Capítulo 240: El inicio de los problemas parte 3

74 14 3
                                    


(No me jodas...)  Maldije mientras miraba a la persona que acababa de aparecer.


Justo cuando pensaba que todo esto había terminado, un sujeto con el poder de un aventurero de rango A vino a terminar el trabajo de tomar nuestras vidas que los cinco asesinos que nos interceptaron en la capital Real no pudieron lograr.


"Señor John..."  Céline al parecer había notado mi expresión sumamente preocupada.


"Quédate atrás"  Interpuse mi mano para que ella retrocediera.


La situación era mala...de todas las personas que podían aparecer tenía que ser alguien con un poder similar a un aventurero de rango A.


"No necesitas estar tan nervioso ¿Sabes?"  El sujeto saltó de lo alto del edificio, creando un cráter al aterrizar sin que se viera afectado por el impacto "No es como si los fuera a comerlos o algo así"  Su sonrisa salió a relucir "Aunque bueno, supongo que esa es mi misión al fin y al cabo"


Las palabra de aquel tipo, solo hicieron que un escalofrió recorriera mi cuerpo.


"Pero tengo un poco de curiosidad, mi información decía que no eras así de fuerte, mira tan solo como acabaste con los hombres que tanto trabajo me costó entrenar"  El hombre me miró fijamente a través de su rostro cubierto con un talismán.


Simplemente me quede en silencio.

Tenía que pensar en alguna forma para que pudiéramos salir de esta terrible situación, pero no se me ocurría nada.


"Así que no vas a hablar, no es divertido interrogar a tipos tan serios"  Él comenzó a avanzar mientras la sonrisa en su rostro desaparecía.


Sin embargo, sus pasos se detuvieron, algo que lo sorprendió.


"No puedo moverme"  El sujeto enmascarado habló con asombro.


Yo me puse delante suyo lo más rápido que pude, preparando mi ataque.

La única forma que se me ocurría de poder vencerlo, era aprovechar que estaba con la guardia baja por la condición de mi cuerpo, por lo que lance mi magia paralizadora para tener todo listo.

Tenía que acabarlo con un golpe.

Apunté a su cuello con toda la fuerza que podía reunir.


"Kugh..."


El grito de dolor que se escuchó en el lugar, no fue el de mi oponente, si no el mío.


(¡¿Qué demonios?! ¡¿Por qué su cuerpo es tan duro?!)


Mis dedos estaban sangrando y solo pude dejar unos insignificantes rasguños en la zona que había atacado.


¡No me pidas que derrote al Rey Demonio~!(Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora