéramos en guardia.

La figura de la persona encargada del primer pabellón sagrado no era clara debido a como la oscuridad del interior del edificio la ocultaba.

Pero de alguna manera, ya tenía una idea de quien se trataba por puro instinto.


- Céline...


Frente a nosotros se encontraba una bella e inexpresiva mujer de ojos y cabello negro.

Su vestimenta era la de una monja bajo el servicio de la iglesia Axxotica.

Ella se plantó dignamente en la cima de las grandes escaleras que conducían a la capilla.

Casi nada en ella había cambiado salvó las majestuosas alas blancas que salían de su espalda y que sus ojos estaban desprovistos de brillo.

Si... Era casi similar a cuando la vi por primera vez... Una hermosa muñeca viviente sin emociones.


- Así que tú eres la que se encarga de custodiar el primer pabellón


Elevé mi voz esperando alguna respuesta por parte de ella.

Pero eso nunca sucedió.

Ella simplemente nos observó fijamente con su oscuro e inexpresivo rostro que a cualquiera podría helarle la sangre.

¡No me pidas que derrote al Rey Demonio~!(Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora